Cryptoeconomy: Bitcoin celebra el aniversario de su último halving con una valorización del 31,8%

Con una suba de casi un tercio de su valor en el último año, Bitcoin llegará este sábado 19 de abril al primer aniversario de su cuarto halving, que bajó el estímulo por bloque minado de 6.25 a 3.125 BTC. El halving es el proceso por el cual las recompensas a la minería se reducen a la mitad cada aproximadamente cuatro años, y es fundamental en el esquema antiinflacionario de la principal criptomoneda del mercado. Es que, dado que el pago a mineros es la única forma de creación de nuevos bitcoins, implica para el mercado una ralentización drástica de la oferta: la tasa de generación diaria de nuevos BTC de hecho se redujo de un promedio de 900 al nivel de los 450 bitcoins. Algo que en este ciclo y los anteriores ha derivado en una revalorización para Bitcoin. Puntualmente, el BTC operaba alrededor de los 63.850 USD el 19 de abril de 2024 y por la tarde de este miércoles se negocia alrededor de los 84.150 USD, dando un crecimiento anual de un 31,8%. Aunque esa cifra no llega a dimensionar los avances que la cripto lanzada en 2009 y todo el mercado cripto pudieron experimentar en los últimos 12 meses.
El precio de Bitcoin contra los principales índices y criptoactivos
Con su valorización anual de un tercio de su precio, Bitcoin pudo igualar e incluso superar los rendimientos para el mismo período de algunos de los principales activos de los mercados tradicionales. El índice S&P 500, por ejemplo, había cerrado el 18/4/24 apenas por encima de los 4967 USD y actualmente está en los 5236 USD, marcando un aumento apenas mayor al 5%. En cuanto a otros activos tradicionales, Bitcoin tuvo un comportamiento cercano al del oro, que aumentó un 39,7%, de 76840 USD a 107375 USD por kilo, lo que refuerza la idea del BTC como el equivalente a un “oro digital”. Y por otro lado superó ampliamente al aumento de la plata, que creció un 14,5%, de los 922 USD a casi 1056 USD.
Ahora bien, respecto al resto de las criptomonedas Top 10 (exceptuando, por supuesto, a las stablecoins pareadas con el dólar estadounidense), la comparativa resulta muy variada, viéndose superada por tres criptomonedas. Los mejores rendimientos anuales del top los tuvieron XRP (4ª por market cap), que cuadruplicó su precio, de 0.50 USD a 2.08 USD por unidad; y Tron (8ª), que pasó de 0.1099 USD a 0.2508 USD, valorizándose un +128%. Ya por debajo del nivel de Bitcoin, Cardano (10ª) ganó un 29,1%, pasando de 0.4687 USD a 0.6053 USD por unidad. Y BNB (5ª) pasó de 554.88 USD a 582.42 USD, con un modesto +5%.
Ethereum, Dogecoin y Solana, en cambio, marcan una caída anual. DOGE (9ª) cayó un 1,8%, de 0.1562 USD a 0.1534 USD. SOL (6ª) bajó un 9,5%, de 142.67 USD a 129.04 USD, en gran parte debido al enfriamiento en los últimos meses de las narrativas de las memecoins y los agentes de IA. Pero la mayor caída, con una pérdida de un 48,8% de su valor en el último año, fue para Ethereum, con un descenso de los 3059 USD a los 1565 USD que sigue poniendo en jaque gran parte de su narrativa y dominancia como la principal altcoin, incluso cuando aún sostiene un market cap de casi 190 mil millones de dólares, similar al monto de XRP y BNB combinadas.
El último año, cuarto a cuarto
Antes de repasar lo ocurrido en los últimos doce meses, es necesario revisar los movimientos del mercado justo antes del halving. El 10 de enero de 2024, tras años de negarse, finalmente la SEC aprobó once ETF spot de Bitcoin en Estados Unidos. Así, pesos pesados financieros como BlackRock, Fidelity, Ark Invest o Grayscale pudieron empezar a ofrecer vehículos regulados para que distintos fondos de riesgo, de pensiones y patrimonios institucionales pudieran tener exposición a Bitcoin sin necesidad de gestionar criptomonedas directamente. Entre enero y marzo de 2024, los ETF absorbieron más de 12.000 millones de dólares en flujos netos, generando una crisis de demanda justo antes de la crisis de oferta propia de cada halving. Como resultado, el precio del BTC escaló rápidamente desde los USD 42.000 del comienzo del año hasta un nuevo máximo histórico de USD 73.800 en marzo.
