Diseño sustentable para ciudades inteligentes
El Foro Futuro de la Movilidad, organizado por Ford Argentina en el campus del IAE Business School, convocó a 12 referentes en movilidad, tecnología e innovación del ámbito local e internacional, con el fin de abordar los principales problemas de las grandes ciudades en materia de transporte.
El enfoque de Ford contempla la colaboración global entre industrias, gobiernos, ámbito académico y ciudadanos para generar soluciones que hagan evolucionar la movilidad a nivel global. A medida que las industrias continúan convergiendo, el intercambio de ideas, perspectivas y desafíos resulta de gran importancia para asegurar la movilidad personal para millones de individuos en el mundo.
La planificación urbana fue uno de los temas principales en los que se centró el ciclo de conferencias, por su influencia determinante para asegurar la movilidad en forma segura, accesible y sustentable. Para esto, Ford Argentina invitó a Emiliano Espasandín, Director de PALO Arquitectura Urbana; Brent Toderian, City Planner & Urbanist en Toderian UrbanWorks y ex-jefe de planificación urbana de Vancouver, Canadá; y Guillermo Dietrich, Secretario de Transporte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a presentar escenarios alternativos y soluciones posibles para grandes ciudades.
Las calles nos pertenecen a todos
Según Emiliano Espasandin, “La calle es la síntesis de lo que quiere ser la ciudad”. De aquí parte su interés por la función que cumple la calle y el espacio público en el desarrollo de los centros urbanos. El 80% del espacio público son calles y ocupan entre un 25% y un 30% del total del área urbana, es por esto que tienen un rol fundamental en la vida de las comunidades. Sin embargo, en el caso de Buenos Aires, el desarrollo urbano presenta algunas situaciones desafiantes que Espasandin define como ciudades sin identidad o calles que no producen ciudad. Las calles sin identidad representan el espacio urbano que no está construido en función a las necesidades de las personas que no solo buscan transitar por la ciudad, sino también experimentarla. Para Espasandin, la pregunta que los planificadores deben hacerse es cómo debería ser la calle del siglo XXI, cómo podría redefinirse el espacio urbano, para lo que concluyó: “Debería ser una calle que entienda que hay varios sistemas y usos en juego y que se pueden hacer diferentes cosas; que se pueda usar un transporte público no motorizado, que pueda haber un transporte público masivo efectivo; que la gente pueda caminar, que el auto pueda andar, pero a una velocidad correspondiente al lugar en el que está siendo usado; que pueda haber un lugar para estar y para sentarse; que la calle realmente tome el valor que tiene”.
Multi-modal City Making for Smart and successful cities (Planificación urbana multimodal para ciudades inteligentes y exitosas)
Los 21 años de experiencia de Brent Toderian como planificador urbano incluyen proyectos de urbanismo en ciudades como Vancouver (Canadá), Copenhagen (Dinamarca), Sydney (Australia) y Medellín (Colombia), entre otras. Para Toderian, en todos los casos y sin importar el país, lo que determinará el éxito o el fracaso en temas de movilidad y sustentabilidad y el éxito económico de las ciudades no es únicamente el área urbana, sino también lo que sucede en sus alrededores y cómo está dispuesto el uso del territorio. “Pasamos mucho tiempo pensando sobre la infraestructura de transporte, pero hasta nuestros ingenieros en Vancouver dicen que el mejor plan de transporte es un plan de aprovechamiento de espacio. La idea es que si utilizas el espacio correctamente, todo está más cerca y no tienes que destinar esfuerzo, dinero y energía en diseñar infraestructura. Si no usas el espacio correctamente, no importa la inversión que hagas, no se solucionará el problema”. Es por esto que Toderian sostiene que la alternativa para mejorar la movilidad no está en construir más autopistas, sino en pensar diferente la movilidad y no diseñar las ciudades en función al transporte privado. “Esta no es una política anti-autos. Esto es mejor para los automovilistas, porque si diseñamos las ciudades para los autos, les fallamos a todos, incluyendo a los automovilistas. Si todos intentan manejar, nadie se mueve, porque se utiliza demasiado espacio. Mientras que si diseñamos para peatones, ciclistas y el transporte público, funciona mejor para todos, incluyendo para los automovilistas”. Según Toderian, la ciudad debe diseñarse no solo como un lugar por donde moverse, sino como un lugar para estar, quedarse y disfrutar.
Movilidad integrada
“Las ciudades para la gente son esas ciudades en las que el espacio público se reconvierte desde una visión del auto hacia las personas”. Este es el destino de la ciudad de Buenos Aires para Guillermo Dietrich. A la ciudad ingresan 1.2 millones de personas y circulan 1.8 millones de autos todos los días; hay 12 millones de viajes en transporte público diariamente, de los cuales 10 millones se realizan en colectivo. El problema para Dietrich está en cómo podemos reformular el uso que le damos a la calle. Según él “Las ciudades para la gente son aquellas donde la movilidad se configura en función de nuestras necesidades. Nuestras necesidades son colectivas, no individuales”. Las dificultades actuales del sistema de transporte no dependen sin embargo de un solo actor social. La industria automotriz cumple un rol fundamental en la redefinición de la movilidad personal. “Si los procesos de transformación a nivel global no se generan con un diálogo con la industria que es la sexta economía del mundo, tenemos riesgos de no generar una transformación más profunda”. Dietrich sostiene que la industria automotriz tiene tres desafíos. El primero es cuál será la próxima tecnología aplicada a los autos; la segunda es la evolución de la propiedad y la accesibilidad de los autos y la tercera es la necesidad de implementar infraestructuras más avanzadas que permitan a la ciudad dialogar con los vehículos. Para el Secretario de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires la solución a la situación actual de la movilidad “está en nosotros. Nos hemos convertido en hombres móviles y la movilidad en el futuro se irá adaptando crecientemente a las necesidades de las personas. Y la tecnología anticipará o acompañará nuestras necesidades”
Los escenarios presentados por Emiliano Espasandin, Brent Toderian y Guillermo Dietrich durante el Foro Futuro de la Movilidad, coinciden en que la redefinición del espacio urbano en función de las personas es una condición fundamental para hacer evolucionar la movilidad personal en el futuro.