CEO de Uber reconoce que quizá la empresa jamás será rentable
La endeudada Uber advierte de que sus gastos de explotación aumentarán significativamente en un futuro previsible, pero al mismo tiempo destaca el potencial de crecimiento de sus principales líneas de negocio, como argumento para aconsejar la inversión en su inminente salida a bolsa.
En el prospecto para inversores, la firma revela que ha acumulado una deuda de 7.900 millones de dólares (casi 7.000 millones de euros) entre su fundación en 2009 y el final de 2018. Tan solo en este último año, ha registrado pérdidas de 1.800 millones de dólares (más de 1.500 millones de euros) previa a la aplicación de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (si bien cabe contrastarla con una pérdida de 2.600 millones de dólares [unos 2.300 millones de euros] en 2017).
Entre los muchos factores de riesgo citados en el documento, Uber advierte de que está trabajando en sectores muy competitivos y de que las diferentes normativas legales plantean problemas que podrían resultarle muy nocivos. Añade que la firma podría llegar a no ser nunca rentable.
Algunos de los problemas son la presión ejercida en ciertos países para que los conductores de Uber sean inscritos como empleados y no como autónomos, y la incertidumbre que envuelve a una posible adquisición de Careem, una firma competidora en del lejano Oriente.
Si bien no ha revelado el precio estimado de las acciones, ni la suma de dinero que espera recaudar, CNBC y otros medios de información estadounidenses calculan que Uber venderá acciones por un valor total de 10.000 millones de dólares (más de 8.800 millones de euros) y que logrará una valoración corporativa en torno a los 100.000 millones de dólares (unos 88.400 millones de euros).
Dara Khosrowshahi, se ha dirigido a posibles inversores para indicarles que durante los últimos 18 meses la firma ha “mejorado la gobernanza y la supervisión del consejo de administración, ha creado un equipo de gestión más fuerte y cohesionado, y ha introducido los cambios necesarios para garantizar que la cultura de la firma premia el trabajo en equipo y alienta a los empleados a comprometerse a largo plazo “.
También ha advertido de que la firma no “rehuirá” los sacrificios financieros a corto plazo para obtener beneficios a largo plazo.