Abril, mayo y junio – Q2 2024
Algunos cambios estructurales se comenzaron a ver a partir del halving. El ajuste en la recompensa tuvo un impacto directo en la actividad minera, ya que provocó un cimbronazo en su rentabilidad. Algunos pools de mediana envergadura (y por lo tanto, de costos notables) debieron vender parte de sus reservas para cubrir sus gastos operativos. Otros reestructuraron sus actividades o incluso mudaron sus operaciones a regiones con un menor costo para la energía. Mayo fue un mes agridulce: mientras Ethereum vio la aprobación de sus propios ETF spot, para Bitcoin se hizo evidente un descenso del hashrate global, que se recuperó rápidamente el mes siguiente. Este trimestre se vio marcado por una oscilación de Bitcoin en la zona de los 60.000 a 67.000 USD por unidad, por debajo del nivel del ATH de marzo, y con los ETF viendo reducido su nivel de actividad hacia mediados de año. En paralelo, grandes holders como las “ballenas” de Bitcoin (wallets con más de 1000 BTC) aprovecharon la corrección post ATH para agrandar sus posiciones.
Julio, agosto y septiembre – Q3 2024
El tercer cuarto de 2024 vio una continuidad en la lateralización de precios de Bitcoin, que alrededor de todo el trimestre osciló entre los 54.000 USD (piso marcado a comienzos de agosto que se volvió a visitar a principios de septiembre) y los 68.000 USD, tope del trimestre marcado en julio, que recién se pudo recuperar a partir de octubre. Mientras Bitcoin mantenía su banda de flotación, por otro lado Ethereum perdía un 25% de su valor en el Q3, mientras otras obtenían considerables rendimientos, como Aave con su crecimiento del 60%. A nivel de exposición corporativa, los ETF recuperaron parte de su actividad y grandes empresas de la talla de Strategy (ex MicroStrategy) o Marathon hicieron compras muy considerables, de 26.000 y 8.000 bitcoins, respectivamente. En materia de adopción, nuevos bancos europeos comenzaron a ofrecer servicios como la custodia de criptomonedas a sus clientes corporativos, en concordancia con el vencimiento del primer plazo para la incorporación de los paquetes de medidas del MiCA, el acuerdo regulatorio de criptomonedas para la Unión Europea. Mientras tanto, en Estados Unidos comenzó a ganar tracción la candidatura de Donald Trump a la presidencia, con el magnate dando un entusiasmado discurso en la Bitcoin Conference, donde dejó entrever promesas que se volverían políticas luego de su asunción: la reserva estratégica, la negativa a vender bitcoins confiscados y esa voluntad de hacer de Estados Unidos “la capital mundial cripto y un superpoder en el ecosistema Bitcoin”. Su postura contrastó fuertemente con la de Joe Biden, cuya administración mantuvo una estrategia restrictiva liderada por la SEC. En este contexto global, Bitcoin aumentó su dominancia varios puntos y quedó listo para el rally visto sobre el final del año pasado.
Octubre, noviembre y diciembre – Q4 2024
La campaña electoral de agosto, las elecciones de noviembre y la enorme expectativa de diciembre consolidaron un trimestre marcado por la figura de Donald Trump, que el 5 de noviembre fue elegido nuevamente presidente de Estados Unidos. Esto funcionó como un disparador para el mercado, que reaccionó de inmediato: en las semanas siguientes, Bitcoin pasó de USD 72.000 a superar los USD 95.000, con gran ayuda de las entradas récord de los ETF y marcando sucesivos máximos nuevos. Ese rally se extendería hasta mediados de enero de 2025, cuando Bitcoin alcanzó su ATH vigente, de entre 109.000 y casi 110.000 USD, dependiendo del exchange del que se tome la referencia. Esta suba estuvo acompañada por un aumento del volumen en derivados, un pico en el open interest de opciones y una renovada expectativa dentro y fuera del mercado cripto. Alrededor de estas elecciones, Polymarket se convertiría en una herramienta clave para las inversiones especulativas, a la par de la popularización de Pump.Fun para la creación de altcoins y la participación altamente especulativa en el mercado cripto. La llegada del fin de año trajo asimismo cifras que permitieron dimensionar el crecimiento del sector durante todo 2024, año en el que Bitcoin redondeó un aumento de precio del orden del 120% y superó a todas las demás clases de activos: como referencia, el S&P 500 marcó ganancias del 25%. Los ingresos netos por ETF spot de Bitcoin alcanzaron los 16.500 millones de dólares para el año, con los de BlackRock y Fidelity recibiendo la preferencia de los inversores. Y si bien la corrección final del año llevó el precio a la franja de los 92.500 USD, la sensación tras haber superado por primera vez los 100.000 USD prometía un arranque de 2025 espectacular.
