Cinco buenas prácticas tecnológicas para reducir el riesgo de fraude en tu empresa

Con el incremento de actividad en canales móviles y en línea, ha aumentado el fraude digital en América Latina: el Informe Global de Fraude de Identidad 2021 reveló que cuatro de cada 10 fraudes financieros se realizan por canales digitales en Estados Unidos y América Latina.

Tan sólo en México, los números de denuncias por fraudes financieros y bancarios aumentaron un 52% durante el año pasado, según cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef). En total el organismo recibió más de 76,000 denuncias de usuarios por posibles fraudes financieros.

Estos fraudes financieros van desde transferencias electrónicas no reconocidas que se originaron a partir de llamadas telefónicas engañosas, hasta incluso el robo de identidad de usuarios y de datos sensibles.

Frente a esta situación las instituciones financieras han intentado proteger a sus usuarios con campañas de advertencia sobre estas prácticas, pero también implementando estrategias tecnológicas que les otorguen seguridad a los usuarios. Métodos como biometría física, códigos PIN, validación de identidad digital, entre otros, ahora son una necesidad para estas empresas en particular.

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Usar plataformas tecnológicas robustas para hacer más segura la experiencia del cliente es ahora más importante que nunca. Está comprobado que las organizaciones que invierten en experiencia digital y prevención del fraude obtienen mejores resultados y fidelizan a sus usuarios.

La industria financiera ha demostrado ser líder en cuanto a la innovación tecnológica y la implementación de procesos digitales que favorezcan la seguridad de los usuarios. A continuación, te presentamos las cinco prácticas tecnológicas que están ayudando a reducir el riesgo de fraude en el sector empresarial.

  1. Digitalizar documentos: Los procesos más sensibles al fraude en una empresa son falsificación de documentos y de datos dentro de los documentos, y suplantación de identidad. Con la digitalización se reducen estos riesgos, y actualmente ya existen plataformas como Expediente Azul que realizan la recolección e integración de documentos de manera digital y segura, lo cual reduce en 30% los errores en documentos enviados por parte de los clientes.
  1. Automatizar procesos: Esto permite acelerar, asegurar y generar certeza, al mismo tiempo que mayor productividad a nivel interno. La automatización de procesos de conexión, por ejemplo con Buró de Crédito y legal, candados de seguridad como la firma digital y electrónica, así como la validación de identidad y análisis de riesgo agiliza procesos hasta en un 200%.
  1. Almacenar en una única plataforma: Esto contribuye a que tanto las empresas como los usuarios puedan tener acceso a la información de forma segura e inmediata. Por ejemplo, existen softwares que proporcionan servicio en la Nube para que la empresa y el usuario puedan supervisar la consecución de sus procesos de forma remota y en tiempo real. Esto da la tranquilidad de tener todos los datos cifrados y respaldados en espacios virtuales externos a la organización, y permite incorporar múltiples usuarios, ejecutivos y clientes para tener acceso a su información en línea de manera simultánea.

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  1. Usar herramientas de reconocimiento de identidad: Combinar diferentes métodos de seguridad es valioso, pues ayuda a escalar la experiencia digital y dar confianza al cliente. La validación de identidad digital es esencial para evitar fraudes y falsificación de identidad. En este caso la prueba de vida, una práctica cada vez más adoptada para reducir la suplantación, es una de las que más se ha visto beneficiada de la digitalización al requerir de foto, video, audio o biométricos a distancia.
  1. Implementar micro procesos y softwares ágiles: La mayoría de las empresas tiene la idea de que implementar tecnología para su empresa implica mega sistemas, programas muy robustos y, en consecuencia, altos costos. Pero en realidad se trata de implementar micro procesos y recurrir a varios sistemas que impactan diferentes áreas simultáneamente o áreas clave en la empresa, así resulta costeable, contrario a si se aspira a digitalizar toda la empresa.

Con estas cinco prácticas, las empresas tienen la oportunidad de adoptar un nuevo enfoque de seguridad para ellas mismas, sus clientes y usuarios, además de generar confianza, al mismo tiempo que están contribuyendo en revertir las cifras de los fraudes digitales tan comunes en la actualidad.