Esperan que el mercado global de IoT residencial crezca 10 veces en los próximos 10 años

Luego de la compra de Nest por parte de Google (y de sus recientes lanzamientos), era de esperar que la mira de las empresas de IoT coloque la mira en el consumo masivo. Si bien por el momento el mercado está casi totalmente reducido al segmento de los early adopters, un último reporte de Navigant Research predice que los ingresos anuales en concepto de dispositivos IoT residenciales crecerá de los US$ 7.300 millones previstos para 2015 hasta los US$ 67.000 millones que se registrarán en 2025.

“A medida que los fabricantes continuan embebiendo tecnologías de comunicación, sensores e inteligencia en su matriz de productos, el mercado de IoT residencial continúa creciendo”, señala el informe. “El espacio del IoT residencial está atrayendo toda la atención de fabrcantes y otros interesados que desean impulsar las capacidades de los dispositivos conectados”, aportó Neil Strother, analista de investigación principal de Navigant Research.

“Los termosmostatos y medidores inteligentes ya pueden proveer ideas para muna mayor eficiencia energética, y los sistemas para el hogar pueden vincular seguridad, iluminación y controles de climatización. Y a medida que los fabricantes añaden conectividad a más equipos, la tendencia (de IoT) sigue acelerándose”, completó Strother.

Claro que la barrera principal que tiene IoT es la falta de un estándar de comunicación común, para que cualquier equipo que posea cualquier software pueda comunicarse con otros dispositivos, aunque sean de marcas o plataformas diferentes. Google ya propuso su sistema Brillo, que usa un protocolo de comunicación abierto para poder comunicarse con otros equipos. Cisco, Apple, Samsung y Huawei también tienen sus alternativas.

Pero el mercado no ha adoptado un idioma común. La Unión Internacional de Telecomunicaciones ha publicado uno, pero sólo abarca la Internet de las Cosas destinada a las industrias. En el ámbito del consumo masivo, es una batalla que está librándose, sin un vencedor claro, lo cual reduce IoT a un conjunto de esfuerzos aislados por parte de los fabricantes.