Compra del Credit Suisse: ¿Hubo mala praxis financiera?

La Fiscalía Federal de Suiza ha abierto una investigación sobre la toma de Credit Suisse por parte de UBS, respaldada por el Estado Helvético con una inyección de liquidez de 100.000 millones de euros y garantías por 9.000 millones.
La fiscalía quiere asegurarse de que el centro financiero que es Suiza se mantenga “limpio”, dijo en un correo electrónico a la AFP.
“La fiscalía federal quiere cumplir proactivamente con su mandato y responsabilidad” de contribuir a un sistema financiero suizo “limpio” y ha establecido “seguimiento que le permite intervenir de inmediato en caso de que surja un problema dentro de su área de competencia”, ha indicado este fin de semana este organismo, que pilota el fiscal general Steffan Blättler, a Financial Times. Considera que hay muchos aspectos de la transacción que requieren investigación para investigar si pueden ser crímenes bajo la lupa de esta institución.
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El fin de semana del 18 y 19 de marzo, UBS acordó pagar 3.000 millones de francos suizos (3.200 millones de dólares) para comprar Credit Suisse, a 0,76 francos por acción, tras intensas negociaciones con el ministerio de Finanzas, el Banco Central y la autoridad suiza de supervisión del mercado (Finma), que también le ofrecieron garantías contra cualquier eventual sorpresa que se encontrara en sus cuentas.
Blättler ha emitido una serie de “órdenes de investigación” a organismos gubernamentales. Su oficina también se ha puesto en contacto con los gobiernos federal y cantonal y es probable que intente interrogar a autoridades clave en relación con la adquisición, si bien no ha detallado qué aspectos concretos de la operación resultan sospechosos.