Enero, febrero y marzo – Q1 2025
El nuevo año continuó con el tono optimista del fin del anterior, pero hacia el final del primer cuarto había redondeado el peor Q1 en rendimiento de los últimos siete años. Fueron meses caracterizados por una significativa volatilidad donde la tendencia bajista en el precio terminó ganando la pulseada. De los 94.416 USD a los que Bitcoin abrió el año, al 31 de marzo se había perdido cerca de un 13% de ese valor, hasta el nivel de los 82.500 USD. Pero para llegar a eso, Bitcoin atravesó grandes movimientos que incluso lo llevaron a marcar un nuevo tope histórico, el ATH vigente al día de hoy, que según la plataforma se marca entre los 108.800 y los 109.900 USD. Como sea, la cifra habitualmente tomada como referencia quedó marcada por los 109.114 USD que señalan los más grandes exchanges centralizados del mercado para el 20 de enero, día de la asunción de Donald Trump. No obstante, la falta de un mayor volumen comprador volvió imposible sostener esos valores, incluso cuando las primeras medidas del flamante presidente fueron en la línea de sus promesas de campaña para el sector cripto. En este punto, no obstante, es imposible no tomar en cuenta el gran sentimiento de inestabilidad que generó la “guerra de aranceles” encarada por Trump contra el comercio internacional, puntualmente contra sus vecinos limítrofes Canadá y México, y sobre todo con China. Estos movimientos volvieron a acomodar el interés inversor a gran escala, que pasó de los activos riesgosos como las criptomonedas y las acciones de empresas tecnológicas a refugios más tradicionales, como los bonos y el oro, que este año tuvo un crecimiento fenomenal que equiparó su comportamiento en los últimos 12 meses con el de Bitcoin. En concordancia, no obstante, los inversores institucionales más convencidos aprovecharon las nuevas correcciones, totalmente naturales para el mercado cripto y más aún teniendo en cuenta que se venía de dos años de crecimiento constante, para agrandar posiciones.
Hechos recientes y proyección para el resto del año
Luego del piso de 2025, marcado el 7 de abril en el orden de los 74.830 USD por unidad, Bitcoin busca su recuperación, habiendo alcanzado un nivel cercano a los 85.000 USD solo una semana después. A pesar de la caída del 23% desde el pico, los fundamentals siguen intactos, los ETF no registran salidas significativas, el suministro en exchanges (que puede indicar voluntad vendedora) sigue en mínimos, la acumulación de las grandes ballenas institucionales sigue su curso y el hashrate se mantiene en su mayor punto histórico. Además, en un contexto de caos global comercial y geopolítico, Bitcoin sigue siendo adoptado como hedge contra la devaluación global de las monedas fiduciarias y como seguro frente a posibles escenarios extremos. Dicho esto, también es posible identificar en los acontecimientos de los últimos meses un impulso basado en el desarrollo de infraestructura, la adopción institucional, los avances regulatorios y la cada vez mayor escasez de Bitcoin como activo; un escenario mucho más sostenible en el tiempo que los rallies basados en la estacionalidad del retail o la formación de momentums especulativos descontrolados.
A un año de su último halving, Bitcoin no sólo selló el triunfo de su propia narrativa y se integró a los mecanismos financieros globales, sino que además fue volviéndose cada vez más escaso, más difícil de obtener, más buscado por grandes inversores y más aceptado a nivel comercial. Tal vez ése sea el verdadero cambio generado por el comienzo del ciclo de este cuarto halving, que no debemos olvidar que tiene otros tres años por delante, no se haya dado en materia de precios y rendimientos, sino por la consolidación de su lugar dentro del sistema económico y financiero del mundo actual. Un mundo de cambios constantes y voraces, todavía lleno de problemas del viejo mundo del dinero. Algo que Bitcoin vino a resolver hace ya más de 15 años.
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