Digital bank: ¿Qué esperan los nuevos consumidores digitales de la industria financiera?

Durante este último año muchas personas han debido modificar sus hábitos de pago, compras e intercambio de dinero pasando desde el mundo físico al digital en pocos meses. Los usuarios que utilizaron estos medios virtuales en vez del dinero en efectivo, en algunos casos, era la primera vez que lo hacían.

 “Había grupos que estaban total o parcialmente fuera del mercado digital de pagos, por falta de cultura o acceso, que han debido sumarse casi obligatoriamente. Es el caso de la gente de tercera edad, jóvenes y migrantes, tres grupos que han podido sumarse a esta tendencia gracias a las nuevas herramientas como las tarjetas de prepago”, indica Patricio Vega, especialista en medios de pago de Worldline.

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Una prueba de ello es la encuesta de Mastercard y Kantar que reveló que al menos 38% de los entrevistados intentaron un nuevo tipo de pago (digital o sin contacto) durante los meses de pandemia y un 37% reconoce haber cambiado su comportamiento de pago por la crisis.

Según el ejecutivo de Worldline, estos nuevos consumidores, al ser primerizos en el uso de tecnologías de transacciones digitales, demandan servicios mucho más seguros, estables, transparentes e interoperables y, en particular con las entidades financieras, les obligan a tener conversaciones mucho más fluidas y a través de diversos canales: físicos, móviles y digitales.

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Existen diversas formas en que estos nuevos consumidores pueden hacer uso de transacciones digitales, entre ellas:

  • Tarjetas de prepago: No tienen costos de mantención o bien muy bajos. Eso sí, aún no son aceptadas en todo el comercio. Sirven principalmente para hacer transacciones en las que el usuario no desea colocar la información de sus cuentas bancarias, generando seguridad de que el único monto a utilizar es el fondo que dispone para cada transacción.
  • Cuentas vista: Solo se tiene el dinero que se ha depositado en ellas. Sus usuarios pueden realizar compras y transacciones hasta por el saldo disponible. No es una tarjeta de crédito, tampoco es una cuenta corriente, simplemente es un acuerdo con el banco donde este se compromete a realizar las instrucciones que se le de respecto a ese dinero. Tampoco tienen línea de crédito asociada.
  • Billeteras virtuales: Aplicación móvil con la que es posible realizara diversas operaciones financieras sin la obligación de tener una cuenta bancaria. Con la billetera virtual es posible hacer todo desde el celular, sin salir de la casa y sin hacer filas.
  • Tarjetas de crédito: Aunque ya se habían masificado, aun es un ejemplo válido, ya que su uso se masificó en los últimos meses.

“Tomará cada vez más relevancia el uso de los dispositivos móviles para realizar cualquier transacción relacionada con pagos, incluso los trámites que hasta el día de hoy se realizaban en sucursales bancarias, como el cobro de pensiones. Las tarjetas prepagas serán el puntapié para que la gente que no estaba bancarizada pueda tener en forma física o virtual un medio de pago con los mismos beneficios que las tarjetas de crédito y débito y con un menor costo para adquirirlo”, concluye Vega.