Cryptoeconomy: Bitcoin es una respuesta, aún más en tiempos de crisis

Estamos viendo días de tensión en los mercados, con algunos momentos de pánico incluso. La fuerte política de tasas a productos internacionales de Donald Trump generó un efecto rebote, y otros países respondieron fortaleciendo aranceles contra productos estadounidenses. El comercio internacional entró en una zona pantanosa: los mercados asiáticos se desplomaron y el mercado cripto, integrado a la economía global hace años, también sufrió las consecuencias.
Los precios cayeron de forma generalizada: Bitcoin tocó un piso apenas por debajo de los 75.000 USD, un valor no visto desde octubre del año pasado. La mayoría de los criptoactivos estuvieron en rojo, intensificando un proceso de correcciones de precios vinculado a los ciclos de este mercado, tras dos años de gran crecimiento para Bitcoin y el ecosistema. Sin embargo, hoy el BTC, que durante esta semana osciló entre 78.000 y 80.000 USD, mantiene un precio muy superior al de hace un año. Recordemos que en abril de 2024, tras el cuarto halving, los bitcoins se conseguían por poco más de 61.000 USD, y el precio siguió cayendo hasta comienzos de septiembre.
En aquel momento, el creciente favoritismo de Trump en las votaciones estadounidenses y su posterior elección como presidente desencadenaron un rally sostenido en octubre y noviembre, seguido de una corrida alcista más fuerte tras las elecciones, elevando el precio a los máximos de diciembre de 2024 y enero de 2025, alcanzado aproximadamente los 108.000 y 109.000 USD respectivamente. Hoy, las políticas de Trump generan efectos contrarios en cripto y otros mercados.Sin embargo, es importante remarcar que, en medio de este escenario de caídas generalizadas, Bitcoin mostró una corrección más moderada en comparación con otros activos tradicionales. Por ejemplo, el índice S&P 500 cayó un 4.8% el 4 de abril, marcando su peor día en cinco años. Y el Nikkei 225 de Japón experimentó una caída del 12.4% el 5 de abril, una de las más pronunciadas en su historia reciente. Estas cifras muestran la volatilidad en los mercados tradicionales durante ese período, en contraste con la corrección más moderada que experimentó Bitcoin. Esto remarca su rol como activo con fundamentos sólidos y su capacidad para resistir turbulencias incluso en entornos económicos globales adversos.
Ante esto, hay que entender dos cosas: primero, que cripto no enfrenta una crisis propia, sino los ecos de una guerra comercial que podría aumentar la inflación global, romper cadenas de suministro y empujar al mundo o a grandes zonas comerciales a una recesión; segundo, que, más allá de los precios actuales, esta situación refuerza un escenario global donde Bitcoin se consolida como refugio y método de transferencia de valor, cada vez más interoperable con otros mercados. A diferencia de otros activos, Bitcoin opera en un mercado 24/7, sin horarios ni fronteras, y cuenta con una emisión limitada a 21 millones de unidades, lo que le da una lógica deflacionaria que aumenta su atractivo frente a monedas tradicionales que pueden ser devaluadas a voluntad por los gobiernos.
Momentáneamente, Bitcoin y cripto en general muestran una afectación por el panorama general. Es posible que en los próximos dos, cuatro o incluso seis meses, el precio continúe lateralizando, acompañando la incertidumbre en los mercados globales. Sin embargo, es importante no perder de vista su relevancia: estamos en un mercado alcista en etapa de corrección, y Bitcoin sigue siendo adoptado por empresas, gobiernos y personas desde hace más de 15 años. Es un activo volátil, sí, pero con fundamentos sólidos y un potencial que lo posiciona para alcanzar nuevos máximos en este y próximos ciclos.
Por eso, es clave recordar que los fundamentos de Bitcoin permanecen intactos: seguridad, privacidad e independencia de los gobiernos, una alternativa para transferir valor cuando monedas fiat quedan castigadas por países externos, y su interoperabilidad con diversos instrumentos y mercados globales. En pocas palabras, Bitcoin ofrece respuestas y oportunidades en medio de la incertidumbre y el riesgo. En la era de la hiperfinancialización, los mercados a veces se contagian entre sí, pero no dudo que el de las criptomonedas demostrará nuevamente su capacidad para empoderar a personas y empresas, especialmente en tiempos de crisis. Mis perspectivas siguen siendo positivas y creo que a finales de 2025 podríamos tener un movimiento alcista de Bitcoin.
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