El fin del imperio del roaming

En las últimas semanas los grupos de telecomunicaciones se han visto colapsados por el volumen de clientes que han manifestado quejas por problemas con su conexión de banda ancha y móvil.

La saturación de las líneas es consecuencia de que millones de personas se han visto obligadas a trabajar desde sus casas durante el confinamiento.

En cambio, en lo relacionado con el roaming de datos- el coste adicional que se paga cuando un usuario se conecta a una red en el extranjero- los operadores se enfrentan a un problema aún mayor que el colapso de las líneas. Este año, la paralización de los viajes internacionales como consecuencia del coronavirus podría suponer a la industria global una pérdida de ingresos de 25.000 millones de dólares. Según los analistas de Juniper Research, la cifra supone la mitad de los beneficios que obtiene el sector derivados de los cargos que aplican las empresas por el roaming.

De esta cifra, unos 12.000 millones de dólares se perderán durante los meses de verano, ya que pocas personas saldrán de vacaciones y es poco probable que estos ingresos se recuperen. Hasta ahora, el sector de las telecomunicaciones ha demostrado ser resistente en las crisis, ya que las suscripciones protegen la mayor parte de sus ingresos y los servicios que prestan se consideran esenciales.

Pero los analistas creen que la pandemia marcará el fin de la era de la itinerancia. Sam Evans, socio de la consultora Delta Partners, opina que la industria sigue aferrándose al roaming y a las elevadas tarifas de las llamadas internacionales. “Es un modelo de negocio heredado y, les guste o no, el roaming desaparecerá”, añade. Según la agencia de ráting Moody’s, la itinerancia representa el 1% de los ingresos de los operadores europeos.

A pesar de que la Comisión Europea prohibió las tarifas de itinerancia en todo el continente en 2017, estas siguen aplicándose a los viajeros a otras partes del mundo. Muchos operadores ofrecen a los clientes ofertas de roaming cuando viajan al extranjero. La pérdida de ingresos afectará más a las empresas del sur de Europa. “Grecia, Portugal y España están muy expuestas al turismo y serán sus operadores los más afectados”, asegura Maurice Patrick, analista de Barclays.

El banco sostiene que los grupos europeos no son inmunes a los efectos del coronavirus. De hecho, Barclays recortó las previsiones de beneficios del sector entre el 2 y el 4% por factores como el colapso de los ingresos del roaming. Las empresas de otros rincones del mundo que atraen turismo como el Caribe también son más vulnerables, ya que gran parte de sus ingresos depende del cobro de la itinerancia a los viajeros. Hay analistas que opinan que ahora mismo las compañías deberían centrarse en el hecho positivo de garantizar que las personas estén conectadas en momentos como este.