Dos siglos de capitalismo y siempre la misma receta: subir tasas, bajar tasas. No aprendimos nada

Tanto la FED como el BCE parecería que son instituciones que han nacido con la pandemia, así como los bancos centrales de casi todos los países del mundo, con la falaz creencia de que con solo subir y bajar tasas se resuelven los problemas de la macroeconomía que a su parecer per se va a modificar la microeconomía.

Cuando usamos nuestra memoria retrospectiva y nos vamos, simplemente, al año 2019 los problemas que ellos están atacando con su política netamente monetaria ya existían, se tomaban las mismas decisiones y el mundo no era el de Alicia y el país de las maravillas.

La creencia de que la pandemia y la guerra aisladamente nos llevaron al punto actual es ver solamente una parte de la película.

Lo que está pasando hoy en el mundo, con o sin guerra, con o sin pandemias iba a suceder tarde o temprano y esto se debe a que el fenómeno de acumulación necesaria hasta hace 20 años atrás ya no es una herramienta para sacra al mundo de la crisis actual.

El Banco Central Europeo ha acelerado este jueves el endurecimiento de su política monetaria, con un alza de sus tasas de una amplitud inédita. Este fuerte incremento no tiene precedentes en las dos décadas de existencia del BCE. 

La entidad deja claro así que su prioridad absoluta es la inflación y la estabilidad de los precios, aunque eso suponga poner en riesgo el crecimiento de la Eurozona o, incluso, acelerar la temida recesión.

“El Consejo de Gobierno ha tomado la decisión de hoy y espera aumentar aún más las tasas de interés, porque la inflación sigue siendo demasiado alta y es probable que se mantenga por encima del objetivo durante un periodo prolongado“, recoge la nota difundida por el banco tras el encuentro.

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“Este importante paso anticipa la transición desde el nivel muy acomodaticio de los tipos de interés oficiales vigente hacia niveles que asegurarán el retorno oportuno de la inflación al objetivo del 2 por cien a medio plazo del BCE”, dijo el BCE en un comunicado.  

“Sobre la base de su evaluación actual, en las próximas reuniones, el Consejo de Gobierno espera aumentar aún más las tasas de interés para frenar la demanda y protegerse contra el riesgo de un aumento persistente en las expectativas de inflación. El Consejo de Gobierno reevaluará periódicamente su trayectoria política a la luz de la información entrante y la evolución de las perspectivas de inflación. Las futuras decisiones sobre tasas de política monetaria del Consejo de Gobierno seguirán dependiendo de los datos y seguirán un enfoque de reunión por reunión”, añade el comunicado.

Las tasas de referencia quedarán, a partir del 14 de septiembre, en el 1,25%, mientras que la facilidad de depósito sube al 0,75% y la facilidad marginal de crédito, al 1,5%.

“Estamos decididos”, ha insistido Christine Lagarde en rueda de prensa. “Si los datos sugieren que debemos decidir un alza de tipos elevada, lo haremos”, ha insistido la presidenta del BCE, que ha querido lanzar un claro mensaje de determinación frente a la espiral inflacionista.

“Las presiones sobre los precios han seguido fortaleciéndose y ampliándose en toda la economía y la inflación puede aumentar aún más en el corto plazo. A medida que los impulsores actuales de la inflación se desvanezcan con el tiempo y la normalización de la política monetaria llegue a la economía y la fijación de precios, la inflación disminuirá”, apunta.

La entidad reconoce “una desaceleración sustancial del crecimiento de la zona del euro”, y se espera “un estancamiento de la economía durante los últimos meses del año y en el primer trimestre de 2023”.