Cuáles son los beneficios de las startups que invierten en otras startups

Las startups han sido las grandes protagonistas de las inversiones en América Latina durante 2021, y prometen serlo también en 2022. México, en particular, es el país de la región más atractivo para la expansión de las empresas emergentes: apenas el año pasado se superó el récord de 3.400 millones de dólares de capital privado desplegado en el ecosistema de tecnología y emprendimiento, según el estudio “Soft Landing in Latin America” de Endeavor, Google, Mastercard y General Atlantic.

El evidente atractivo de este mercado hace que las startup se topen frecuentemente con la obligación de tomar decisiones cruciales en materia de inversiones: apostar por sumar más personal, aumentar la publicidad, expandirse a otros países y aliarse con otra empresa son las alternativas más recurrentes. 

Es así que estas compañías emergentes podrían estar delineando un nuevo modelo de inversiones impensado años atrás entre empresas convencionales: lejos de la competencia descarnada, cada vez es más común observar alianzas entre startups como una apuesta por el talento y por la calidad profesional de los fundadores.

Es que todas ellas comparten una máxima: buscan atender una necesidad y crecer en el proceso, y con eso en mente, están desafiando lo que se ha convertido en una máxima de los negocios tradicionales. 

“Al invertir en otras startups no se está alentando a la competencia, sino que se está trabajando en equipo para acelerar el crecimiento de ambas. Además, al igual que cuando compras entradas para ver a tu artista favorito, cuando inviertes en una startup a la que le tienes fe, estás apoyando y contribuyendo con su expansión”, explica sobre su propia experiencia Valeria Morillo, Content and Press Agent de ComunidadFeliz, una startup dedicada a la administración de edificios que acaba de recibir una inversión de BUK, otra que se dedica a los recursos humanos. 

Otro punto importante sobre este fenómeno es el vínculo que genera el inversionista con el proyecto al invertir, ya que además de aportar con dinero, suma sus ideas y agrega valor. El intercambio de consejos, metodologías para resolver problemas y el beneficio económico son algunos de los beneficios que destacan los inversionistas que quieren hacer crecer cierto capital mientras logran un impacto positivo.

Ver más: Apple otra vez en el banquillo de los acusados

Pero, por supuesto, para estar ante una buena inversión es necesario corroborar una serie de cualidades de la compañía emergente en cuestión vinculada, entre otras cosas, a la escalabilidad. En otras palabras: ¿Esta empresa tiene futuro? Aquí, 5 señales de que sí lo tiene. 

  • Tiene un buen producto: Aunque parezca obvio, una empresa que se preocupe por tener un buen producto va a marcar la diferencia. Por eso, preguntar sobre su experiencia a personas que utilicen el producto activamente antes de invertir en la startup puede ser un buen paso para comenzar.
  • Sus trabajadores dan buenas referencias: Además de los clientes, la otra opinión crucial para definir el éxito de un emprendimiento es la de sus trabajadores, que son en definitiva quienes hacen a la empresa. ¿Se sienten felices con el entorno y condiciones de trabajo? ¿Los sueldos son justos? ¿Tienen oportunidades de proyección? 
  • Tienen sus números claros: Tener las “cuentas claras” es un indicio de que toda la estrategia está orientada a resultados y que está en mente la rentabilidad del negocio. Tener definidas unas 5 a 10 métricas principales en la startup también ayuda a medir el éxito que se tiene en los objetivos durante ciertas etapas del trimestre.
  • El modelo de negocio es transparente: Sin muchas vueltas innecesarias, tener claridad en cuanto a cómo se atiende la necesidad mientras se gana dinero es importante. Este modelo de negocio debe ser realista y tener etapas claras, desde la captación hasta la posventa del cliente.
  • La idea es innovadora o atiende una necesidad latente: ¿Qué hace a esta startup realmente valiosa? ¿Ofrece un producto o servicio que nadie más ofrezca? ¿O quizás está reinventando un nicho? 

Son los rasgos en los que reparó Jaime Arrieta, CEO de BUK, un software en gestión de recursos humanos que acaba de invertir en ComunidadFeliz, un software de administración de edificios. Aunque a primera vista se trata de compañías que no tienen mucho en común —una que se ocupa de la gestión de personas y otra de la administración de edificios— al hacer zoom en la estrategia de cada una, se observa que ambas tienen sucursales en distintos países de América Latina y una nómina de más de cien empleados, además de estar comprometidas con la generación de entornos de trabajo y comunidades felices.

Esto ha potenciado la existencia de un canal de conversaciones sobre manejo de personal, expansión entre países y mejora continua del producto y experiencia del cliente entre los fundadores y cofundadores de ambas empresas. Así es: aunque no comparten el mismo nicho de mercado, comparten la misma estrategia, y eso no es poco decir.

Es que BUK ha valorado cómo ComunidadFeliz creó una solución al servicio de los administradores de edificios para que puedan agilizar su trabajo diario y organizar mejor las finanzas del condominio. Considerando que sólo en la Ciudad de México el número de condominios supera los 8 mil y que una buena administración impacta en al menos el doble de las familias que viven en propiedades verticales, ComunidadFeliz ofrece una tremenda propuesta de valor, y viceversa.