¿Es posible usar la inteligencia artificial para luchar contra la depresión?

A pesar de que la depresión afecta alrededor de 300 millones de personas cada año alrededor del mundo, el acceso a terapias y tratamientos tradicionales puede llegar a ser restrictivo: ya sea por su costo, por la dificultad de encontrar a un terapeuta adecuado o por la simple falta de información, la gran mayoría de la gente que sufre de depresión no recibe ningún tipo de tratamiento.

En los últimos años, la pandemia de Covid no ha hecho más que recrudecer esta problemática: la incertidumbre, las crisis económicas y los largos periodos de encierro durante las cuarentenas han contribuido al aumento de los casos de depresión en todas las franjas etarias. Como si esto no fuera poco, la pandemia también ha impulsado el crecimiento de las aplicaciones de citas como Tinder, Omegle, Badoo, Ometv o Bumble, por ejemplo, cuyo uso extensivo, según un estudio de la Universidad de Toronto, tiene una relación directa con la ansiedad social y la depresión.

Esta realidad ha llevado al desarrollo de sistemas de inteligencia artificial para proveer la oportunidad de, en primer lugar, detectar la depresión a tiempo y, en segundo lugar, tratarla de manera accesible. Un ejemplo de este tipo de emprendimientos es el creado por el profesor Rajarathnam “Mouli” Chandramouli, del Instituto Stevens de Tecnología en Nueva Jersey, que consiste en un sistema que se sirve de todo el contenido que una persona comparte en internet y en sus redes sociales para detectar patrones que sugieran la aparición de un estado depresivo.

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La inteligencia artificial puede llegar mucho más lejos que predecir o alertar sobre la aparición de la depresión: también puede ayudar a tratarla. WoeBot es sistema de conversación automatizado o chatbot, creado para proporcionar a sus usuarios una serie de herramientas de auto-cuidado, a través de conversaciones en apariencia humanas, para que puedan afrontar sus crisis depresivas. Aunque no reemplaza, por ahora, a un tratamiento tradicional con un terapeuta humano, la gran ventaja que ofrece es su disponibilidad absoluta: su chatbot está disponible en cualquier momento, y en cualquier lugar.

Así como la inteligencia artificial está lejos de haber alcanzado todo su potencial, también lo están este tipo de recursos y soluciones. A medida que se sigan desarrollando nuevas tecnologías, se irán abriendo nuevas puertas para lograr que el acceso a una solución terapéutica para la depresión sea universalmente accesible.