Evitar el bloqueo geográfico con una VPN puede ayudarte a ahorrar mucho dinero
En general, cuando se habla de usar una VPN se hace en el marco de la seguridad informática. Las redes privadas virtuales surgieron como un modo de evitar que hackers y otros terceros malintencionados puedan tener acceso a la información que se transmite desde nuestros ordenadores a través de la red. Mediante el uso de encriptación de última generación y de protocolos seguros, los datos viajan al servidor de destino por medio de un túnel a prueba de miradas indiscretas.
Sin embargo, otra funcionalidad de las VPN que, si bien tiene un uso importante en lo que refiere a navegar por internet de forma anónima, es cada vez más utilizada por los usuarios comunes es la de cambiar la ubicación. Como los servicios de VPN cuentan con servidores en la mayor parte de los países del mundo, es posible conectarse a la red a través de ellos y ocultar así nuestra verdadera posición geográfica.
El “geoblocking” es cada vez más férreo
El crecimiento exponencial del interés de los usuarios hogareños por las VPN tiene que ver con el uso masivo de servicios contratados por internet. Estas multinacionales que brindan todo tipo de productos, en particular los servicios de streaming de audio y vídeo, están intensificando el control sobre la ubicación de sus clientes.
Esto sucede porque, por un lado, distintos países pueden tener acceso a catálogos diferentes de películas o series, o incluso tener bloqueadas las transmisiones de determinados programas o eventos. Los carísimos derechos que las empresas pagan para contar con la autorización para mostrar películas, series o espectáculos masivos como encuentros de fútbol están seriamente restringidos geográficamente, por lo que necesitan evitar que usuarios de otras latitudes puedan disfrutarlos.
En otro sentido, el precio del servicio puede variar notablemente entre una región del mundo y otra, lo que implica que es posible ahorrar mucho dinero ocultando la verdadera geolocalización a la compañía que brinda el servicio.
Ahorrar obteniendo lo mismo o más por menos
Los clientes españoles de Netflix están por experimentar un nuevo aumento en el coste mensual del popular sitio de streaming, que ya acumula más de un 50% de incremento en el precio desde su aparición en el país en el año 2015. Pero no es el único caso, otras compañías están siguiendo rápidamente el ejemplo, por la necesidad de compensar los elevados costos de producción y adquisición de nuevas películas y series para mantenerse competitivas en un mercado sobrecargado de servicios similares.
Por ello, cuando se tiene en cuenta que una suscripción de Netflix en España puede llegar a costar varias veces lo que se cobra en otras regiones del globo, en particular en Latinoamérica donde se transmiten asimismo buena parte de las producciones españolas, poder aprovechar las características de una VPN para cambiar la ubicación puede representar un ahorro importante cada año. De esta manera, se puede acceder al servicio con prestaciones similares, pero pagando un precio significativamente menor.
También es habitual que los usuarios compartan los gastos de una suscripción haciéndose pasar por miembros del mismo núcleo familiar, pese a encontrarse en ciudades o incluso países diferentes. Con una VPN es muy sencillo cambiar la posición geográfica en cuestión de segundos para hacerla coincidir con la de un amigo o pariente y evitar así bloqueos o cancelaciones de las cuentas de usuario.
¿Cómo elegir la mejor VPN?
Hoy en día son muchas las empresas de software que compiten por ofrecer la mejor VPN a usuarios hogareños, por lo que los precios han bajado notablemente en el último lustro. Sin embargo, el costo no es el único punto importante cuando se trata de elegir un servicio que debe garantizar nuestro anonimato y seguridad en la red, además de permitirnos ahorrar en otros gastos cotidianos.
Un aspecto fundamental a tener en cuenta es la cantidad y la distribución de los servidores que proveen el servicio. Para eludir el bloqueo geográfico, es vital contar con alternativas en los países del mundo que más nos interesen para el uso de, por ejemplo, los servicios de streaming. Además, un gran número de servidores es también una garantía de que no se reducirá significativamente la velocidad de navegación, un factor clave para poder ver nuestras películas preferidas sin inconvenientes.