El nuevo perfil del consumidor financiero
(Argentina) Las empresas dentro del ecosistema financiero están observando un entorno económico cada vez más dinámico que favorece nuevas oportunidades de inversión. Las innovaciones tecnológicas y los cambios en las demandas de los consumidores están desafiando la estructura establecida por las instituciones más tradicionales llevando a un compromiso cada vez más fuerte por la apuesta a la innovación.
Hoy, los clientes buscan más que un simple lugar donde guardar sus valores; quieren acceso flexible, discreción y servicios personalizados. Es aquí donde están naciendo nuevas alianzas entre fintechs, bancos digitales y compañías especializadas en soluciones de seguridad privada como alternativas seguras y confiables.
Una tendencia clara es la creciente adopción de tecnologías modernas en el ámbito de la seguridad física, como sistemas de reconocimiento biométrico y procesos automatizados que permiten el acceso seguro a valores y bienes personales.
La falta de disponibilidad de cajas de seguridad en los bancos tradicionales es una de las limitaciones que más preocupa a los clientes. En muchos casos, la disponibilidad de cajas en los bancos ronda apenas el 10%, y la accesibilidad queda restringida al horario bancario, lo que limita las opciones de los usuarios para gestionar sus activos de manera cómoda y flexible.
En respuesta, empresas no bancarias hoy se vuelven las soluciones más accesibles, con horarios extendidos de lunes a sábado y tecnologías de última generación que permiten operaciones más rápidas y discretas.
Además, se han desarrollado opciones de alquiler a corto y largo plazo, lo que permite que más personas y empresas accedan a estos servicios sin depender de las complejas relaciones bancarias.
El cliente moderno, que utiliza aplicaciones de banca digital y gestiona sus finanzas desde dispositivos móviles, está acostumbrado a la agilidad y conveniencia. Este nuevo perfil demanda opciones que le permitan gestionar no solo sus cuentas y transferencias de manera digital, sino también sus activos físicos de forma igualmente eficiente y segura.
Estas nuevas soluciones también incluyen la contratación de salas de negocios privadas, donde los usuarios pueden realizar transacciones financieras en un entorno de alta seguridad, protegiendo tanto la privacidad como los bienes involucrados.
La seguridad de activos, tradicionalmente vinculada a los bancos, está encontrando un nuevo ecosistema que ofrece flexibilidad, tecnología avanzada y personalización de servicios. Las restricciones impuestas por los bancos tradicionales están siendo superadas por soluciones que responden mejor a las necesidades del consumidor digitalizado de hoy.
Este cambio en el enfoque de la seguridad financiera refleja un movimiento más amplio dentro del sector: el fin de los bancos tradicionales como la única opción para la protección de activos. A medida que las nuevas tecnologías y modelos de negocio continúan emergiendo, es probable que el sector bancario siga evolucionando hacia un enfoque más híbrido, donde las soluciones digitales y las opciones físicas de seguridad privada convivan para ofrecer una propuesta más completa y alineada con las necesidades del cliente moderno.
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