Estados Unidos va camino a la hiperinflación y preocupa al mundo tech

El viernes, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reconoció que es probable que las presiones inflacionarias “duren más de lo esperado”, y señaló que podrían prolongarse “hasta bien entrado el próximo año”.

Jack Dorsey, CEO de Twitter, publicó: “La hiperinflación lo cambiará todo. Está sucediendo”, escribió contundente.

El tuit se lanzó cuando la inflación de los precios al consumidor se acerca a un máximo de 30 años en Estados Unidos y crece la preocupación en el mundo sobre las consecuencias que tuvo la pandemia de coronavirus en el aumento de los precios de los alimentos.

En respuesta a los comentarios de los usuarios, Dorsey agregó el viernes que ve que el problema de la inflación aumentará en todo el mundo. “Sucederá pronto en Estados Unidos, y también en el mundo”, tuiteó.

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El Gobierno de Estados Unidos solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente; pero la oposición republicana, que controla la mitad de los escaños del Senado, se resiste a hacerlo.

Incumplir nuestras obligaciones de deuda sería una herida autoinfligida que arrastraría a nuestra economía hacia un precipicio”, insistió Joe Biden.

Si eso ocurre, quedaría amenazado “el estatus del dólar como la divisa de reserva de la que depende el mundo”, y probablemente se rebajaría la nota de solvencia de EE.UU., además de aumentar “las tasas de interés para hipotecas, préstamos de automóviles o tarjetas de crédito”, explicó.

En tono desafiante, Biden espetó a los republicanos: “Si no quieren ayudarnos a salvar el país, apártense del camino, no lo destruyan”.

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El índice de precios al consumo en Estados Unidos repuntó en septiembre, impulsado por el aumento del costo de la energía y las interrupciones de la cadena de suministro mundial. Marcó así su nivel más alto desde 2008, cuando se elevó en medio de la crisis financiera global que se desató tras la caída de Lehman Brothers.

Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente en septiembre fue del 0,2 %, con una tasa anual del 4 %.