El avance de la robótica amenaza el mercado laboral tradicional

Hace tiempo oímos decir que los enormes avances de la robótica gracias a la tecnología, que también avanza de una manera muy dinámica, permitirán en la industria que hasta el 59% de los actuales puestos de trabajo sean reemplazados por robots mucho más productivos y rentables que los humanos.

De hecho, la Federación Internacional de Robótica estima que en 2014 se vendieron alrededor de 225.000 robots industriales en todo el mundo. De ese total, 56.000 fueron vendidos en China. El país cuenta con alrededor de 30 robots por cada 10.000 trabajadores fabriles. En Alemania, la densidad es 10 veces mayor. En Japón, 11 veces mayor.

En cuanto a Alemania, un estudio del banco ING-DiBa, predice que en 20 años los robots se habrán hecho con 18 millones de empleos, aproximadamente la mitad del total existente en el país. En el caso de Estados Unidos, las predicciones son similares. Ya en 2013 un estudio realizado por Carl B. Frey y Michael A. Osborne, de la Universidad de Oxford, Estados Unidos, arrojaba que el 47% de los empleos en el país podrían ser ocupados por robots en los próximos 10 años.

Pero no todo son predicciones. Ya hay muchos casos que dan cuenta de estas tendencias. En Dubai, por ejemplo, se trabaja en el desarrollo de robots policías, que empezarán a patrullar por sus calles en 2017. Japón ya cuenta con robots que atienden a los clientes en un banco o los huéspedes en un hotel. En China, existen varias decenas de miles de robots industriales trabajando activamente. Ya hay diarios donde la redacción está constituida por máquinas, hablamos de los llamados periodistas robots que escriben miles de artículos en The Associated Press; tambien vehículos sin conductor; y Amazon ya utiliza un montón de sistemas robóticos en su logística.

Cuáles son los trabajos que más rápido podrían desaparecer

Los cajeros están destinados a desaparecer debido al auge de los pagos móviles y la popularización de estos servicios. Los publicistas también corren con la misma suerte si se tiene en cuenta que actualmente existen herramientas de publicidad que permiten crear campañas con un contenido propio y enviarlo a un público objetivo pagando sólo cuando hace click en determinado enlace. El staff de servicio de atención al cliente de a poco ha comenzado a ser reemplazado por servicios automatizados o contestadores automáticos y la tendencia es que cada vez se vaya más deprisa sobre todo por el crecimiento de la inteligencia artificial.

El empleo más amenazado es, sin dudas, el de los empleados fabriles. Ya existen muchas tareas de fabricación en serie que se ejecutan con robots y cada vez serán más. Además, las máquinas solo necesitan un mantenimiento y son mucho más productivas que los humanos, solo que más caras. Cuando los precios bajen lo suficiente, lo raro serán las fábricas en serie operadas por personas.

También los intermediarios financieros deberían preocuparse. La llegada de monedas virtuales como Bitcoin y su programa Blockchain, capaz de realizar transacciones automáticamente y poder registrar de manera segura los resultados, así lo demuestra.

Otra de las profesiones en la mira de los robots es el periodismo. Si bien los medios on line crecen, habrá muchos puestos, sobre todo en la prensa gráfica, condenados a desaparecer. Lo mismo sucederá con los abogados. La abogacía es otra profesión clásica que pueden ejecutar los robots. De hecho, ya existen servicios legales como LegalZoom, capaces de rellenar formularios de registros de marcas o empresas, así como documentos de divorcios, testamentos o formularios sencillos.

¿Cómo enfrentar a las máquinas?

El avance de los robots no tiene por qué ser una amenaza, pero sí habrá que estar atentos. Será clave adaptarse, capacitarse, innovar, cambiar, reinventarse. La dinámica del mercado requiere nuevas capacidades, pero también generará nuevos tipos de empleo. Al respecto, Inga Burk, coautora del informe de ING-DiBa, expresaba: “La progresión tecnológica creará espacio para el desarrollo de nuevas tareas y actividades para los humanos”. Habrá que prepararse para este “nuevo mercado laboral” y estar tranquilos de que la creatividad no puede ser fácilmente reemplazada por la mente de una máquina. Pero ocupar el espacio de un trabajador estándar con aptitudes medias fácilmente replicables por computadoras y robots no parece ser la mejor opción.