Cómo afecta la caída del SVB en los planes de la Fed

Si hasta hace unos días la duda era si la Reserva Federal (Fed) subiría los tipos un cuarto de punto o medio punto, cifra que iba a variar en función de la inflación o el desempleo, la caída del Silicon Valley Bank (SVB) ha cambiado el panorama y podría hacer que el regulador pise el freno.

La estrategia del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, de acelerar el endurecimiento monetario para aplacar la inflación de Estados Unidos, se está viendo destruida tras el colapso de Silicon Valley Bank.

Powell sorprendió a los mercados la semana pasada con un discurso más agresivo, diciendo que el banco central podría tener que elevar las tasas de interés más rápido que la subida de 25 puntos básicos de febrero. Pero días después SVB y Signature Bank colapsaron y tanto la Fed como el departamento del Tesoro lanzaron programas de préstamos de emergencia diciendo que más bancos estaban ante riesgos de corridas.

El Departamento del Tesoro pondrá a disposición hasta 25.000 millones de dólares del Fondo de Estabilización Cambiaria como salvaguarda para el BTFP (Programa de Financiamiento a Plazo Bancario). Sin embargo, tal y como ha explicado la Fed, el banco central estadounidense no espera tener que recurrir a esos fondos.

Según explican los analistas de Jefferies “una de las mayores revelaciones sobre el fracaso de Silicon Valley Bank para conseguir capital fue el impacto de las subidas de los tipos de interés acumuladas durante el último año en sus carteras de valores”.

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Aunque Powell utilizó su testimonio para señalar la posibilidad de una subida de medio punto en la reunión de política monetaria del 21 y 22 de marzo, las nuevas turbulencias – un riesgo que el personal de la Fed volvió a pasar por alto – obligarán al comité de política monetaria a reescribir su libro de jugadas.

Ante la presión del mercado para que no se produzca ningún movimiento, algunos responsables de formular políticas podrían abogar por mantener el ritmo más moderado de subidas adoptado en febrero.

La agencia de calificación crediticia Moody’s ha empeorado su perspectiva sobre el sistema bancario de Estados Unidos, que baja a “negativa” desde “estable”.

Si bien el nuevo Bank Term Funding Program (BTFP) de la Fed es constructivo, Moody’s espera que las presiones persistan y se vean exacerbadas por el actual endurecimiento de la política monetaria, además del aumento en los costes de los depósitos, lo que reducirá las ganancias de los bancos, particularmente aquellos con una mayor proporción de activos de tasa fija.

“Nuestro caso base es que continúe el endurecimiento monetario de la Fed, lo que podría profundizar los desafíos de algunos bancos”, ha indicado la agencia, para la que aquellos bancos con menores pérdidas latentes, mayor capitalización, exposiciones sectoriales diversas y bases de depósitos aseguradas granulares estarán más protegidos o se beneficiarán de un “vuelo hacia la calidad”.

Asimismo, Moody’s anticipa que EE.UU. entrará en una recesión leve en la última parte de 2023, y que el crecimiento del PIB real permanezca por debajo de la tendencia en 2024, con un aumento gradual en la tasa de desempleo, lo que permitirá que la inflación disminuya, permitiendo a la Fed pasar a una postura de política neutral en 2025.