El 60% de los inversores de cripto comenzó su portfolio entre 2019 y 2021

En los dos primeros párrafos del Libro Blanco de Bitcoin, el proyecto de Satoshi Nakamoto para una nueva forma de dinero entre iguales, la palabra “confianza” aparece seis veces. Esto se debe a que Satoshi consideraba la necesidad de confianza como la mayor debilidad del sistema financiero tradicional.

A partir de allí, y más allá de los análisis de mercados realizados por diferentes encumbrados analistas de Wall Street, el mundo de la blockchain y las criptomonedas es una realidad no solo por su presente –bastante incierto, según algunos- sino además por el futuro que le auguran los gurúes más importantes del mercado financiero mundial.

Si de confianza se trata, los inversores -el 70% tiene menos de 35 años y el 30% de ellos es menor de 25 años de edad, muchos de ellos nacieron en este incipiente y tumultuoso siglo-, no sólo son jóvenes sino además audaces, estudiosos y cuidadosos a la hora de invertir y realizar transacciones.

Criptografía, autocustodia y responsabilidad

De acuerdo a los resultados de la pesquisa, para los inversores en criptomonedas una de las palabras clave es confianza, esa que de acuerdo a los estudios obtienen gracias a que el significado de otras dos palabras -criptografía y moneda- que explica que es un dinero asegurado por una prueba criptográfica.

Ambas partes pueden tomar medidas para respaldar esa confianza. El banco puede seguir las normas y reglamentos impuestos a las instituciones financieras, que exigen que los inversores confíen en esas entidades con las que realizan transacciones.

Para hacerlo, los tenedores de criptomonedas son muy cuidadosos y algunos al extremo de tener cuentas creadas exclusivamente para manejar sus activos. Pero la gran mayoría lo hace con sus dispositivos de uso diario, son el 54%.

Más allá de ese dato, en estos días, para algunos tenedores de activos es un dolor de cabeza y por eso la innovación y diversidad de billeteras online, offline y dispositivos fríos se convirtieron en una gran opción al alcance de la mayoría de los bolsillos, ya que la gran cantidad de opciones no implican un costo insalvable para ningún inversor.

Considerando que el público que asistió al evento en su mayoría, si bien era la primera vez que asistía, se puede deducir que tiene experiencia con crypto, de los encuestados, solo 4 de cada 10 respondieron que tienen sus criptos en autocustodia en una Billetera de Hardware. Sin embargo, 9 de cada 10 encuestados participantes de LABITCONF respondieron que tienen fondos en exchanges online.

Así como suena, comprar, vender, invertir y trabajar con criptoactivos parece bastante simple, ser uno mismo el cuidador de sus bienes, decidir dónde ubicarlo, de dónde sacarlo y con quien hacer transacciones seguras no parece ser un problema para los usuarios habituales.

En ese sentido, la pesquisa realizada en la multitudinaria feria de Buenos Aires también dejó otros datos interesantes como el tamaño de los portafolios de inversiones crypto. Los entrevistados, como es lógico, evitaron dar datos precisos, pero no tuvieron problema en ofrecer números aproximados sobre sus tenencias.

Una visión pragmática de la custodia

La razón más obvia por la que los usuarios de criptomonedas almacenan sus fondos en un exchange (plataforma de intercambio) es porque así es dónde los adquirieron y porque eligen tener acceso a esos activos de manera rápida.

Los exchanges centralizados son el punto de coincidencia entre el sistema financiero existente (también conocido como dinero fiduciario) y el nuevo mundo del dinero descentralizado (criptodivisas).

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Debido a que los exchanges tienen que conectarse con el sistema bancario, todavía operan en el modelo de confianza que Satoshi quería romper. Así que el camino hacia la autocustodia comienza inevitablemente con la confianza en un exchange para ayudar a adquirir cripto.

Por ahora, la autocustodia de activos en billeteras offline no es el sistema más popular entre los tenedores de activos, pero en los últimos años la visión de las personas ha cambiado.

Prueba de ello son las acciones que están impulsando las grandes plataformas para invertir en dispositivos de almacenamiento en frío, como anunció Binance Labs en el mes de Noviembre, sobre su inversión en Billeteras de NGRAVE.

Al respecto, Ruben Merre, Cofundador y Director General de NGRAVE, sostiene, que “si bien una de las maneras más sencillas de ingresar al mundo cripto es a través de los exchanges, todo usuario debería ser consciente de que, a pesar de que tiene sentido tener una proporción de sus criptoactivos en exchanges o billeteras caliente para tener liquidez, la manera de estar seguros de tener sus criptos como reserva de valor y en poder de uno, es guardarlas en un almacenamiento frío.”

Explicación de los riesgos de los servicios de custodia

Cualquier servicio centralizado que tenga la custodia de fondos -un exchange o un criptobanco- funciona como una caja negra. El inversor no puede saber cuán adecuada es su seguridad o su gestión de riesgos, lo que te obliga a confiar en que hagan lo correcto. ¡Ahí está esa palabra de nuevo!

Aunque es probable que la mayoría de los servicios cumplan sus compromisos, la naturaleza opaca de los sistemas basados en la confianza conduce inevitablemente a su abuso, a menudo a través de la codicia, el oportunismo, la mala gestión, o alguna combinación de los tres. Nada novedoso en el mundo de los negocios.

Pasando a la seguridad de almacenamiento en frío

Para los tenedores de fondos en un sistema centralizado, la buena noticia es que es fácil trasladarlos a la seguridad del almacenamiento en frío para obtener el máximo nivel de protección offline para tus monedas.

Una vez que los inversores tengan una cold wallet (billetera fría), el proceso de mover los fondos de las billeteras calientes, solo toma unos minutos y las tasas de transacción son un precio que vale la pena pagar para la paz de la mente en tiempos donde la confianza es la clave de toda relación.

Otro dato alentador fue el nivel de la información sobre seguridad de activos de los cripto holders. De allí que el diseño -amigable- de las billeteras jugará un papel importante en la misión de producir la forma más segura y fácil de autocustodiar.

“Tomamos una visión real de extremo a extremo sobre cómo los usuarios pueden proteger sus criptoactivos. Por ejemplo, al examinar los procesos de creación de claves existentes, nos dimos cuenta de que había graves brechas de seguridad. Así que reinventamos la forma en que se generan las claves y también superamos las limitaciones de las billeteras mnemotécnicas ampliamente utilizadas en la actualidad”, dijo Merre.