El futuro de la industria automotriz serán los coches voladores

En la actualidad, los autos eléctricos y autónomos marcan un cambio de paradigma en la industria automotriz. Sin embargo, esto será solo una parte del cambio: el futuro, cada vez más cercano, serán los coches voladores.
Se espera que para finales de esta década varias empresas, que ya están trabajando en esto, presenten algunas unidades de vehículos capaces de volar.
Una de ellas es Terrafugia, una compañía proveniente de Massachusetts, EE.UU. que probablemente podría presentar un modelo listo para volar en el 2018. Su proyecto, denominado TF-X, cuenta con alas desplegables y motores eléctricos gemelos, los que están unidos a cada extremo y proyectan una potencia de 300 caballos. Esta fuerza le permitiría cambiar de una posición vertical a una horizontal.
El vehículo podrá alcanzar una velocidad de crucero de 322 kilómetros por hora y cuenta con una autonomía de vuelo de 805 kilómetros.
Su intención es tener un vehículo de cuatro plazas que pueda despegar y aterrizar en forma vertical, lo que podría hacerlo con sus hélices muy similares a las de un helicóptero. Pero tanto Terrafugia como el resto de las empresas que trabajan en el tema se encuentran con muchas limitaciones respecto a temas legales y regulatorios. Sucede lo mismo que hoy está ocurriendo con los autos autónomos.
Y si bien un prototipo podría estar listo en dos años, la producción de este tipo de vehículos podría estar lista para no menos de ocho años.
Otra empresa es la eslovaca AeroMobil, que en 2012 voló un prototipo de auto volador. Se trató de un vehículo ligero pero a la vez fuerte, con motores capaces de ofrecer más potencia a menor peso, algo en lo que ha estado avanzando desde ese momento. Con alas plegables y una hélice, ya estaría probando su cuarto prototipo, y podría llegar a los mercados el año próximo. Incluye una autonomía de 700 kilómetros, 200 km/h volando y con capacidad para dos personas.
Entre los primeros modelos de las distintas empresas interesadas, hay muchas diferencias en la apariencia. Algunos parecen más un automóvil y otros más un avión, pero el fin es el mismo para todos: tener un vehículo que sea capaz de ir por una carretera y también volar por el cielo.