Comienza la cumbre del G7 marcada por la guerra de Ucrania

Los líderes del G7, el grupo de las siete potencias occidentales, abrieron hoy su cumbre anual en Elmau, en Baviera, sur de Alemania, con la guerra de Ucrania como tema dominante y la perspectiva de dar una respuesta aún más contundente a Rusia.

Olaf Scholz, recibió ante ese castillo bávaro al resto de los líderes del G7 -Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia e Italia-, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al del Consejo Europeo, Charles Michel.

El canciller alemán quiso mostrar confianza sobre sus resultados: “Podemos tomar decisiones importantes (…) si actuamos unidos y con determinación”, afirmó.

“La cumbre del G7 es una oportunidad para poner claramente de relieve la unidad de sus miembros en estos tiempos turbulentos y de defender el progreso, la prosperidad, la paz y la seguridad”, señala el comunicado publicado por el Consejo Europeo. 

Según el organismo, en el marco del evento, que se prolongará hasta el 28 de junio, se celebrarán siete sesiones de trabajo que abordarán temas como la economía mundial, las asociaciones para los países en desarrollo, la política exterior y de seguridad, la sostenibilidad, la seguridad alimentaria, el multilateralismo y la transformación digital.

Para mañana se espera la intervención, en formato virtual, del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mientras su país sufre la ofensiva rusa sobre su mitad este y se reportan asimismo nuevos ataques sobre Kiev.

Ver más: Argentina busca una oportunidad económica en el G7

Previo a las sesiones a escala de las siete potencias, Scholz mantuvo una reunión bilateral con el presidente estadounidense, Joe Biden, quien expresó al canciller alemán la necesidad de mantenerse cohesionados ante “los retos a que nos enfrentamos”.

El presidente ruso Vladimir Putin esperaba “que, de una forma u otra, la OTAN y el G7 se dividan”, dijo Biden. “Pero no lo hemos hecho y no lo haremos”, agregó.

El tema dominante es la guerra de Ucrania, ante el que hay una “cohesión nunca vista” entre el G7 en torno a la voluntad de incrementar el apoyo al país y dar “una señal clara” a Rusia, según fuentes gubernamentales alemanas. Rusia, recordemos, fue expulsada del grupo, entonces G8, tras la anexión de Crimea en 2014.

El líder estadounidense aseguró en un mensaje en Twitter que “junto con el G7 anunciaremos que prohibimos la importación de oro ruso, una importación mayor que genera decenas de miles de millones de dólares a Rusia”.

El propósito de Biden es compartido por el británico Boris Johnson, según indicaron fuentes de su delegación, según las cuales el premier tratará de convencer al resto del G7 -es decir, incluidos los socios de la UE, Alemania, Francia e Italia- a unirse a esas sanciones.

 “Estas medidas golpearán directamente a los oligarcas rusos e impactarán en el centro de la maquinaria de guerra de Putin”, declaró el primer ministro británico Boris Johnson.

Otra de las prioridades de Estados Unidos en el G7 será el lanzamiento de “una colaboración global en infraestructuras” para respaldar a los países de bajos ingresos y medios; una iniciativa que los dirigentes del grupo acordaron explorar en su cumbre del año pasado en el Reino Unido.

Por parte del anfitrión alemán, el propósito de Scholz es “buscar consensos” tanto en el ámbito del G7 como en las reuniones a las que se sumarán mañana los líderes de los cinco países invitados -India, Indonesia, Sudáfrica, Senegal y Argentina-, en representación éste último de toda América Latina y el Caribe.

Alemania se propone impulsar en esta cumbre el llamado “Club del Clima”, al que Scholz quiere se unan, junto a las potencias, un amplio espectro de otros países industrializados, desde una perspectiva “inclusiva”, según fuentes gubernamentales.