El almacenamiento híbrido puede ser clave en el futuro de la industria financiera
Por Daniel Scarafia, Director Regional para Latinoamérica de Hitachi Vantara
Si hablamos de resiliencia corporativa, podemos ver que desde las situaciones de crisis también se pueden sacar provechos. Según Dean Robb, autor de Building Resilient Organizations, las organizaciones resilientes se caracterizan por “la capacidad de crear y disolver estructuras, proporcionar seguridad en medio del cambio, gestionar las consecuencias emocionales del mismo, y aprender, desarrollarse y crecer ante las dificultades”.
Por ejemplo, unas de las industrias que más ha tenido que aprender y evolucionar rápidamente es justamente la financiera, que hoy se enfrenta al desafío de mantener la disponibilidad de los datos dentro de los sistemas de Tecnologías de Información (TI), para mantener el flujo de dinero disponible para las empresas y los consumidores.
Los riesgos asociados con la falta de confiabilidad y agilidad, especialmente con respecto al almacenamiento de datos, simplemente ya no son tolerables en el mundo digital.
Desafíos
Por ejemplo, si observamos el ecosistema fintech en América Latina y el Caribe, éste ha experimentado un rápido crecimiento, y se ha consolidado como un actor clave para responder a las demandas y necesidades de los consumidores financieros de la región.
De acuerdo con la tercera edición del informe “Fintech en América Latina y el Caribe: un ecosistema consolidado para la recuperación”, publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los desafíos de conectividad y seguridad digital hoy son centrales para su funcionamiento.
En dicho informe se expresa claramente cómo se han incrementado aceleradamente los nuevos usuarios y clientes de una industria financiera que rápidamente evoluciona a lo digital, pero con el peso de mantener el acceso ininterrumpido a la información, con seguridad, lo que no es tarea fácil debido a las exigencias de dicho sector productivo, que demanda el “always connected”.
En consecuencia, uno de los aspectos clave para las instituciones financieras de todos los tamaños, ya sean organizaciones tradicionales o del mundo fintech, debe pasar por cómo su almacenamiento de datos puede potencialmente ayudar o dañar su resiliencia operativa y corporativa, especialmente en tiempos de máxima exigencia.
Hoy, el almacenamiento del cual dependen estas organizaciones ya sea en las instalaciones propias y/o en la nube, junto con las soluciones de terceros, pueden ser propensos a fallas operativas. Es por ello, que buscar soluciones de estabilidad digital hoy se hace obligatorio.
Almacenamiento híbrido: adaptarse y evolucionar.
Con estas crecientes amenazas a la continuidad del negocio, las instituciones financieras deben tomar medidas para evaluar sus sistemas y arquitecturas de almacenamiento.
Lo más recomendable es adoptar una estrategia corporativa de nubes híbridas, para dejar corriendo los procesos críticos en sus propios centros de datos, y así disminuir las cargas de “estrés” sobre estas infraestructuras clave, repartiendo flujos de demanda de datos menos críticos hacia las nubes. Hay tres acciones inmediatas que son aconsejables.
Romper los silos
Aléjese de los silos de almacenamiento de datos para desarrollar vistas integrales y acceso a través de los sistemas, tanto locales como en la nube, para mejorar la seguridad de la información y la resistencia digital.
Incorpore flexibilidad
Desarrolle estructuras de almacenamiento y capacidades de gestión, que permitan una acción rápida durante situaciones de cambios veloces. Retire y reemplace los sistemas obsoletos y refuerce la gestión de datos.
Supervisar e informar
Preparación para los requisitos normativos actuales y futuros mediante la capacidad de monitorear, informar y realizar pruebas de esfuerzo fácilmente en todo su ecosistema de almacenamiento. Fortalecer la debida diligencia con proveedores externos.
Finalmente; las instituciones financieras deben ir más allá de los sistemas rígidos y las operaciones comerciales tradicionales, es decir, deben impulsar una nueva etapa en su vida corporativa con la creación de metodologías más adaptables, para hacer negocios que les permitan estar preparados para reaccionar y recuperarse rápidamente a los tipos de cambios que amenazan la continuidad del acceso a los datos.