Cumbre Iberoamericana: Se debatió entre acuerdos y grietas

Dos jornadas maratonianas de reuniones plenarias, bilaterales, oficiales y entre pasillos culminaron en Santo Domingo, la capital de República Dominicana, sede de la Cumbre Iberoamericana que se celebró este 24 y 25 de marzo. Acudieron al encuentro delegaciones de los 22 países de habla hispana y portuguesa de Europa y de América Latina, trece de las cuales estuvieron encabezadas por sus jefes de Gobierno o de Estado. Además, también tuvo la presencia del Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
La transición energética y energías renovables, el potencial del hidrógeno verde, la importancia del litio como recurso energético, la electromovilidad, la economía circular, la bioeconomía, la transformación digital, la sociedad del cuidado y el turismo sostenible, fueron los temas de la agenda pública que tomaron protagonismo durante el evento.
Entendiendo la compleja coyuntura que atraviesa el mundo y en particular la región, no podemos dejar de lado las oportunidades de inversión, desarrollo y crecimiento del comercio y del empleo. Esto requiere también colaboración y decisión política para poder cumplir con los desafíos.
La importancia de las relaciones entre América Latina y la Unión Europea tomaron un papel importante en la reunión y lo dejó claro la doble representación por parte de la delegación de España, encabezada por el Rey Felipe VI y por el presidente Pedro Sánchez, y de Portugal, con el primer ministro António Costa y el presidente Marcelo Rebelo de Sousa. España asumirá la presidencia del Consejo de la UE en el segundo semestre de 2023 y se espera que eso ayude a relanzar la relación entre ambas regiones, algo oxidada en los últimos años.
La región experimentó importantes avances en la última década en materias de educación, salud, reducción de la pobreza y la igualdad de género. Sin embargo, aún enfrenta desafíos significativos en términos de desigualdad social, pobreza, exclusión, corrupción, cambio climático y revolución digital.
Tres documentos lograron el acuerdo de todas las delegaciones presentes: la Carta de Derechos Digitales, la Estrategia de Seguridad Alimentaria y la Carta Medioambiental, también conocida como Pacto Verde. La primera busca cerrar la brecha en el acceso a la tecnología, entre otras, mientras que la segunda reafirma el compromiso de invertir más en agricultura y aprovechar las riquezas de la región para evitar el hambre que aqueja a millones de personas.
La lucha contra el cambio climático se coronó como uno de los consensos más amplios, mencionado por todos los mandatarios y cancilleres en sus intervenciones del sábado.
La migración también supuso un eje central del encuentro pese a no encontrarse en la agenda oficial. Sin embargo, tampoco existe ningún posicionamiento común más allá de que esta debe ser “ordenada” a la vez que “respetar los derechos humanos”.
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La grieta visible
Las decisiones en este tipo de encuentros deben ser tomadas por absoluto consenso, por no lograr esa unanimidad se perdió finalmente el documento que se quería firmar para reclamar una nueva arquitectura financiera que permitiera a los países latinoamericanos acceder más fácilmente a créditos internacionales, con miras a recuperarse económicamente.
Las delegaciones no se pusieron de acuerdo a pesar de un intento de la delegación argentina de salvarlo in extremis durante el almuerzo de presidentes del sábado, pero finalmente los representantes decidieron abstenerse. Sin embargo, las conversaciones seguirán a través de los ministros y ministras de Economía de cada país. Abinader destacó en la rueda de prensa de conclusión de la cumbre que los disensos “eran más de forma que de fondo”.
Otro punto que quedó fuera de la declaración fue la condena a la guerra de Ucrania, que algunas delegaciones buscaban. Finalmente, el texto solo incluyó una referencia a la defensa de la soberanía y la integridad de los países basada en la Carta de Naciones Unidas.
Uno de los encontronazos entre presidentes lo protagonizaron Boric y Denis Moncada, canciller de Nicaragua, que acudió en representación de Daniel Ortega. El presidente chileno cargó contra su contraparte: “Ortega no sabe que la patria se lleva en la sangre y no se quita por decreto”. Moncada, en su intervención, pidió “respeto para el Gobierno y el pueblo de Nicaragua”.
“Boric no debe utilizar a Nicaragua como plataforma para demostrar su traición al pueblo chileno y su entrega al imperio norteamericano”, subrayó.
También la canciller peruana Ana Cecilia Gervasi representó a la presidenta Dina Boluarte, en un escenario difícil, ya que algunos países han reafirmado su apoyo al expresidente Pedro Castillo, en prisión preventiva por delitos de rebelión y conspiración. Uno de esos países es Colombia: “[Castillo] debería estar aquí. El golpe se lo dieron a él”, recordó el mandatario del país andino.
Gervasi contraatacó en su intervención: “Si Castillo no está, es porque dio un golpe de Estado (…) De lo contrario, ustedes tendrían aquí a un dictador”, concluyó.
La integración regional ha sido uno de los principales objetivos de los países iberoamericanos, y en este sentido, la Cumbre Iberoamericana es una plataforma clave para el diálogo político, el consenso y la cooperación entre los países en busca de un desarrollo sostenible y un crecimiento inclusivo.