Educando a la generación Smartphone

Los resultados de un nuevo estudio encargado por Kaspersky muestran una correlación directa entre el tiempo que los padres pasan frente a sus dispositivos digitales y el que invierten sus hijos. El 82% de los adultos y el 70% de los niños entre 7 y 12 años le dedican al menos tres horas al día sus dispositivos, lo que evidencia que los hijos imitan el tiempo que sus padres pasan en el celular.

Los niños siempre observan y copian lo que hacen sus padres, y lo mismo ocurre con sus hábitos digitales. Si los niños ven que sus padres utilizan constantemente sus dispositivos digitales, considerarán ese comportamiento como la norma y pasarán mucho tiempo conectados. Aunque a veces ser un modelo a seguir puede ser difícil, los padres deben ser conscientes de que sus acciones influyen en el comportamiento de sus hijos e intentar predicar con el ejemplo cuando se trata de tener reglas sobre el tiempo que pasan frente a una pantalla.

De hecho, en los últimos 12 meses, Kaspersky ha identificado actividades características de REvil en algunos países de América Latina, principalmente en Brasil, Colombia y México. La empresa también ha registrado detecciones afines con BlackMatter en Brasil y República Dominicana. Estas detecciones de sus predecesores indican que los ataques de BlackCat se están expandiendo por toda la región.

Los resultados del estudio demuestran la correlación entre la cantidad de tiempo que invierten los padres en estos dispositivos frente a la de los hijos. La mayoría de los niños y adultos, el 48%, utilizan sus dispositivos a la misma hora del día, entre 3 y 5 horas, y la mayor parte de los padres cree que el tiempo que pasan online tanto ellos (62%) como los niños (58%) es suficiente.

Los resultados muestran que los niños adaptan su forma de utilizar los dispositivos al uso que hacen sus progenitores. Por ejemplo, cuando el 80% de los padres pasa menos de 2 horas al día con los dispositivos, sus hijos también lo hacen. Por otro lado, si los adultos los utilizan más de 2 horas al día, los niños son igual de propensos a hacer lo mismo. Únicamente el 19% de los los niños expuestos a este modelo de conducta dedican menos de 2 horas al día.

Según los resultados del informe, los niños cuyos padres utilizan estos dispositivos de forma habitual acaban sumando más tiempo tras la pantalla a sus hábitos digitales. Así, por ejemplo, los niños cuyos padres utilizan habitualmente gadgets pasan 39 minutos más conectados durante las comidas. Por otro lado, enviar mensajes de texto mientras mantienen conversaciones añade a los niños una media de 41 minutos de tiempo frente a la pantalla y compartir fotografías familiares en las redes sociales suma otros 31 minutos al día, un tiempo considerable.

“Los adultos quieren garantizar que el tiempo que los niños pasan frente a una pantalla sea moderado, pero su principal desafío es cómo lograrlo. Si los padres de familia siempre tienen el teléfono móvil en la mano, incluso al sentarse en la mesa o al convivir con sus hijos, no esperemos que los niños hagan algo distinto. Desde casa se debe enseñar a los menores las reglas propias del espacio digital”Judith Tapia, gerente de ventas, productos para el consumidor, en Kaspersky México“Hoy en día existen herramientas tecnológicas que pueden ayudar a los padres a mejorar el bienestar digital de sus hijos y garantizar que su tiempo frente a la pantalla sea seguro y equilibrado. Esto, junto con buenas prácticas de seguridad digital que se ejemplifiquen en el día a día y que sean sencillas de comprender y replicar, facilitará que los niños adopten la ciberseguridad como un hábito cotidiano en sus vidas”.

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Este Día del Niño, Kaspersky ofrece a los padres una guía para que puedan abordar el tema de la ciberseguridad con sus hijos y les ayuden a entender la importancia de tener hábitos digitales saludables:

  • El buen juez por su casa empieza 

El principal método de aprendizaje para los niños es la imitación, por lo que el primer consejo es: “predica con el ejemplo”; si bien los pequeños en casa están inmersos en la tecnología desde la infancia, su primera referencia será siempre la interacción de sus padres con la tecnología y qué tanto tiempo o atención le destinamos. Más allá de establecer reglas y prohibiciones, recomendamos mostrar  a los niños cómo interactuamos con los dispositivos de forma responsable e involucrarlos en las pautas de seguridad que tomamos para protegernos a nosotros y al resto de la familia.

  • No hablar con extraños es aplicable también en el mundo digital

Si un niño no debe hablar con extraños en la calle, tampoco debe hacerlo en un foro de videojuegos o en redes sociales, porque no tenemos certeza de quién está del otro lado de la pantalla o qué busca con la información que pueda obtener. Entre más sencillos y prácticos sean los ejemplos, será más fácil que ellos comprendan la situación y respondan de forma positiva. Si tú mismo chateas, tomas videoconferencias o juegas en línea, cuéntale a tus hijos sobre tus compañeros de trabajo o amigos, cómo es que los conociste o cuáles son las actividades e historias que tienen en común, así normalizarás las relaciones digitales y ellos podrán ver que éstas tienen un sustento en la vida real. Aunado a esto, es importante navegar y aprender juntos para así saber dónde pasan el tiempo los niños y estudiar la mejor manera de mantenerlos seguros.

  • ¡Todo gran poder implica una gran responsabilidad!

Tener una tableta, un smartphone y cuenta propia de Instagram antes de los 13 años es algo cada vez más común. Pero tener acceso a estas tecnologías debe venir acompañado de responsabilidad en su uso. Ayudar a tus hijos a comprender que, al igual que en la vida real, toda acción tiene una repercusión en las actividades online es la mejor forma de frenar conductas que podrían tener riesgos incluso legales. Es una buena idea participar en las actividades online de tus hijos, pero también involucrarlos en las actividades digitales familiares desde una edad temprana para que la transparencia sea la norma establecida. Es importante que los padres sean el parámetro de cómo los menores deben comportarse en línea y los ayuden a reflexionar sobre lo que es correcto, lo que puede causar daños emocionales a terceros, e incluso, lo que puede tener un impacto económico, legal o físico. 

  • Juntos nos cuidamos unos a otros 

Siempre habrá más seguridad y mayor control utilizando alguna aplicación de control parental disponible en el mercado, pero su uso debe venir acompañado de una plática previa con el menor para explicarle cómo funcionan estas aplicaciones y por qué las necesitan. Es lógico que si se intenta introducir una app de control parental de la noche a la mañana puede haber un conflicto de por medio. Al platicar con los niños e introducir estos controles desde temprana edad, facilitarás que vean esto con normalidad.

  • Promueve una vida libre de pantallas

Estamos conscientes de la saturación digital en la que actualmente vivimos. Por ello, aprender a desconectarse también es parte de tener hábitos digitales saludables.  Es importante que enseñemos a los niños a vivir sin depender de la tecnología. Algunos consejos pueden ir desde restringir el uso de dispositivos cuando se acerca la hora de dormir o silenciarlos por la noche, acordar momentos en los que no se debería hacer uso de ellos, como durante las comidas familiares, o incluso, programar “desintoxicaciones” periódicas que intercambies por excursiones en la naturaleza, ejercicio o actividades que ellos disfruten. Todas estas acciones tendrán un impacto mucho mayor si los adultos son los primeros en dar el ejemplo.