¿Está la industria automotriz en camino de cumplir sus objetivos de sostenibilidad?

Los niveles de implementación de las principales iniciativas de sostenibilidad han mejorado solo ligeramente, o incluso se han reducido en algunas áreas, desde 2019, según lo señala el reciente informe del Instituto de Investigación Capgemini, “Sostenibilidad en el sector automotor: de la ambición a la acción”. Los recientes desafíos, tales como la escasez continua de chips y los problemas en la cadena de suministro, han obligado a las empresas automotrices a reorientar sus prioridades.

De acuerdo con el informe, las directivas como el Pacto Verde Europeo y el Acuerdo de París están presionando a la industria automotriz para que adopte soluciones más sostenibles con el fin de alcanzar los objetivos de neutralidad de carbono. La gran mayoría (70%) de la industria automotriz se centra en la reducción global de las emisiones en toda la cadena de valor, incluidas las emisiones de alcance 1, 2 y 3, desde el abastecimiento hasta los procesos del final de la vida útil. Dos terceras partes (64%) de las organizaciones automotrices espera lograr una reducción de las emisiones de carbono para 2040, y 57% está yendo más allá del cumplimiento de las normas ESG para hacer que la sostenibilidad sea un motor clave del negocio. Sin embargo, desde 2018, la industria automotriz ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) solo en un 5%, y se espera una reducción adicional de 19% para 2030. Al ritmo actual, las organizaciones del sector automotor no están en condiciones de cumplir el objetivo general de cero emisiones netas para 2050 según el Acuerdo de París.

El informe revela que solo un pequeño grupo de organizaciones (menos del 10%) está mostrando el camino para lograr una industria automotriz sostenible. Estas reportan que esperan reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 35% para 2030 (en comparación con una reducción promedio prevista del 19% en toda la industria automotriz). Al mismo tiempo, se espera que su eficiencia operativa mejore en un 22% para 2026 (en comparación con el 16% del resto de organizaciones en el mismo periodo) como resultado directo de sus iniciativas de sostenibilidad que muestran una mejoría de la transparencia en toda la cadena de valor. También gozan de un mayor impulso de “marca” como empleadores para atraer talento debido a sus recientes iniciativas en sostenibilidad (18% frente al 10% del resto).

El despliegue de iniciativas ha mejorado únicamente en determinadas áreas de interés

Las organizaciones automotrices se están enfocando en la reducción de las emisiones y priorizan las iniciativas sobre las que tienen control e influencia directos, como la fabricación y la descarbonización de las flotas de vehículos. El informe señala que el despliegue de iniciativas en la cadena de suministro sostenible ha aumentado al 57% en 2022 respecto al 42% en 2019, y el abastecimiento responsable de metales ha aumentado del 33% al 44% en el mismo periodo.

Sin embargo, el informe muestra un descenso en la implementación de iniciativas de economía circular. Aunque 73% de las organizaciones está de acuerdo en que la contribución a una economía circular es necesaria para alcanzar sus objetivos financieros y competitivos a largo plazo, solo el 53% cuenta con una estrategia de economía circular y menos de la mitad (45%) se adhiere actualmente a los principios de circularidad a lo largo de su cadena de valor.

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La transición a los vehículos eléctricos sigue siendo compleja y representa solo una parte de la solución

La demanda de reducción de las emisiones de GEI ha impulsado a las empresas del sector a centrar sus esfuerzos en los vehículos eléctricos (VE). Para lograr este impacto a lo largo de la vida útil de un VE, es fundamental que los fabricantes de equipos originales (OEMs) garanticen la circularidad de la producción y tengan en cuenta el proceso del final de la vida útil de las baterías de los VE en toda la cadena de valor. Menos de la mitad (41%) de los ejecutivos encuestados señala que su organización tiene una iniciativa de sostenibilidad dedicada al final de la vida útil de las baterías; esta cifra se reduce al 28% en el caso de las baterías de segundo uso. A pesar del aumento de las ventas de VE, los clientes se muestran reacios a cambiar a los eléctricos debido a la preocupación que les provoca la autonomía y a los precios de la recarga, y consideran más atractiva la facilidad de disponibilidad de las refacciones y las opciones de servicio de los vehículos con motor de combustión interna (ICE, por sus siglas en inglés). El aumento de los costos de la red energética y los complicados métodos de recarga están frenando el progreso y la adopción.

La falta de indicadores clave de rendimiento provoca el estancamiento de la implementación

El informe concluye que la deficiente integración de indicadores clave de rendimiento de la sostenibilidad en las actividades cotidianas y la gestión del desempeño están provocando el estancamiento de su implementación: 73% de los ejecutivos coincide en que la adopción de prácticas de sostenibilidad en sus actividades y procesos cotidianos ha aumentado solo parcialmente o se ha mantenido igual en los últimos 2-3 años. Únicamente el 10% de las organizaciones han alineado los objetivos de desempeño con las metas clave de sostenibilidad para los empleados no directivos. La dificultad para recopilar, gestionar y analizar los datos de sostenibilidad es también uno de los principales retos: solo el 12% de los ejecutivos afirma que su organización cuenta actualmente con un despliegue completo de una plataforma para medir, monitorear e informar sobre las iniciativas de sostenibilidad.

Sin embargo, el informe concluye que la responsabilidad de toda la organización es indispensable para definir los objetivos y compartir los avances de las iniciativas de sostenibilidad. A medida que los grupos de interés analizan detenidamente el cumplimiento de las normas ESG, es necesario cuantificar los datos de toda la cadena de suministro para garantizar la transparencia y proporcionar una base de referencia para establecer los indicadores clave de rendimiento de la empresa.

Integrar la sostenibilidad en el modelo de negocio

A medida que las regulaciones se endurecen y aumentan las expectativas de los consumidores y de la sociedad, las organizaciones automotrices deben ser realistas con los niveles de inversión actuales y previstos. La industria automotriz está a punto de entrar en una década crucial, ya que está cambiando su cartera de productos de los vehículos de combustión interna (ICE) a los eléctricos. Y aunque las organizaciones líderes están bien posicionadas para este cambio, es necesario un enfoque más holístico que abarque los nuevos procesos, las personas y el planeta.

“La industria automotriz se adentra en una década crucial definida en gran medida por su capacidad para ser totalmente eléctrica. Pero mientras la sostenibilidad se acredita como una prioridad máxima, el sector en su conjunto se está quedando atrás. Las organizaciones automotrices deben pensar de manera práctica en su enfoque de sostenibilidad si quieren alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París para 2050. Esto incluye un compromiso importante y renovado con la economía circular que se centra en el ciclo de vida completo del vehículo, así como la inclusión de las emisiones de alcance 3”, expresó Alexandre Audoin, Líder Global del Sector Automotor de Capgemini. “La rendición de cuentas es imprescindible para definir los objetivos y los KPI en toda la organización y progresar con respecto a estos objetivos”.