Del cobre a la fibra: cómo han contribuido las diferentes tecnologías a la evolución de la conectividad

Por: Marcelo de Faria, Market Development Coordinator, Corning Optical Communications

La demanda de conexiones a Internet cada vez crece más y requieren una evolución constante en las tecnologías que adoptan los proveedores de servicios de banda ancha.

Las arquitecturas basadas en redes de fibra óptica se han construido con el fin de satisfacer las crecientes demandas de servicio de banda ancha fija. Esto se ha dado debido al crecimiento exponencial de juegos en línea, transmisión de video, aplicaciones basadas en realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA). Se espera una mayor adopción de las redes 4.5G y la eventual transición a 5G preparen el camino para un nuevo ciclo de desarrollos tecnológicos. En un momento en que las innovaciones en telecomunicaciones están transformando el mundo en el que vivimos, es muy difícil recordar que las cosas eran radicalmente diferentes hace pocos años.

Las personas mayores de 30 años probablemente recuerden que el primer servicio de transmisión de datos disponible se basaba en líneas telefónicas fijas. Este servicio se prestó utilizando cables de par trenzados de operadores de línea fija (redes de cobre). El aumento en la demanda permitió una mayor transmisión de datos impulsada por el surgimiento de nuevas aplicaciones, haciendo necesario adoptar nuevas tecnologías que incluían xDSL (Digital Subscriber Line), con opciones de transmisión simétrica o asimétrica que iban desde 128 Kbps. Hasta 52 Mbps.

Con el uso generalizado de Internet, las redes sociales y las aplicaciones tecnológicas que exigían cada vez más capacidad de transmisión, las redes metálicas pronto se vieron limitadas. El gran desafío no solo era aumentar el ancho de banda, sino también proporcionar una mayor variedad de redes; porque dentro de la evolución xDSL, vimos una correlación negativa entre la mayor capacidad del circuito DSL y el rango de la red.

En 2008, las primeras evaluaciones de la tecnología que eventualmente se convertirían en una alternativa convencional al alambre metálico estaban en marcha en América Latina. Desde entonces, las redes basadas en infraestructura óptica han ocupado un espacio importante que parece estar llegando a una etapa de madurez.

Los operadores más grandes de América Latina presentes en Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú y otros, ya utilizaron fibra óptica en la red de transporte como parte del núcleo del sistema para redes de larga distancia que requieren altas tasas de transmisión.

A lo largo de los años y con la evolución de las tecnologías, los proveedores han comenzado a utilizar la fibra óptica para construir redes de acceso llamada “última milla”, que ofrece servicios de video, voz y datos con fibra que llega a los hogares de las personas.

La señal viaja a través de cables y componentes ópticos pasivos, desde la oficina central (o Headend, en el caso de los operadores de televisión por cable) hasta el suscriptor, lo que permite la prestación del servicio de banda ancha. Esta arquitectura de red se hizo mundialmente conocida como Fibra al Hogar (FTTH). En el pasado, fue la red de metal la que jugó ese papel.

La arquitectura FTTH es una realidad mundial hoy en día y ha sido ampliamente adoptada en nuestra región. Una de las grandes ventajas de una red óptica pasiva (PON) es que, como es 100% pasiva en su distribución entre la central y el suscriptor, no hay componentes en la planta externa que necesiten energía, como es el caso de la óptica. Amplificadores en televisión por cable (redes HFC) en la configuración Nodo + X, donde X es mayor que cero.

Sin embargo, la red metálica sigue desempeñando un papel importante en nuestra región debido a la alta penetración de los servicios telefónicos, pero ha ido disminuyendo año tras año. Los operadores con cobertura nacional utilizan sus redes metálicas para servir a ciudades donde la red de fibra no es una realidad todavía, por lo que aún vemos importantes inversiones en la expansión y el mantenimiento de estas redes.

En los próximos años, veremos una migración cada vez más rápida de redes metálicas a redes ópticas. La evolución natural de la tecnología PON está resolviendo algunos cuellos de botella, como el ancho de banda requerido para proporcionar varios servicios que se esperan en la era de los gigabits. Además de la red óptica pasiva de Gigabyte (GPON), PON está evolucionando hacia la llamada XG-PON con capacidades 10G asimétricas, XGS-PON con 10G simétrica y NG-PON2 que permite la combinación de hasta 8 longitudes de onda con 10G cada una, totalizando hasta 80G de ancho de banda por puerto.