El calor extremo puede “derretir” las neuronas

El calentamiento global es el aumento a largo plazo de la temperatura media de los océanos y de la atmósfera terrestre debido a la intensificación del efecto invernadero.

El efecto invernadero es un proceso natural que permite que la Tierra mantenga una temperatura adecuada para la vida, gracias a la presencia de ciertos gases en la atmósfera que retienen parte del calor que proviene del Sol. Sin embargo, la actividad humana ha incrementado la emisión de estos gases, especialmente el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, lo que provoca que se retenga más calor del necesario y que la temperatura global se eleve.

El calentamiento global es uno de los aspectos del cambio climático, que incluye también otros efectos sobre el clima, como las alteraciones en las precipitaciones, los vientos, las corrientes marinas y los fenómenos extremos. El calentamiento global tiene graves consecuencias para el medio ambiente y la vida en el planeta, como el deshielo de los polos, la subida del nivel del mar, la pérdida de biodiversidad, la desertificación, la acidificación de los océanos y el aumento de las enfermedades infecciosas.

La mayoría de los científicos coinciden en que el calentamiento global es causado principalmente por la influencia humana y que es necesario tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar sus efectos.

Temperatura límite que soporta el ser humano

La vida en la Tierra puede soportar una amplia gama de temperaturas, desde los -200ºC hasta los 110ºC, dependiendo del tipo de organismo y de las adaptaciones que haya desarrollado. Sin embargo, para el ser humano, la temperatura límite es mucho más baja.

Los estudios dicen que la mayoría de los seres humanos tenemos una temperatura límite de 55 grados con humedad normal, y que sufrirán hipertermia después de no más de unos minutos expuestos a un calor (y humedad relativa) con 60 grados en el aire.

A partir de esa temperatura, el cuerpo humano no puede regular su temperatura interna y se produce una deshidratación extrema que puede llevar a la muerte.

Por eso, es importante protegerse del calor extremo y mantenerse hidratado, especialmente en verano y en zonas donde se producen olas de calor debido al cambio climático

Efecto en el organismo expuesto a calor extremo

Cuando nuestro cuerpo se expone a más de 60 grados, se produce un golpe de calor, que es una situación de emergencia que puede ser mortal. El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura interna y se eleva por encima de los 40ºC, lo que provoca un daño en los órganos vitales y en el cerebro.

Algunos de los efectos del calor extremo en nuestro cuerpo son:

  • 1- Deshidratación: el cuerpo pierde agua y sales minerales a través del sudor, lo que puede causar calambres musculares, sed intensa, sequedad de boca, mareos, debilidad y confusión.

2- Agotamiento: el cuerpo se siente fatigado, cansado e irritable, y puede presentar dolor de cabeza, náuseas, vómitos y taquicardia.

3- Insolación: el cuerpo deja de sudar y la piel se vuelve roja, caliente y seca. La persona puede sufrir alucinaciones, convulsiones, pérdida de conciencia y coma.

Como repercute en el cerebro una temperatura de 60 grados

El calor extremo puede afectar a nuestras neuronas de varias formas, ya que altera el funcionamiento normal del cerebro y provoca una respuesta inflamatoria que daña el tejido nervioso.

Algunos de los efectos del calor extremo en las neuronas son:

1- Desnaturalización de las proteínas: el calor hace que las proteínas que forman parte de las neuronas pierdan su estructura y se derritan, lo que impide que cumplan sus funciones correctamente.

2- Alteración de la comunicación neuronal: el calor ralentiza la propagación de los impulsos nerviosos entre las neuronas, lo que afecta a nuestra capacidad de respuesta, atención, memoria y aprendizaje.

3- Daño en las células de Purkinje: estas son unas neuronas especiales que se encuentran en el cerebelo y que regulan la función motora. El calor las hace más vulnerables a la inflamación y al estrés oxidativo, lo que puede causar problemas de coordinación y equilibrio.

3- Hiperexcitación cerebral: el calor confunde al hipotálamo, que es la región del cerebro que controla los ciclos de sueño y vigilia. Esto hace que el cerebro se mantenga más activo de lo normal y nos cueste más dormir.

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