Avances, proyectos y futuro del desarrollo argentino

Por el Lic. Fabián Ruocco, Tecnólogo Organizacional, diplomado en Vinculación Tecnológica (Ley 23.877), Director Ejecutivo de la UVT – CEDyAT, y de VinTecAr 4.0, y miembro de la Red de Expertos de Silicon Valley.

Nos encontramos en las puertas de una nueva realidad; la crisis desatada producto de la coyuntura mundial, primero con la Pandemia y luego con la guerra, ha motivado a avanzar hacia un destino incierto donde las decisiones sobre el buen uso de los recursos resultan vitales para sostener el crecimiento económico y donde el desarrollo sostenible es la norma, casi como una necesidad de preservación de la especie y su entorno.

En este camino avanza hoy Argentina, ante la demanda de recursos energéticos, productivos y tecnológicos alternativos. En la búsqueda y creación de nuevos proyectos que permitan abastecer y satisfacer estos altos requerimientos; gestando acuerdos prometedores, orientando y revalorizando el rol de los tecnólogos y los científicos; en  un contexto donde las Unidades de Vinculación Tecnológica vuelven a cobrar notoriedad como efecto dinamizante y articulador para las organizaciones más pequeñas.

Como piezas de ajedrez, la superestructura económica se asienta sobre las bases que van consolidando los distintos actores que conforman el mapa económico productivo nacional. La articulación entre el sector público, privado, las Unidades de Vinculación Tecnológica junto al aporte académico, organizan un esquema dinámico hacia un nuevo horizonte, en el que el aporte del Estado resulta más imprescindible que nunca para alimentar esa sinergia positiva.

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Recientemente, luego que la Honorable Cámara de Diputados de la Nación diera dictamen favorable a la actualización de la Ley de Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica, la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado dictaminó por unanimidad el proyecto que propone actualizaciones a la Ley 23.877. Si bien se trata de una Ley que ya tiene varias décadas de vigencia, no ha quedado obsoleta frente a una nueva organización mundial. Es una normativa que habilita muchos beneficios de doble vía para la articulación inteligente del sector público y el privado.

Con foco directo en el apoyo a las Pymes, este proyecto permite impulsar la innovación tecnológica desde las bases mismas, a partir de un avance productivo y económico ascendente. La actualización de esta Ley es fundamental para potenciar las capacidades propias y posicionar a nuestro país en el esquema internacional como potencia en la generación de recursos científicos y tecnológicos de calidad.

Asimismo, Argentina ya trabaja sobre este posicionamiento en el imaginario mundial a largo plazo, y es candidata para organizar la Expo Especializada en San Carlos de Bariloche en 2027, bajo el lema “Naturaleza + Tecnología = Energía Sostenible. Un futuro viable para la humanidad”.

Estas iniciativas, que parecen dispersas, hablan en realidad de una intención y una práctica. La idea de orientar la mirada global hacia las capacidades de nuestro país y generar políticas, proyectos y acciones que establezcan esta capacidad que aún necesita motivación y recursos para jerarquizarse en el contexto internacional.

Este año ha representado una bisagra en la materia, con grandes logros y avances que nos ponen en el sendero correcto y permiten construir un futuro compartido de crecimiento económico enfocado en las capacidades que supimos construir.