Cinco razones por las que Latinoamérica tendría que pensar en ciudades inteligentes

[influencers author=”Marco Antonio Damián” twitter=”http://www.twitter.com/marcodamian” linkedin=”https://www.linkedin.com/in/marcodamian” img=”https://media.licdn.com/mpr/mpr/shrinknp_200_200/p/4/000/12f/2ac/1fc321f.jpg” align=”right”]Gerente de Ingeniería Técnica de Panduit. [/influencers]Las ciudades del mundo están en constante crecimiento; según datos de Naciones Unidas, se prevé que alrededor de 70% de la población mundial habitará en centros urbanos para 2050. En Latinoamérica, el crecimiento demográfico es sostenido y el aumento de población se convertirá en un problema grave a menos que se logre mantener cierta armonía entre los aspectos espacial, social y ambiental de las localidades y de sus habitantes. Es en este marco que cobra relevancia el concepto de Ciudad Inteligente.

Mucho se ha hablado últimamente sobre la contingencia ambiental que enfrenta en estos momentos la Ciudad de México, y sobre el terremoto que sacudió a Ecuador recientemente, dos eventos regionales que han dejado estragos económicos y sociales con los cuales, los gobiernos de ambos países han tenido que enfrentarse de manera emergente.

El debate sobre las soluciones que se han implementado se ha inclinado mayormente a cuestionar su efectividad e impacto para la ciudadanía. El programa Hoy No Circula en la Ciudad de México y el aumento de impuestos para reconstruir los daños en Ecuador, sin duda, son soluciones que pueden funcionar a corto plazo, pero ¿qué pasará después?

Se puede decir que una Ciudad Inteligente es aquella que utiliza los avances tecnológicos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En la que se utilizan las tecnologías de información y de comunicación para instalar infraestructuras en red que mejoren la vida de los ciudadanos, posibiliten el desarrollo sostenible, permitan la optimización del consumo energético, fomenten mayor calidad en la prestación de servicios, mayor eficiencia de todos los recursos y mayor participación ciudadana.

Para Marco Damián, los gobiernos podrán usar herramientas para mejorar la prestación de servicios.

Para el 2020, 50 mil millones de unidades inteligentes estarán conectadas y el 90% del crecimiento en TI se generará a partir de la nube, el mundo móvil, las redes sociales, sus negocios y big data, según datos de Cisco. Con diversos niveles de avance ya se están aplicando instrumentos tecnológicos para resolver problemas concretos de la sociedad citadina. Mediante la instalación de sensores en la Ciudad de México y usuarios en redes sociales de movilidad, por ejemplo, se cuenta con información en tiempo real que puede medir cosas como intensidad de tránsito y la velocidad a la que transitan los autos. Con esos y otros instrumentos tecnológicos, se podrá tener información en tiempo real que servirá para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Poniendo lo anterior en perspectiva, habría que aprovechar toda la información que se genera a partir de estas tecnologías para plantear nuevas soluciones que mejoren la vida de quienes habitan las ciudades.

A continuación, se enuncian las cinco razones por las que Latinoamérica tendría que pensar en implementar soluciones tecnológicas para hacer de sus ciudades, Ciudades Inteligentes:

1. Trasporte/Movilidad: El proceso tendría que comenzar adoptando un método de diseño centrado en los ciudadanos y que tome en cuenta las consideraciones realistas que enfrentan los Gobiernos en cuanto a infraestructura y problemas a resolver, es decir, la gran cantidad de tráfico y cuellos de botella, saturación del transporte público en horas pico, entre otros. El eje de este procedimiento está en los datos: su recolección, integración, administración y utilización, es en esto, en donde radica la diferencia entre un sistema de transporte y movilidad que funciona para los ciudadanos y uno que falla. La congestión es una oportunidad y la tecnología para hacer realidad esta visión ya existe.

2. Ciudades más seguras: Con la recolección de datos que está en todas partes para todo tipo de propósito, la policía tiene nuevas maneras de aumentar su efectividad. Las instituciones de seguridad pública pueden reunir una incontable cantidad de datos sueltos y usar el análisis para derivar nuevos conocimientos y descubrir tendencias antes de que se conviertan en problemas sistémicos o incidentes criminales.

3. Lugares de vivienda y trabajo: Hoy en día, los dispositivos móviles y la conectividad a Internet está cambiando la naturaleza del trabajo. El tradicional edificio de oficinas se está volviendo obsoleto como lugar para el trabajo personal, las fronteras entre hogar y trabajo se están disolviendo con rapidez alentadas por la computación avanzada. El espacio que cambia y se comparte según las necesidades personales, permitirá el trabajo colaborativo presencial y virtual, mientras da a las empresas la oportunidad de reducir sus requisitos de espacio de oficinas y su consumo energético.

4. Redes electrónicas y sociales: A diferencia de varias líneas telefónicas, las redes sociales y aplicaciones de comunicación, como WhatsApp, permitieron a los ciudadanos constatar el estado de salud y ubicación de familiares y amigos tras el terremoto ocurrido en Ecuador. Aparte de la ayuda difundida a través de Twitter, esa red social, como otras, también fueron la ventana para que se propagaran rumores que alertaron a la población. En la Ciudad de México, por ejemplo, #HoyNoCircula fue “trending topic” al ser unos de los principales medios de comunicación ante las medidas que se estaban tomando por la contingencia ambiental. Las redes sociales permiten la proliferación instantánea de ideas y acontecimientos, y producción. Pueden aportar los caminos para que la gente se comunique con sus mundos privados y públicos, es por esto que habría que desarrollarlas en todo su potencial, además de un sistema intercomunicado de redes de confianza que aporten seguridad a través de tecnologías biométricas y de encriptado.

5. Prestación de servicios más eficiente: Las entidades del sector público son, en cualquier país, tal vez las más complejas de las organizaciones, porque sus funciones abarcan un universo muy amplio y diverso. Con la adopción sistemática de herramientas de desempeño y análisis, los organismos públicos pueden experimentar una mejora continua en la prestación de servicios. La tecnología es de gran ayuda en este concepto puesto que con ella, los organismos del sector público pueden desarrollar proyectos para focalizar mejor los recursos de los que disponen, reducir la burocracia y ahorrarles tiempo a los habitantes en los trámites.

Es un hecho que las Ciudades Inteligentes necesitan a la infraestructura física de red para cumplir con las exigencias que se requieren para evaluar e implementar tecnologías innovadoras, que habiliten las soluciones que den paso a las ciudades del mañana. Por esto, Panduit ofrece soluciones para clientes y gobiernos para resolver los desafíos más críticos de infraestructura física, aprovechando su enfoque de Infraestructura que cumpla los desafíos para tener un Mundo Conectado.