Foro Económico Mundial advierte sobre brecha en ciberseguridad

(Global) El informe Global Cybersecurity Outlook 2025 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), ofrece un análisis exhaustivo del panorama actual y futuro de las amenazas cibernéticas. Basado en datos recolectados de más de 500 organizaciones globales, el documento evidencia que la sofisticación de los ataques ha aumentado hasta en un 25%, lo que genera desafíos críticos para los directores de seguridad de la información (CISOs por sus siglas en inglés) y sus equipos de seguridad en la gestión y protección de infraestructuras digitales complejas. Los datos presentados reflejan la necesidad de un cambio significativo en la forma en que las organizaciones abordan la seguridad digital, tanto para protegerse como para fomentar una infraestructura digital más inclusiva.
Para A3Sec, firma internacional especializada en ciberseguridad, esta no debe ser un privilegio, sino un derecho accesible para todos. Ante los desafíos marcados por el informe del WEF, como la complejidad creciente y los delitos cibernéticos sofisticados, debemos adoptar un enfoque de ciber antifragilidad que permita a las organizaciones no solo resistir las amenazas, sino evolucionar a partir de ellas. La ciber antifragilidad garantiza que cada obstáculo se convierta en una oportunidad de aprendizaje y fortalecimiento, creando una base resiliente para cerrar la brecha digital y avanzar hacia un futuro más seguro e inclusivo.
Principales hallazgos del informe y su impacto en la brecha digital
El informe identifica cuatro áreas clave que marcarán el futuro de la ciberseguridad y que, a su vez, inciden en la creciente brecha digital:
- Complejidad creciente: las tensiones geopolíticas y la rápida incorporación de tecnologías emergentes han desdibujado de forma significativa el perímetro de seguridad de muchas organizaciones. Los métodos de defensa tradicionales (como antivirus y firewalls convencionales) han quedado rezagados frente a ataques cada vez más dinámicos. En este contexto, la integración de soluciones basadas en inteligencia artificial y machine learning resulta indispensable para optimizar la correlación de eventos y mejorar los tiempos de respuesta.
- Interdependencias en las cadenas de suministro: se estima que hasta el 60% de los incidentes reportados surgen a partir de vulnerabilidades en la cadena de suministro. La exposición de proveedores y terceros obliga a los responsables de seguridad a reconsiderar la arquitectura de red, adoptando modelos basados en el enfoque Zero Trust, que exige la verificación continua de identidad y acceso en todos los eslabones del proceso.
- Delitos cibernéticos sofisticados: la evolución de amenazas, que ahora incluye ataques automatizados potenciados por algoritmos de inteligencia artificial, demanda soluciones de detección y respuesta extendida (XDR) junto a plataformas avanzadas para la correlación y el análisis en tiempo real. La implementación de modelos de threat intelligence robustos y la constante actualización de sistemas de análisis forense digital se vuelven imperativos para mitigar riesgos emergentes.
- Necesidad de resiliencia organizacional: la resiliencia se mide no sólo por la capacidad de prevenir ataques, sino por la agilidad en la recuperación operativa y la habilidad para aprender de cada incidente. Este paradigma, definido como ciber antifragilidad, transforma cada interrupción en una oportunidad para optimizar tanto la infraestructura como los protocolos de respuesta y gobernanza.
El informe del WEF destaca que cerrar la brecha digital requiere esfuerzos colaborativos y estratégicos. Entre las recomendaciones clave se encuentran:
- Fomentar alianzas público-privadas para compartir recursos y conocimientos que permitan fortalecer la seguridad cibernética en organizaciones pequeñas y medianas.
- Adoptar un enfoque proactivo y predictivo al invertir en tecnologías como inteligencia artificial y sistemas avanzados de gestión de riesgos para anticiparse a las amenazas.
- Promover la educación y la capacitación en ciberseguridad para impulsar programas que preparen a más personas para comprender y abordar los riesgos digitales.
Este llamado a la acción resalta la necesidad de una transformación profunda en la gestión de la ciberseguridad, basada en datos técnicos y en la implementación de soluciones integradas que sostengan la continuidad operativa y protejan el ecosistema digital de toda la organización.
Para A3Sec la ciberseguridad es un componente estratégico y debe integrarse en el ADN de las organizaciones. No se trata únicamente de reforzar barreras perimetrales, sino de evolucionar hacia una arquitectura de ciber antifragilidad que permita a los CISOs reducir el tiempo de respuesta ante incidentes y optimizar la resiliencia global. Con estrategias basadas en Zero Trust, y la implementación de sistemas de última generación, es posible no sólo neutralizar amenazas, sino cerrar de forma tangible la brecha digital que afecta tanto a grandes corporativos como a pequeñas y medianas empresas.
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