EE.UU., China y Japón quieren una normativa en conjunto para el uso de bitcoin
El avance de la criptomoneda en todos los segmentos es un generador de iniciativas y esto hace que no sean sólo las empresas las que estén interesadas en este mercado sino también las autoridades gubernamentales.
Uno muy puntual es el caso de los EE.UU., país en el que uno de sus estados -específicamente Nueva York-, emitió hace unas semanas las nuevas reglas de divisas digitales conocidas como BitLicence, y en donde otros estados también están viendo qué hacer con este tema.
Incluso a principios de este año, la Agencia Tributaria de Estados Unidos (IRS) anunció que ciertas monedas virtuales como bitcoin serán consideradas una propiedad intangible y no una divisa, por lo que estarán sujetas a impuestos.
Pero esto es solo una parte. Autoridades financieras de dicho país ahora se suman a las de China y Japón para tratar de crear una normativa conjunta. El fin de esta acción es evitar que monedas virtuales como el bitcoin sean utilizadas para financiar el terrorismo y otras actividades ilegales, según informó el diario nipón Nikkei.
Japón es un país que también tiene un papel relevante con la criptomoneda ya que fue el primero en aprobar regulaciones en torno a esta moneda: en marzo de este año aprobó una normativa para tipificar esta moneda digital como una mercancía y no como una divisa.
Y de China ni que hablar: el país asiático ha mantenido más de 50% del mercado mundial de Bitcoin desde el último trimestre de 2013 hasta hoy, aunque su gobierno el año pasado se había declarado en contra de esta moneda.
Ahora estos tres países están al frente de una iniciativa en el Grupo de Acción Financiera Internacional (FATF, por sus siglas en inglés), integrado por otros 31 Estados, que buscan aprobar algunas orientaciones destinadas a regular las monedas virtuales.
Un ejemplo de esto sería la posible creación del primer marco regulador internacional para este tipo de monedas no controladas por ningún banco ni autoridad monetaria. Esto permitiría un mayor control sobre la misma y así evitar que transacciones realizadas con alguna criptomoneda pueda tener vínculos con organizaciones terroristas.
Por ahora es sólo el comienzo. Habrá que seguir viendo los avances de esta iniciativa y si se logra crear la normativa propuesta.