América Móvil y DLA: ¿Mayor concentración de poder?

(México) El pasado martes 17 de octubre América Móvil (AMX) anunció la compra de la compañía DLA, empresa líder en Latinoamérica y el Caribe de soluciones de distribución de Video en Demanda para servicios restringidos tanto fijos como móviles.
La empresa cuenta con acuerdos con las principales proveedoras de contenido digital como BBC, Fox, Disney, Viacom, Warner, entre muchas otras. Así como su propia plataforma tecnológica para proveer una solución “llave en mano” que habilita servicios de Video en Demanda para consumidores en diferentes formatos.
De esta forma, consolida un servicio de entretenimiento a través de contenidos digitales variados que van desde televisión, música y contenido cinematográfico. Esto les facilita a sus clientes una oferta de servicios que no sólo se limitan a Video en Demanda o Pago por Evento, sino que además, a través de plataformas múltiples permite a los operadores la posibilidad de ofrecer otros Servicios en Demanda de Banda Ancha, IPTV y hasta telefonía móvil.
Todo esto puede lucir como un paso normal de la reiterada convergencia tecnológica que es el signo de los tiempos. Sin embargo, la operación amerita un poco más de exploración de mercado y regulatoria.
¿Por qué nos debe importar la compra de DLA por parte de AMX?
Resulta que DLA tiene entre sus clientes prácticamente a todos los operadores móviles y fijos que compiten directamente con América Móvil en Latinoamérica y el Caribe. Algunos ejemplos son: Sky, Cablevisión DF, Cablevisión Monterrey, Cablevisión Argentina, Telefónica (al menos en Colombia, Chile y Perú), TV Azteca, Maxcom, Megacable, Cablemás, Cablecom, Telecom Argentina, Cable and Wireless, Brasil Telecom, Oi, entre otros.
Sobra decir que en México, las principales empresas de televisión de paga también utilizan sus servicios y, que a través de esta adquisición, el principal operador de telefonía, tanto fija como móvil, así como de banda ancha en el país, se volvería proveedor de sus propios competidores.
Para enfatizar el asunto, podemos utilizar dos argumentos que AMX misma afirman como parte de su estrategia de publicidad; en primer lugar, la empresa tiene presencia en 95% de las operaciones digitales que se realizan en toda América Latina y el Caribe. Y en segundo, DLA se encuentra afiliado con 9 de las 10 plataformas encargadas de llevar los servicios de TV Digital a los países de la región.
La presencia que tiene DLA entre tal cantidad de clientes y el hecho de que la empresa sea adquirida por un competidor clave en casi todos los segmentos de las telecomunicaciones, hace indispensable que las autoridades, tanto de Telecomunicaciones como de Competencia de México y Latinoamérica deban, cuanto antes, empezar investigaciones para determinar si tal compra puede resultar en detrimento del ambiente de competencia.
El fundamento que justifica la preocupación respecto a la afectación de la competencia a causa de esta adquisición se encuentra en el hecho de que la plataforma de servicios de DLA no debe ser considerada como un insumo más sino una infraestructura comercial.
Como resultado, se vuelve inminente y absolutamente necesario que las autoridades regulatorias aseguren que esta adquisición cumpla con todas las condiciones regulatorias necesarias para no facilitar prácticas anticompetitivas por parte de América Móvil.
En específico, dado que la red de clientes de DLA incluye a la mayoría de los operadores competidores de AMX, es indispensable que las autoridades de telecomunicaciones y competencia aseguren que el poder recientemente adquirido por América Móvil no se traduzca en poder monopólico que dañe el ambiente competitivo en la región.
Por Ernesto Piedras.
Director general de The Competitive Intelligence Unit, Economista (ITAM-London School of Economist).