Google cerró su Consejo de Ética
El Consejo de Ética de Google resultó polémico desde el principio. Un grupo independiente creado para supervisar los esfuerzos de inteligencia artificial de la empresa, se ha cerrado menos de quince días después de su lanzamiento.
El Consejo Asesor Externo de Tecnología Avanzada (ATEAC, por sus siglas en inglés) debía analizar la ética en torno a la IA, el aprendizaje automático y el reconocimiento facial.
Un miembro renunció y hubo llamamientos para que otro fuera removido. La debacle plantea interrogantes acerca de si las empresas deberían establecer tales organismos.
Google le dijo a la BBC: “Está claro que en el entorno actual, ATEAC no puede funcionar como queríamos.
“Así que estamos terminando el consejo y volviendo a la mesa de dibujo. Continuaremos siendo responsables en nuestro trabajo en los temas importantes que AI plantea, y encontraremos diferentes formas de obtener opiniones externas sobre estos temas”.
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Hubo una protesta por el nombramiento de Kay Coles James, quien es presidente del think tank conservador The Heritage Foundation. Miles de empleados de Google firmaron una petición solicitando su expulsión, por lo que describieron como comentarios “anti-trans, anti-LGBTQ y anti-inmigrante”.
Durante el fin de semana, el miembro de la junta, el profesor Alessandro Acquisti, renunció a tuitear: “Si bien estoy dedicado a la investigación que aborda cuestiones éticas clave de imparcialidad, derechos e inclusión en AI, no creo que este sea el foro adecuado para mí. este importante trabajo “.
El panel había sido anunciado en una conferencia en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y había planeado reunirse cuatro veces en 2019.
Una de los ocho miembros, Joanna Bryson, profesora de la Universidad de Bath, expresó su enojo por la decisión de Google de desconectar.
Ella escribió en Twitter: “Pensé que había suficientes personas inteligentes en Google que debían haber algún proceso para comunicar o mejorar las decisiones. Pero me equivoqué y las personas que me llamaron ingenua tenían razón”.
