El Ecosistema Financiero: ¿Frente a una opción o necesidad de reinvención?

Por: Marcelo Fondacaro, COO de VeriTran

La transformación digital es un tema de interés desde hace mucho tiempo. Incluso antes de la coyuntura originada por el Covid-19, este fenómeno estaba en el foco de los empresarios de todas las industrias, siendo el siguiente paso por tomar como parte de la evolución de sus negocios en el mercado.

Paradójicamente, el 2020 llegó y puso al mundo en un contexto completamente inesperado en el cual se han tenido que tomar medidas extremas y se ha puesto a las industrias frente a desafíos y obstáculos que tal vez nunca habían imaginado.

El sector financiero es uno de los que más retos ha tenido que asumir durante la pandemia. Básicamente, tuvo que trasladar toda su operatoria al canal digital o al menos intentarlo porque no todos estaban preparados para abandonar el mundo físico.

Los pagos como los conocemos hoy en día entraron en jaque y no por una cuestión de evolución tecnológica sino por una cuestión de salud pública. Y si bien los pagos sin contacto empiezan a tener un papel predominante en esta nueva normalidad, no todas las personas pueden hacer uso de ellos.

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En los sectores más vulnerables el efectivo sigue siendo el rey, mientras que en los comercios pequeños la alternativa de pago digitales, es escasa ya que la tecnología resulta costosa y representa aranceles sobre su facturación, de entre el 1 y 4%.

La transición al mundo digital se convierte entonces en un paso necesario por parte de la industria financiera y ya no tanto en una alternativa para contemplar a mediano o largo plazo.

El sector debe priorizar el desarrollo de un ecosistema financiero 100% digital y necesita considerar tres factores clave para hacerlo: la creación de una plataforma propicia por parte del Estado para que los sistemas de pago digitales cumplan un standard de interoperabilidad; un modelo de negocio que permita reducir el costo de los aranceles y, de esta manera, fomentar el uso del pago digital; y el establecimiento de un estándar técnico de integración.

Actualmente, gran parte de la atención en los países se centra en las interconexiones técnicas. Y hasta el momento no ha habido suficiente enfoque en los otros elementos que son críticos para crear volumen y valor económico.

Frente a este contexto, está claro que para la industria financiera no queda otra alternativa que reinventarse. El sector deberá dar ese salto hacia el uso de nuevos canales y diferentes maneras de ofrecer sus servicios, para así mantenerse vigentes y en contacto constante con sus clientes. Siendo esto así, las billeteras digitales y apps bancarias entran a jugar un papel protagónico en la industria.

A través de estos mecanismos, se conseguirá tener una industria preparada y al servicio de cualquier contingencia que se pueda presentar. Está en manos del sector el evolucionar el ecosistema financiero y seguirle el paso a la transformación digital.