“El blockchain creará un mundo más equitativo”
Madrid – TyN en entrevista exclusiva con Montserrat Guardia Güell, directora general de Alastria, sobre la revolución que significa el blockchain en el mundo hoy.
La gran disrupción que supone la cadena de bloques aparece con el bitcoin, ya que no es solo el concepto de un intercambio de valor de algo digital, este el que yo llamo bitcoin con “b minúscula” sino el bitcoin con la “B mayúscula”, esa plataforma de software, esa combinación de programación que permite encriptar algo creando una transición hacia la suma de mundos descentralizados. El crear una red en malla entre múltiples donde todo tiene el mismo valor, donde nadie tiene una ventaja por no pasar por una centralización, eso es disrupción. Es disrupción no solo tecnológica sino también conceptual de cómo usarlo. En 2008 es cuando nace la gran disrupción. Para mi la siguiente gran disrupción en esta arquitectura digital de red mallada, es la aparición de los contratos inteligentes, el hecho que se cree Ethereum, la capacidad de automatizar trámites, de que se genere un proceso que permite digitalizar una parte de ellos, que puede ser industrial, de servicios o de algo totalmente novedoso. Ahí es donde nos damos cuenta de que la cadena de bloques sirve para múltiples otras opciones además del intercambio en bitcoin. A partir del 2015 vemos el crecimiento en modelos de Blockchain públicas basadas en el uso de código libre donde desde la Fundación Linux, se impulsan los proyectos Hyperledger y evoluciones de infraestructuras diversas. El intercambio que se consigue en estas plataformas tiene las características de ser: encriptado, entre múltiples, descentralizado, inmutable…queda registrado. Esto es una arquitectura digital nueva, es una nueva internet.
En 2017 nosotros fundamos Alastria, entre unas nueve personas representando entidades diversas y ahora somos 550 entre empresas del sector público, privado y académico y generamos casos de uso en múltiples sectores con esta tecnología. Somos entre todos como una palanca para solucionar grandes retos a nivel mundial. Esta tecnología va a ayudar a alcanzar los ODS( Objetivos Sostenibles) de Naciones Unidas. Para mí el valor del blockchain está ahí, en cómo podemos hacer que escale más allá de nuevos unicornios, que permita generar una nueva forma de hacer riqueza y mejorar la salud entre todos.
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En el 2021 estamos viviendo la expresión de lo que va a venir en los próximos años ya que tenemos una pieza angular que es lo que llamamos la “identidad digital” y con ello en paralelo la conceptualización de ese nuevo concepto de intercambio de valor, más que hablar de monedas.
Con Alastria en estos cuatro años hemos empujado una normativa de “identidad digital”, bien recibido en España y Alemania y esperamos que pronto sume con el resto de Europa. Tenemos el deber de apoyar esta tecnología para que se haga con solidez. La estandarización de normativas permite dotar de solidez y efectividad las bases de los desarrollos digitales.
El blockchain es una tecnología de bajo coste porque estamos compartiendo costos en máquinas (infraestructura) y recursos de código, porque se programa como mecanismo, en base a un código libre y encima colocamos casos de usos diversos. Nuestro deber fundamental es que todo el desarrollo pueda ser sustentado con la ética. A partir de ahí tenemos que ser inteligentes en la forma en que usamos esta red, con base en este esqueleto, la inteligencia artificial o el software dedicado a los patrones más repetitivos junto a las cosas conectadas (nuestros ojos y oídos) formarán esta arquitectura de red para permitir que esos datos sean de un valor adecuado.
No se necesitan millones de datos sino datos de calidad. La gran cantidad de datos muchas veces no se usa en forma correcta. Un dato es una señal, pero necesitamos algo más. Cuando a un dato le das contexto lo conviertes en información, cuando a una información le das referencia la conviertes en conocimiento, y vamos más allá, cuando le das percepción lo conviertes en sabiduría. Cuando los datos son procesados erróneamente el resultado es una “intoxicación informativa”.
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Precisamos más pensamiento crítico individual. Muchas veces no verificamos los datos, y es importante el saber dudar de las informaciones que nos llegan por canales que no necesariamente filtran en búsqueda de veracidad o valor de la calidad de la fuente la información que se transmite. Internet nos ha cambiado la vida para bien, y debería ser un derecho de todos el poder estar conectados, deberíamos plantearnos porque no estamos todos conectados para poder beneficiarnos todos de las grandes oportunidades que nos ofrece la telecomunicación en red. El estar conectado a través de Internet también nos otorga un deber como usuarios el ser consciente de cómo y para que la usamos. Los llamados nativos digitales, ¿realmente entienden lo que están usando? ¿Por qué lo están usando? ¿Para qué lo están usando? ¿Y qué van a hacer ellos con ese nuevo mundo digital? Todavía el uso puede mejorar, este es el reto de este siglo XXI, un siglo de transición hacia un mundo que será mucho más equitativo, siempre y cuando nos basemos en los valores éticos y de respeto entre todos. Debemos ser consientes de que este mundo físico lo hemos transmitido bien al mundo digital, en forma global y masivamente. Todavía nos queda mucho por delante. Esta para mi es la magia de estas nuevas arquitecturas.
Estas arquitecturas precisan un aspecto muy importante, el dialogo entre múltiples disciplinas profesionales de conocimiento para que el software aprenda de todas esas fuentes, para eso deben ser adoptadas por todos y ese salto va a llegar cuando otros profesionales estén acompañando el desarrollo del código y no sea un aspecto solo de especialistas. Yo veo que el futuro va a ser sin duda mucho mejor, porque va a ser necesario que todos podamos hablar diferentes idiomas profesionales. Es lo que nos hace humanos, reinventarnos, crear puentes y adoptar otras culturas y respetarlas, es la parte más humanista de la ingeniería, y eso es lo que tenemos que enseñarles a los nativos digitales. Esto es para soñadores, poder trasmitir esa pasión de poder darnos a todos oportunidades similares algunas que ahora son inimaginables.