Cómo beneficiar los servicios públicos con transformación digital

Una de las mayores críticas a los servicios prestados por instituciones públicas, es la falta de rapidez y eficiencia en sus labores. Afortunadamente, el Big Data bien aplicado por el Gobierno, puede ser la solución a este dolor de cabeza.

Esta tecnología, de la que tanto se ha escuchado hablar desde el comienzo de la revolución 4.0, permite mejorar la eficiencia de los flujos de información, así como aprovechar grandes volúmenes de datos para gestionar respuestas a las necesidades de los ciudadanos.

Dependiendo del sector público en el que se aplique, el Big Data puede ayudar a mejorar la compresión de los fenómenos sociales y apoyar los diferentes programas que el Gobierno decida impulsar, por ejemplo, evaluando ciertas políticas desarrolladas de una manera más objetiva, recolectando datos y analizando el valor que tenga la información.

“La combinación de grandes cantidades de datos que manejan las instituciones públicas, les permite detectar patrones y diseñar soluciones a las problemáticas que se presenten. Esta es una manera sólida, integra y completa de abordar situaciones complejas”, señaló Marcelo Sukni, gerente general de SAS Chile.

Una oportunidad de crecimiento para todos

Transformar de esta manera instituciones que siempre han funcionado igual puede ser todo un desafío, pero así también una oportunidad. Para tener éxito en este plan, nuevos puestos de trabajo deberían crearse, como Chief Data Officers, que puedan capacitar a otros y crear nuevos especialistas.

En este sentido, la Transformación Digital requiere que los servicios públicos digitalicen sus procesos, así como el desarrollo de proyectos digitales que permitan obtener la data que les ayudará a mejorar sus servicios.

Para controlar y visibilizar de manera correcta los datos, se requieren diferentes plataformas que permiten el control de estos, además de ejecutar análisis de los mismos. Esta perspectiva es esencial para llegar a los resultados que los ciudadanos esperan.

En un mundo donde la experiencia que los usuarios tienen con sus dispositivos día a día, es inmediata, rápida y eficiente, por lo que las expectativas que los ciudadanos tienen de los Gobiernos y sus servicios públicos es alta.

La “obligación” de reestructurar la experiencia de los ciudadanos con las instituciones gubernamental requiere inversión en tecnología, consolidando la revolución de los datos como una oportunidad importante para cambiar para siempre la forma en la que les sirve a los ciudadanos.