¿Cuáles serán las tendencias tecnológicas que darán forma a la innovación en 2023?

A lo largo de 2022, el mundo ha explorado a fondo las aplicaciones del internet de las cosas, se ha maravillado con las posibilidades que abre la tecnología cuántica y ha asistido al crecimiento imparable de sectores de emprendimiento como el ‘proptech’, el ‘edtech’ y el ‘HR tech’. Pero algunas de las tendencias que más prometían este 2022 han sufrido a lo largo del año importantes contratiempos, como es el caso del metaverso: uno de sus principales actores, Meta, está sumido en una crisis a la que no es ajena su decidida apuesta por esta tendencia. Aunque, por supuesto, hay muchas otras empresas trabajando para que alcance todo su potencial aún latente.

“Toda gran tendencia suele sufrir altibajos”, explica Robert Altes, director de BBVA Open Innovation. “Se alcanza un punto en el que estás forzando unos cambios demasiado disruptivos a nivel regulatorio, social y monetario; y después llega una corrección”. David Alayón, CEO y cofundador de la consultora especializada en innovación social Innuba, también destaca la distancia del ‘hype’ a la consolidación (lo que Gartner llama el ciclo de la sobreexpectación): “En el mundo de las tendencias siempre hay un ‘gap’ entre lo nuevo y llamativo y lo que finalmente se materializa”.

“En el mundo de las tendencias siempre hay un ‘gap’ entre lo nuevo y llamativo y lo que finalmente se materializa”

La evolución de la tecnología tampoco puede predecirse sin tener en cuenta el contexto socioeconómico y geopolítico. En su especial ‘The World Ahead 2023’, The Economist identifica otra clase de tendencias para el año que vendrá, como la alta posibilidad de una recesión global, consecuencia de la inflación, la crisis energética o el impacto del conflicto en Ucrania. “Las tendencias que se impondrán serán aquellas que pueden dar respuesta a los grandes problemas, como la sostenibilidad o la escasez de alimentos”, señala Isabel Fernández Peñuelas, directora de Estudios de Futuros en el ‘think tank’ The Futures Factory.

Un año lleno de posibilidades

Atendiendo a los desafíos contemporáneos, el pulso del ecosistema emprendedor, los flujos de inversión y la opinión de los expertos, estas son las tendencias para 2023 identificadas por BBVA Spark, aliado esencial de las empresas que están definiendo el futuro:

‘Foodtech’

La innovación en materia de nutrición, producción y gestión de alimentos está llamada a dar respuesta a algunas de las principales crisis que afronta la humanidad, como el hambre —con una previsión de hasta 2.000 millones de personas que podrían verse en esta situación para 2050— o la pérdida de recursos naturales (casi el 90% de la deforestación es resultado de la expansión agrícola). El sector ‘foodtech’ será tendencia, considera Isabel F. Peñuelas de The Futures Factory, “porque responde a una necesidad real y urgente: en noviembre hemos sobrepasado los 8.000 millones de personas”. Asimismo, “el ‘foodtech’ está vinculado a un movimiento global relacionado con la toma de conciencia sobre la alimentación y la salud“, explica David Alayón, de Innuba. “Además del movimiento vinculado con la comida ‘plant-based’ (a base de plantas), veremos soluciones comerciales de alimentos de origen animal cultivados en laboratorio”.

‘Cleantech’

“El ecosistema emprendedor es el protagonista de la revolución sostenible”, afirma Altes. “Hay dos megatendencias, la descarbonización y la disrupción tecnológica, que tienen el potencial de transformar todas las industrias“. Liderando el cambio encontramos a las ‘startups cleantech’, que se valen de las tecnologías limpias y la innovación para conseguir un impacto positivo en el medioambiente. Desde vectores de energía más eficientes hasta nuevos combustibles, pasando por la economía circular, son muchos sus ámbitos de actuación. “La movilidad eléctrica va a despuntar de forma considerable, así como múltiples energías renovables que van a tomar más relevancia, como es el caso del hidrógeno verde y la energía solar fotovoltaica, entre otras”, predice. Con hitos como el anunciado recientemente por el Departamento de Energía Estados Unidos en materia de fusión nuclear (un proceso que por primera vez ha generado más energía de la que se empleó para iniciarla) o sectores al alza como la producción de hidrógeno verde, la innovación limpia sin duda dará que hablar en 2023.

