Blockchain reemplaza a los abogados

Muchas personas en Estados Unidos utilizan servicios online que les permiten establecer acuerdos legales sin necesidad de pagar a un abogado. Estas empresas le han puesto mucho más fácil a las personas, especialmente a los contratistas independientes y a los pequeños negocios, acceder a los servicios jurídicos y recibir lo que se les debe.

Ahora, las dos compañías más importantes de este mercado, Rocket Lawyer y LegalZoom, están experimentando con los contratos inteligentes de blockchain (cadena de bloques). En teoría, podrían ayudar a automatizar una parte importante del proceso y hacer que algunos servicios jurídicos sean más económicos y fáciles de usar para todos.

La misión de Rocket Lawyer es utilizar la tecnología para expandir el “acceso a la justicia”, según afirma Charley Moore, CEO de la compañía.

Los contratos inteligentes son unos programas informáticos que pueden ejecutarse en las redes de blockchain y automatizar pagos. La idea es que la cadenas de bloques realicen un seguimiento de todos los derechos y obligaciones de un contrato determinado y activen automáticamente los pagos mientras continúe vigente el contrato, sin que nadie tenga que perseguir esos pagos offline.

El servicio de Rocket Lawyer permite a los usuarios crear y firmar contratos, si bien la gestión de lo que legalmente establece el contrato generalmente se realiza offline. Por ejemplo, una empresa puede acordar pagar a un trabajador autónomo por realizar un trabajo específico o por entregar un producto en particular en un momento determinado. Con el uso de los contratos inteligentes, debería ser posible automatizar el seguimiento de estas partes del acuerdo, conocida como el “rendimiento”, explica Moore. Si funciona, podría ser una herramienta poderosa para los contratistas, pequeñas empresas y otros trabajadores que a veces tienen dificultades para que los empleadores les paguen a tiempo.

Rocket Lawyer no ha revelado muchos detalles todavía, pero ha lanzado una fase beta privada para un programa llamado Rocket Wallet , que describe como una plataforma para “la ejecución legal de contratos y el pago en la cadena de bloques Ethereum“. Para sacarlo adelante, también se ha asociado con una start-up de blockchain llamada OpenLaw y con la compañía de inversión centrada en Ethereum ConsenSys. Se espera que el producto esté disponible para su uso este año.

Mientras tanto, LegalZoom, el mayor competidor de Rocket Lawyer, ha comenzado a trabajar en la tecnología de los contratos inteligentes en colaboración con una start-up llamada Clause. Otra start-up, Monax, está probando una plataforma de contratos inteligentes basada en una red privada de blockchain y dirigida a los emprendedores y autónomos creativos.

El cofundador de OpenLaw, Aaron Wright, califica lo que están haciendo todos estos proyectos como un “protocolo jurídico” para blockchain. Las cadenas de bloques pueden permitirnos mover nuestros activos en todo el mundo de forma segura e instantánea, pero nunca desempeñarán un papel importante en el mundo real sin acuerdos legales que rijan todos estos nuevos tipos de transacciones, opina Wright.

Los contratos jurídicos basados ​​en blockchain quizás tengan sentido en teoría, pero aún se enfrentan una serie de problemas prácticos. Para empezar, las empresas a menudo quieren mantener sus contratos en privado, pero las cadenas de bloques están diseñadas para ser transparentes. Wright asegura que OpenLaw soluciona este problema almacenando evidencia de un acuerdo dentro de lo que se llama un “entorno seguro de ejecución”, una pieza de software que está separada de la cadena de bloques pública Ethereum.

Las partes pueden firmar digitalmente ese entorno de ejecución y el sistema puede registrar la prueba de que fue firmado en la cadena de bloques sin revelar la información subyacente. Este sistema también se puede utilizar para poner fin a un contrato inteligente, según asegura Wright.

Además, blockchain no será útil en todas las situaciones jurídicas. Lo que es “objetivamente verificable y comprobable en una cadena de bloques” incluye los saldos de cuentas, la prueba de propiedad de un token determinado o la información del mundo real presentada por una fuente de terceros llamada oráculo, explica Wright. Además, los contratos inteligentes son difíciles de crear sin introducir errores y los investigadores aún están desarrollando métodos para detectar las vulnerabilidades antes que los ciberatacantes. Finalmente, las criptomonedas en sí mismas son difíciles de usar para la mayoría de las personas y su precio es volátil.

Pero los usuarios del nuevo criptoproducto de Rocket Lawyer ni siquiera necesitarán interactuar con la cadena de bloques o usar la criptomoneda, afirma Moore. Todo eso se hará en el fondo. “No lanzamos ningún tipo de producto que requiera que nuestros usuarios tengan conocimiento sobre la criptomoneda“, concluye. “Ese no es el tipo de usuario al que servimos”.