COP 28: ¿A qué estamos jugando?

Esta COP resulta ser la más descarada de todas, no solo por realizarse en un país petrolero sino porque su presidente es un negacionista del cambio climático que se encuentra allí solo para negociar las próxima producción de petróleo.

¿Cual es el sentido de las COPS? A los ciudadanos nos cuesta millones de dólares la movilización de los políticos que se van anualmente de “paseo” al evento y al mundo le cuesta más destrucción climática gracias a las emisiones de los miles de aviones para movilizar este grupo de personas que nada le importa el futuro del planeta.

La gran pregunta es: ¿A qué estamos jugando?

El presidente de la COP28, Sultán al Jaber, escandalizó el pasado domingo a los delegados de la cumbre del clima, que se celebra en Dubái, al hacerse públicas unas declaraciones suyas en las que sostenía que pone en duda la ciencia sobre el cambio climático.

Con esa afirmación, Al Jaber no solo negaba lo que la ciencia ya afirma de forma categórica, sino que hacía caso omiso a lo que el IPCC, el grupo de expertos que asesora a la ONU sobre cambio climático.

El futuro papel de los combustibles fósiles es uno de los temas más controvertidos de la cumbre climática COP28. Mientras algunos abogan por la “eliminación progresiva”, otros piden un lenguaje más débil como “reducción progresiva”. Los informes científicos han demostrado que los combustibles fósiles deben reducirse rápidamente para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados, el objetivo del acuerdo climático de París, y un umbral por encima del cual los científicos advierten que será más difícil para los seres humanos y los ecosistemas adaptarse.

Al Jaber fue consultado por Mary Robinson, expresidenta de Irlanda y actual presidenta del Elders Group, un grupo independiente de líderes mundiales, si lideraría la eliminación progresiva de los combustibles fósiles.

Al Jaber dijo a Robinson que “no existe ninguna ciencia, ni ningún escenario, que diga que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo que va a permitir alcanzar el 1,5”. Dijo que había esperado acudir a la reunión para mantener una “conversación sobria y madura” y que no se apuntaba “a ninguna discusión alarmista”.

Al Jaber le pidió “por favor, ayúdeme, muéstreme una hoja de ruta para una eliminación progresiva de los combustibles fósiles que permita un desarrollo socioeconómico sostenible, a menos que quiera llevar al mundo de nuevo a las cavernas”.

La gravedad reside en que pone en duda el ingente conocimiento científico que hay al respecto y da alas a las corrientes negacionistas que, entre otros aspectos, se caracterizan por su desprecio a la ciencia. Algo especialmente grave en un año en el que las emisiones de combustibles fósiles —petróleo, gas y carbón— no ha parado de crecer debido al incremento de estas en países como India o China. Es una evidencia que el calentamiento global roza los niveles de seguridad que establece la ciencia.

El presidente de la COP reconoció también que las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 43% para 2030, como parte de los esfuerzos para lograr el objetivo de alcanzar la neutralidad cero y limitar el calentamiento a 1,5º C con respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, cuando le preguntaron por su preferencia respecto de los términos que se debaten indicó: “Eso no lo decido yo, deben decidirlo las partes”.

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