Cleantech, una oportunidad de negocio que marcará el futuro de la descarbonización
Consideremos en primer lugar la disrupción que suponen tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica, el internet de las cosas, o la impresión 3D, entre muchas otras. A diferencia de otros grandes avances tecnológicos de la historia, éstos no se dirigen a un único sector, sino que permiten desarrollar nuevos modelos de negocio, mucho más productivos, y con una gran potencial para transformar multitud de industrias. Además, éstas tecnologías son relativamente asequibles, lo cual facilita su rápida adopción y “democratiza” el emprendimiento innovador.
En BBVA llevamos mucho tiempo en la vanguardia de la disrupción tecnológica que afecta al sector financiero, tanto desde el punto de vista de la transformación de nuestro negocio como desde la inversión. En este ámbito hemos realizado inversiones estratégicas en neobancos como Atom en Reino Unido o Neon en Brasil, y también hemos realizado multitud de inversiones minoritarias en empresas en fases más tempranas de desarrollo a través de fondos como Propel o Sinovation.
En este vertical BBVA ha puesto el foco en impulsar empresas innovadoras con alto potencial de crecimiento en los mercados en los que tiene presencia el banco. Esto se realiza tanto desde el punto de vista de la inversión en su capital, a través de fondos especializados, como acompañándolos con soluciones financieras de forma ágil, flexible y adaptada a sus necesidades a través de BBVA Spark.
Así, realizamos inversiones en fondos de capital riesgo centrados en invertir en empresas de base tecnológica. En concreto, se han suscrito compromisos de inversión en un total de 15 fondos tecnológicos: repartidos entre España (Axon, Be Able, Extension Fund, Leadwind y Swanlaab, Bonsai y Life Extension), América Latina (ALLVP, Angel Ventures, Cometa, DILA, NAZCA y Rivwerwood); y Europa (Kreos Capital y Atomico).
Por otro lado, con menos de dos años de actividad, BBVA Spark ya opera en España, México, Colombia y Argentina y ha llegado a más 1.000 clientes, demostrando que BBVA puede ofrecer una banca integral para empresas tecnológicas, que incluye todos los servicios del banco y se adapta a sus necesidades específicas en cada etapa.
Por otro lado, la segunda macrotendencia, la descarbonización, implica la que es, posiblemente, la mayor disrupción de la historia económica. Antes de que termine el siglo XXI, debemos ser capaces de reducir a 1,5 ºC la tendencia del calentamiento global, que actualmente es de 3 ºC. Para ello, es necesario priorizar con carácter de urgencia la transición energética y el objetivo de ‘emisiones cero’ para 2050. Dos objetivos que, por fortuna, ya son prioridad en las agendas de los principales líderes de estado y empresariales.
En BBVA venimos redoblado la apuesta inversora ampliando el alcance para posicionarnos en la vanguardia en acción climática.
Los fondos Next Generation de la Unión Europea o la Inflation Reduction Act de Estados Unidos son ejemplos del fuerte viento de cola para todo lo relacionado con esta macrotendencia que implica también un enorme reto de disrupción para todas las industrias. Supone desarrollar nuevos materiales, diseñar nuevas formas de fabricar productos, cambiar las fuentes energéticas de combustibles fósiles a renovables, adoptar nuevos modelos de negocio y también implica cambios en los hábitos de consumo… todo ello para ser mucho más eficientes energéticamente y dejar de emitir gases de efecto invernadero.
Los costes estimados de adaptación y las necesidades para los países en desarrollo están en un rango de 215.000 a 387.000 millones de dólares por año en esta década, según la ONU.
En BBVA, venimos redoblado la apuesta inversora ampliando el alcance, precisamente para posicionarnos en la vanguardia también en la acción climática. En ese marco se encuentran una serie de inversiones directamente enfocadas en apoyar las soluciones tecnológicas de la descarbonización. En 2022, BBVA entró en tres fondos clave: Hy24, que busca invertir en proyectos industriales que lleven a escala comercial soluciones basadas en el hidrógeno verde; Lowercarbon, que está invirtiendo en las empresas que desarrollan tecnologías para absorber el carbono directamente de la atmósfera; y Fifth Wall Climate, líder en proptech que lanzó un fondo que busca descarbonizar la cadena de valor del sector de la construcción e inmobiliario. En 2023, además de reforzar la apuesta en Lowercarbon en su fondo de fusión nuclear, BBVA anunció la inversión en Just Climate, enfocado en soluciones para industrias de difícil abatimiento, como el acero o cemento; Suma Capital, centrado en biogás y economía circular; y la inversión en el fondo climático Decarbonization Partners I, centrado en invertir en compañías en fase de escalado industrial de sus soluciones climáticas.
Todos estos fondos climáticos alcanzan una cifra total de inversión que supera los 100 millones de euros. A través de nuestra participación en este tipo de fondos, esperamos un retorno financiero de estas inversiones y también obtener valiosos aprendizajes de compañías, modelos de negocio y proyectos que abordan soluciones de alto impacto en los actuales procesos emisores de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Estas inversiones nos permitirán ser pioneros en la financiación de compañías y modelos de negocio innovadores en este campo. Gracias a ellas, BBVA contribuye activamente a la descarbonización de la economía.
Estas inversiones se suman a nuestro objetivo de movilizar 300.000 millones de euros en negocio sostenible hasta 2025 para contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Se avecinan años apasionantes para estas nuevas empresas que van a cambiar el futuro y queremos acompañarlas en el largo plazo con las herramientas y la agilidad que necesitan para crecer con éxito.
Ver más: Alerta! ONU advierte que 2024 podría ser el año más caluroso de la historia
Ver más: La velocidad del cambio climático se acelera en la Antártida
Ver más: ¿Deberemos ajustar nuestros relojes por el calentamiento global?