“El ecosistema emprendedor es el protagonista de la revolución sostenible”

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‘Deeptech’

Las ‘deeptech’ desarrollan soluciones basadas en investigaciones científicas y avances tecnológicos como ‘deep learning’ (aprendizaje profundo, una rama de la inteligencia artificial), con aplicaciones prácticas que buscan dar respuesta a las problemáticas sociales más relevantes. Este tipo de ‘startups’ ofrecen una doble ventaja, según el fondo estadounidense especializado en ‘deeptech’ Draper Cygnus: la capacidad de crear valor de mercado (de 424.000 millones de euros en conjunto en 2022) y de producir una transformación positiva global. Por eso, son una opción cada vez más atractiva para la inversión de capital riesgo. “La IA está generando optimizaciones energéticas espectaculares y mejoras en el mundo de la salud”, explica David Alayón de Innuba. Isabel F. Peñuelas, de The Futures Factory, expone otro caso de uso: “El ‘machine learning’ se está aplicando al descubrimiento de nuevas enzimas que destruyen mucho más rápido el plástico”.

Neurotecnología

“Pensando en cuál podría ser la tendencia que asombrará al mundo en 2023, yo apostaría por la neurociencia y las interfaces cerebro-máquina“, afirma Isabel F.Peñuelas. Y aunque Elon Musk, fundador de Neuralink, declaraba hace poco su intención de realizar las primeras pruebas de implantes neuronales en humanos en seis meses, esta clase de productos deben seguir un largo recorrido para lograr la aprobación de las autoridades sanitarias. Pero Musk está lejos de ser el único emprendedor trabajando en soluciones innovadoras para mejorar la salud mental, tratar enfermedades neurológicas o curar lesiones cerebrales; y se espera que la neurociencia alcance un valor de mercado de 41.400 millones de dólares para 2030. “Podría pasar que este año viésemos al primer humano conectado con un chip en el cerebro”, aventura Fernández Peñuelas.

Finanzas embebidas

Continuando la revolución que vive el sector financiero desde hace años de la mano del ‘open banking’, ‘Banking-as-a-Service’ y las ‘fintech’, este 2023 podría ver el auge de las llamadas finanzas embebidas. Basadas en API (Interfaces de Programación de Aplicaciones), permitirán ofrecer servicios financieros directamente a través de plataformas de terceros. Para Altes, las finanzas embebidas “se traducen en una necesidad de servir mejor y fidelizar al cliente a través de plataformas y ecosistemas donde se crea un ‘network’ de usuarios y comercios”. Estos ecosistemas pueden integrar productos “desde una tarjeta de crédito o débito a pagos digitales, préstamos, seguros o inversiones”, explica.

La innovación, un entramado interconectado

En este momento de efervescencia tecnológica, hay todavía muchas otras tendencias que podríamos mencionar: la edición genética, con un gran impacto potencial en el ámbito ‘foodtech’; el ‘blockchain’, aplicado a la ciberseguridad (por ejemplo, en la construcción de identidades digitales seguras que posibiliten las finanzas embebidas), las finanzas descentralizadas, la Web3—una evolución de internet que promete recuperar la descentralización gracias a tecnología ‘blockchain’—, las experiencias inmersivas, sectores como ‘legaltech’ (tecnología aplicada a los servicios legales) …

Inteligencia artificial adaptativa, ‘superapps’ o sistemas inmunológicos digitales son algunas de las tendencias tecnológicas más destacadas del año que está a punto de comenzar, según la consultora Gartner. Para Deloitte, la robótica (cada vez más autónoma y precisa), el ‘spacetech’ para conquistar el espacio o la ingeniería biomolecular estarán entre las tecnologías emergentes que liderarán la innovación en 2023.

Pero solo hay algo más difícil que augurar qué tendencias marcarán nuestro futuro, y es predecir el impacto que tendrán. Alayón recuerda la llamada ley de Amara: “Tendemos a sobrestimar los efectos de una nueva tecnología a corto plazo, mientras que subestimamos su efecto a largo plazo”. Con infinitas posibilidades por explorar y potenciales insospechados, no podemos esperar a ver qué nos deparará la innovación este 2023.