Así será la sanidad en el futuro

La telemedicina está en su infancia en España. En la sanidad pública su uso se ha limitado a proyectos aislados, mientras que las iniciativas privadas no han tenido un gran recorrido. Sin embargo, la crisis sanitaria actual ha puesto encima de la mesa la necesidad de empujar el desarrollo de servicios médicos a distancia.

La sobrecarga asistencial debido al Covid-19 ha obligado a realizar un seguimiento telefónico de enfermos leves del coronavirus y ha animado a cientos de miles de pacientes a utilizar la telemedicina para consultar otras patologías, evitando así acudir presencialmente a centros médicos. “El Covid-19 va a impulsar el avance de la telemedicina. Hemos dado en semanas un salto de cinco años“, explica Rafael García, consejero delegado de la empresa española de telemedicina Ever Health.

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García es optimista. “En el futuro, no hablaremos de la telemedicina porque formará parte del proceso convencional de atención médica. Lo habitual será en la mayoría de las ocasiones hacer una primera consulta a distancia: sacar el móvil y en tres clics tener una videoconsulta y sólo acudir a la atención asistencial cuando sea necesario”, pronostica.

En el caso de la sanidad pública, la crisis actual ha mostrado que queda mucho camino. “Las iniciativas son muy voluntaristas pero la administración no ha desarrollado estrategias claras de acceso digital a consultas o información personalizada. En Gran Bretaña, el NHS puso en marcha hace dos años el NHS Direct, con videoconsultas. Aquí, la Generalitat catalana acaba de sacar un concurso para montar una plataforma de telemedicina similar, pero con una cantidad económica muy modesta”, dice Santiago Cervera, CEO de Healthy Numbers.

En Madrid, hospitales como el Clínico San Carlos, La Paz e Infanta Leonor ofrecen teleconsultas. La adopción previa de sistemas digitales ha permitido al hospital madrileño Fundación Jiménez Díaz adaptarse mejor a la situación actual. Junto con el Infanta Elena y el Hospital General de Villalba, permite consultas telefónicas e incluso videollamadas. “Las herramientas digitales nos han permitido ser ágiles y flexibles a la hora de reorganizar la actividad para afrontar esta crisis. Sin esta base, la respuesta habría sido mucho peor, tanto para pacientes de la pandemia como para los que estaban en los circuitos habituales del sistema”, explica el doctor Juan Rey, director de Innovación Asistencial del Hospital Universitario Rey Juan Carlos.

“Ya teníamos formularios de seguimiento de pacientes para detectar aquellos que no tiene sentido que vengan al hospital para, por ejemplo, conocer los resultados de una prueba”, dice. Es algo común en dermatología, endocrino o controles de coagulación, donde el paciente puede revisar sus resultados online y hablar por teléfono con el especialista para comentar la prueba y ajustar la medicación. Ahora, “se ha abierto la caja de pandora”, dice Rey. Y añade: “Se han desarrollado muchos más, y lo que queda. La atención en los hospitales va a ser totalmente diferente en un futuro”.

La crisis también ha demostrado que la telemedicina puede aliviar la atención primaria. “Amplía el acceso a consultas médicas primarias, que no sean de emergencia, con lo que contribuye a aliviar a los sistemas nacionales de salud”, apunta la doctora Dra. María Sánchez, e-Health Medical Manager Cigna España, quien también destaca sus ventajas al ofrecer “continuidad en la atención a pacientes crónicos” con un ahorro de costes.

Los defensores de la telemedicina inciden en que su adopción mayoritaria en la sanidad pública permitiría un uso más eficiente de los recursos, aliviando la presión sobre la red, reduciendo las listas de espera y ofreciendo una solución a los habitantes de la España vaciada para que no vean mermada la calidad asistencial. “Se están cerrando centros en zonas con poca densidad de población. Con un sistema telemático, es posible que estos pacientes accedan a especialistas de primer nivel que puede resolver la consulta por esta vía en un 90% de las ocasiones. La Administración debería abanderarlo, pero va muy despacio”, apunta César Casado, cirujano plástico del Hospital de la Paz de Madrid e impulsor de la empresa MyDoctor App, que ofrece consultas a distancia con especialistas a partir de 2 euros.

EL COSTE, UNA BARRERA

En el sector privado, la pandemia actual ha empujado a muchas plataformas de teleconsulta a ofrecer sus servicios de forma gratuita durante el estado de alarma, lo que ha hecho crecer su base de clientes y de médicos. Es el caso de TopDoctors. “En España casi 500 doctores han activado nuestra telemedicina desde que empezara la crisis del Covid, y se han multiplicado por 30 las llamadas de médicos solicitando información e instalación de teleconsulta. La telemedicina ha llegado para quedarse“, dicen en este servicio privado.

