¿Cuál es la próxima gran crisis europea?

Europa tiene que abordar políticamente el rápido envejecimiento de su población y hacerlo de una forma integral.

Con ese objetivo, la Comisión Económica de la ONU para Europa (UNECE) ha lanzado unas directrices que exigen el desarrollo de un Marco Estratégico para la Transversalización* del Envejecimiento para asegurar su consideración e integración sistemáticas en las políticas públicas.

Para el año 2050, aproximadamente una de cada cuatro personas en la región que cubre la Comisión tendrá más de 65 años.

Bruselas indica que para 2070 habrá menos de dos europeos trabajando por cada persona por encima de la edad de jubilación, lo que añadirá gastos inmensos en pensiones y sanidad para los Estados. En esta línea, los líderes del bloque buscan alternativas para mitigar el impacto, aunque reconocen que en este punto la colisión con este iceberg económico ya es probablemente inevitable.

Es notorio que el envejecimiento de la población afecta a casi todos los aspectos de la sociedad, por eso el cambio necesario para adaptarse a las implicaciones del envejecimiento de una población que vive más tiempo no se puede lograr sin un esfuerzo de todo el gobierno y de toda la sociedad.

El último reporte sobre el envejecimiento de la Comisión Europea prevé que la población total de la UE disminuya a largo plazo, y que también experimente un “cambio significativo” en su estructura de edad en las próximas décadas. De hecho, según Eurostat, la población total se reducirá un 5% entre 2019 (447 millones) y 2070 (424 millones). Asimismo, la población en edad de trabajar (20-64) disminuirá marcadamente de 265 millones en 2019 a 217 millones en 2070, incluso teniendo en cuenta los flujos migratorios.

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El Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento adoptado en 2002 ya lo preveía y recomendaba la integración sistemática de los problemas del envejecimiento en todos los ámbitos políticos pertinentes y en todos los niveles de las políticas.

Para abordar los desafíos los gobiernos pueden encontrar obstáculos tales como:

  • – la falta de conocimiento y conciencia de las preocupaciones y ventajas que trae el envejecimiento de la población y las necesidades de diferentes grupos de edad, incluidas las personas mayores
  • – la falta de compromiso y recursos políticos
  • – la experiencia limitada en la integración sistemática del envejecimiento
  • – los posibles enfoques aislados y fragmentados junto con la falta de coordinación eficaz y la coherencia de las políticas
  • – la falta de información y datos para respaldar el análisis y la definición basada en evidencia de metas estratégicas, objetivos y actividades, así como su seguimiento y evaluación

“Las bajas tasas de fertilidad y una gran cantidad de baby boomers que se jubilan se suman al impacto de las ganancias continuas en la longevidad en el equilibrio entre trabajadores y jubilados. Los cambios fuertes en estos últimos años pueden desestabilizar gravemente los sistemas de pensiones de reparto, la configuración típica de los planes de pensiones públicos en los Estados de la UE”, advierte una portavoz de la Comisión Europea a CincoDías.

“La disminución constante de la mano de obra podría conducir a mercados laborales ajustados, y varios Estados miembros ya experimentan escasez para ciertos perfiles”, explica la portavoz de Bruselas .Desde la Comisión Europea también indican que, dada la reducción prevista de la población en edad productiva (grupo de edad de 25 a 54 años) en muchos países, se prevé que la oferta laboral total en la UE disminuya una media del 0,3% anualmente, lo que corresponde a una reducción del 16% (32 millones personas) en el periodo hasta 2070.

Desde Bruselas resaltan que en la última década se han “logrado avances” en la UE para mitigar las implicaciones fiscales del envejecimiento de la población. Por ejemplo, las edades efectivas de jubilación se han elevado y los sistemas de pensiones a menudo se han mejorado mediante mecanismos de ajuste automático. Sin embargo, señalan que el progreso es desigual, y que se calcula que varios Estados miembros experimentarán fuertes aumentos del gasto, lo que pone en riesgo la sostenibilidad fiscal. “Además de los mayores costes de las pensiones, se espera que se incrementen los gastos de atención médica y de atención a largo plazo a medida que la población envejece y crece la demanda de estos servicios públicos”, indican.

Integrar el envejecimiento es clave para implementar el Decenio de las Naciones Unidas para el Envejecimiento Saludable (2021-2030) proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas que pide “acciones concertadas, catalizadoras y colaborativas para mejorar las vidas de las personas mayores, sus familias y las comunidades en el que viven”.