Cómo sacar todo el partido a LinkedIn

Hace apenas dos décadas, buscar trabajo pasaba por recorrer la ciudad repartiendo el currículum o buscar ofertas en el periódico, una situación que hoy día es muy poco frecuente. La progresiva digitalización de la sociedad no ha dejado de lado la búsqueda de empleo, que ahora sucede a golpe de mensajes en redes sociales y por WhatsApp, currículos enviados por correo electrónico y, sobre todo, en portales en los que los usuarios se crean un perfil lo más completo posible y se apuntan a ofertas de trabajo.

Ya había portales de empleo cuando LinkedIn dio sus primeros pasos en 2002, pero conquistó el mundo —tiene en la actualidad más de 850 millones de miembros, según datos de la propia empresa— gracias a una propuesta que renovaba el panorama de la búsqueda de empleo ‘online’. Más que como un portal de ofertas, se presentaba como una red social profesional. Es decir, un lugar en el que compartir el currículo y solicitar los puestos de trabajo anunciados. Sin dejar a un lado poder conectar con otros profesionales o simplemente compartir distintos hitos laborales que se iban consiguiendo, incluso cuando no se buscaba empleo.

Veinte años después de su lanzamiento, LinkedIn es un lugar con un protagonismo destacado si se busca trabajo, pero también si se desea estar abierto a posibles mejoras, sin buscar empleo de forma activa. Sin embargo, para sacarle todo el partido a la plataforma y ser una de esas seis personas a las que se contrata cada minuto, según datos de la empresa, hay que ir más allá de crear un perfil rápido y esperar a que respondan sin más. “Es sumamente importante contar con un perfil profesional completo, ya que se convertirá en nuestra carta de presentación a la hora de buscar empleo o crear nuestra propia comunidad en LinkedIn”, explica Rosario Sierra, directora de negocio corporativo de LinkedIn España y Portugal.

Ese perfil completo significa, entre otras cosas, incluir una fotografía profesional; detallar la experiencia laboral, las funciones que se han desempeñado en el pasado, la educación y las aptitudes e intereses profesionales; o habilitar la función ‘Open to Work’, que indica que se está abierto a nuevas oportunidades laborales.

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Otro campo que se puede rellenar en el perfil y que aumentará la visibilidad del candidato es el espacio “Acerca de”. Según apunta Sierra, lo ideal es hablar en él de “nuestras ambiciones, experiencias o habilidades”, lo que permitirá conectar con otros profesionales y aparecer en búsquedas de empleadores. De hecho, “los miembros que incluyen un extracto reciben hasta 3,9 veces más visualizaciones del perfil”, indica la directora.

Por último, Sierra destaca también la importancia de continuar mejorando habilidades a través de formación ‘online’, algo que siempre debe incluirse en el perfil. En cuanto a qué habilidades resaltar, la directora de negocio destaca que las llamadas ‘soft skills’ o habilidades blandas (empatía, creatividad, comunicación…) se perfilan como algo diferenciado que cada vez más reclutadores buscan. Sin salir de la red social, es fácil obtener esa formación a través de la plataforma LinkedIn Learning, explica Sierra, aunque se trata de un servicio de pago.

Participar de forma activa

El perfil completo —y actualizado— es algo básico, pero debería ser solo el principio. LinkedIn no es un simple repositorio de currículos, sino una red social. Como tal, ser un participante activo, alguien que comparte contenidos de calidad, “nos ayudará a posicionarnos como expertos en nuestro sector y aumentará nuestra visibilidad”, indica Sierra. Compartir, generar conversación y participar en otras —hacer, en definitiva, ‘networking‘— es lo que marca la diferencia en LinkedIn. Además de lograr esa tan ansiada visibilidad, importante para estar en el radar de personas influyentes en el sector, los usuarios pueden también aprender de perfiles a los que hace unos años sería impensable tener acceso.

Para todo esto es fundamental contar con una red de contactos de la cual nutrirse, aprender y con la que se compartan intereses. “Las personas adecuadas nos ayudarán a crecer profesionalmente y nos llevarán a nuevas oportunidades laborales”, asegura. No se trata de aceptar a cualquiera con la simple esperanza de que en el futuro resulte de utilidad —un estudio publicado en 2020 en ‘Journal of Vocational Behavior’ concluyó que era la frecuencia de uso de LinkedIn y no el número de contactos lo que predecía mejoras en la carrera laboral—, sino de crear esa red de contactos con mucho esmero y pensando muy bien en a quién se quiere seguir y con quién será enriquecedor interactuar. La función de búsqueda y el uso de palabras clave son herramientas muy prácticas para esto, ya que permiten “encontrar a los creadores de contenido de interés o que hablen de temas relevantes para ellos”, indica Sierra.