Un caso similar ocurre con la plataforma Doctoralia, que el 19 de marzo puso en marcha un servicio de consultas online y el 25 lanzó su plataforma gratuita de videollamadas para profesionales sanitarios. Según sus datos, han atendido en España 19.200 consultas online y más de 4.300 videollamadas.

Sin embargo, Casado apunta a la dificultad que existe en España para lograr que triunfen servicios privados de telemedicina al margen de las aseguradoras. “Con un sistema público universal y gratuito y una sanidad privada muy barata a través de las aseguradoras que pagan a los médicos honorarios muy bajos, ¿cómo se convence al paciente de que pague una teleconsulta con un especialista? “, se plantea el impulsor de MyDoctor App. “Ahora que damos el servicio gratuito debido a la crisis del Covid-19 los médicos de la plataforma no damos a basto. La actividad cae un 80% en cuanto cobramos la consulta“, ilustra Casado.

“En los años que llevamos operando en España hemos visto desaparecer a más del 80% de los competidores”, certifica Rafael García. Un ejemplo es la start up Vida, que abandonó su proyecto en España al no lograr atraer a consumidores a sus teleconsultas de 20 euros. Ever Health, ahora en plena expansión en Latinoamérica, se ha centrado por ello en ofrecer su plataforma tecnológica a escuelas, empresas, hoteles, aerolíneas y seguros. La compañía cuenta hasta con un kit de telemedicina que permite, entre otras cosas, auscultar en remoto en tiempo real.

Teleasistencia para ayudar frente al coronavirus

Descongestionar los números de atención sanitaria y las urgencias hospitalarias fue el principal motivo por el que el Gobierno puso en marcha una plataforma gratuita de autoconsulta, ‘AsistenciaCovid-19’ que arrancó en la Comunidad de Madrid como proyecto piloto y se encuentra ya disponible en seis comunidades autónomas. Mediante ella, los usuarios pueden realizar autodiagnósticos, acceder a recomendaciones de actuación e información actualizada, y recibir recordatorios para realizar un seguimiento periódico del estado de salud.

Además de esta iniciativa, hay iniciativas privadas. Un ejemplo es #medicosfrentealcovid, donde se han inscrito más de 800 médicos de toda España para ofrecer de manera altruista su tiempo. En tres semanas han atendido más de 5.000 consultas. Esta iniciativa que está enfocada a despejar dudas ante casos leves o síntomas menores es una adaptación de los servicios de salud digital de Grupo DKV, que la compañía ha puesto en abierto, de manera gratuita, a disposición de las autoridades sanitarias y los profesionales con el apoyo de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

Otras de estas plataformas altruistas que han surgido recientemente con motivo de la crisis del Covid es Citamedicaencasa.es, una iniciativa para que personas que no tengan síntomas del virus encuentren a un profesional colegiado que les ayude con una primera orientación vía email o videollamada. En la web, que lleva apenas 3 semanas en funcionamiento, ya se han registrado más de 150 profesionales de la medicina y la psicología para poner al servicio de la ciudadanía su conocimiento y se han atendido más de 2.000 pacientes.

ASEGURADORAS

En el último año, la inmensa mayoría de las aseguradoras han incluido servicios más o menos desarrollados de telemedicina como una forma de dar un valor diferencial que les ayude a vender más.

Sin embargo, hasta ahora las compañías de seguros de salud han abordado con timidez esta opción. No se ha traslado su extenso cuadro médico presencial a la telemedicina. “Algunas dan servicios a distancia de medicina de familia, psicología o nutrición, o de algunas especialidades. Pero no se puede seleccionar y facturar una consulta telemática con un especialista de tu elección”, explica García. Y añade: “Esto va a cambiar radicalmente en cuestión de meses a raíz de la crisis sanitaria actual, que está ayudando a entender a médicos y pacientes que es una herramienta extraordinaria”.

Asisa acaba de lanzar un servicio para sus asegurados, sin ningún coste adicional, que permite consultas médicas a distancia en una veintena de especialidades que serán atendidas por especialistas del grupo HLA. La iniciativa se une a otros proyectos de sus planes de telemedicina.

En Sanitas, que lanzó su seguro digital Bua en 2016, aseguran que tenían ” en funcionamiento y engrasadas tanto las herramientas necesarias como a los profesionales” propios o del cuadro médico. La aseguradora habla de un aumento “exponencial” de los canales digitales estos días. “Hay 5.000 videoconsultas diarias, cuando antes del Covid-19 hacíamos unas 300 diarias”, indican. Para hacer frente a la situación, Sanitas ha reforzado los equipos médicos y actualmente tiene unos 2.500 profesionales que atienden por videoconsulta.

Por su parte, Cigna cuenta con una aplicación móvil gratuita, Wellbeing App, que ofrece a sus asegurados un servicio de videoconsulta médica y un servicio de telemedicina para que las empresas puedan ofrecer a sus profesionales atención médica sin necesidad de tener un consultorio físico en el trabajo.