Europa mira de cerca el ecosistema Android por problemas de competencia

En un reciente discurso titulado “Competencia: la madre de la invención”, Vestager hizo hincapié en la importancia de la innovación e infirió que las empresas exitosas tratan de responsabilizar a las compañías innovadoras que pueden ir en contra de sus intereses. Citó el caso Comunidad Europea contra Microsoft desde hace una década como ejemplo de cómo las empresas dominantes utilizan su posición para dejar otros fuera del mercado.

En ese recorrido, Vestager recordó que están mirando de cerca los contratos de Google con los fabricantes de teléfonos y operadores que utilizan el sistema operativo Android.

El foco de la investigación son las exigencias que Google hace a los fabricantes de teléfonos y operadores de precargar un conjunto de aplicaciones de la compañía, en lugar de dejarlos decidir por sí mismos qué aplicaciones cargar.

La investigación podría ser análoga al caso de Windows en la que un proveedor de sistema operativo dominante puede ser considerado contrario a la competencia si empaqueta software no básico con el sistema operativo.

Si bien el caso de Microsoft estuvo centrado en Internet Explorer, la investigación sobre Google recae en aplicaciones como el navegador, el correo electrónico, mapas, tienda de aplicaciones, almacenamiento en la nube y entre otros, por lo que las consecuencias podrían ser graves.

Google continuará argumentando que los proveedores, como Amazon, son libres de utilizar el código núcleo de Android sin todas las apps añadidas de la compañía. Sin embargo, los vendedores tienen que seguir reglas mucho más estrictas si desean facilitar el acceso a la tienda Play, sin la cual la experiencia se reduce considerablemente.

La compañía también está siendo investigada por la forma en que se presenta algunos resultados de búsqueda.

Aunque Google no ha respondido formalmente al discurso de Vestager, el Financial Times señaló que el jefe europeo de Google, Matt Brittin, dijo que los funcionarios estaban mal informados. Agregó que en algunos lugares e intereses de Europa la primera inclinación es proteger el pasado del futuro.