Grandes adquisiciones que delinean el nuevo escenario tecnológico

El auge de las empresas tecnológicas es indiscutible. Hoy, no se puede hablar de innovación sin relacionarlo con tecnología. No importa a qué mercado se oriente una compañía: es imposible avanzar si no cuenta con la tecnología apropiada para hacerlo.

En este universo en el que cada vez las empresas de tecnología tienen mayor protagonismo, la batalla por ser la número uno es implacable. Pero ya no basta con ser la número uno en el sector puntual que las vio nacer, sino que hay una tendencia a expandirse hacia otros horizontes: ¿quién puede decir en la actualidad que Google es sólo un buscador de Internet, o Facebook solo una red social?

La convergencia y la evolución tan acelerada generan que haya cada vez más empresas embarcadas en un amplio abanico de servicios y productos, muchos de los cuales los van sumando a partir de su alianza con otras firmas. A su vez, las nuevas tendencias hacen que algunas soluciones o productos queden en un segundo plano, sin ser una importante fuente de ingresos para la empresa, de manera que tienen que buscar nuevos senderos para incrementar su rentabilidad.

En un mercado en el que existe un proceso de cambio constante, el camino para lograr ventajas competitivas en el corto plazo es básicamente a través de la integración, la que se logra mediante alianzas o, como sucede cada vez con más frecuencia, compra y fusiones de empresas.

Estas operaciones responden a la necesidad de expansión en el mercado internacional, avanzar frente a la competencia o hallar una respuesta a las presiones por parte de los accionistas frente a la incapacidad de progresar en el negocio. Las economías de escala y la eficiencia juegan un papel protagónico, así como las patentes que pueden lograr y los avances en investigación y desarrollo. El lado B de las adquisiciones es que con ellas también se recortan y tambalean miles de puestos de trabajo.

Así, es cada vez más habitual que se anuncien fusiones, adquisiciones y operaciones de este estilo entre las compañías del mundo tecnológico. Sólo durante octubre, se dieron a conocer operaciones de compra y venta de empresas por aproximadamente US$ 503.000 millones a nivel global, según datos de Thomson Reuters. De todas las operaciones, 17 superan los US$ 5.000 millones.

Operaciones épicas recientes

Si de números altos se trata, la compra de EMC por parte de Dell por más de US$ 67.000 millones anunciada en octubre fue una de las mayores adquisiciones que se realizó en el sector tecnológico. Pero no todo se trata de cifras.

Por supuesto que es indiscutible que es una fusión que genera muchas expectativas por los millones que se mueven, pero hay cuestiones de fondo que muestran por qué se hacen estas negociaciones. Esta nueva megaempresa tendrá como meta la competencia en el mundo empresarial de alto nivel, en donde se enfrentan a rivales de la talla de HP, y no solo al mercado del usuario final o las PyMES.

Dell, una empresa que revolucionó el negocio de PCs, notebooks y servidores, está viendo cómo se estancan sus ingresos frente a la disminución de ventas de estos productos, y apuesta sus fichas a lo que ellos consideran que es la tendencia en donde habrá crecimiento: data centers, infraestructuras convergentes, la movilidad y los servicios en la nube, y la seguridad.

Si bien también es cierto que la fusión de dos grandes del mercado como Dell y EMC no será nada fácil (habrá que integrar 200.000 empleados, una amplia cartera de productos y servicios y millones de dólares, lo que llevará su tiempo y dejará muchas cosas en el camino), es real que el trabajo en conjunto les dará mayor flexibilidad a la hora de enfrentar las modificaciones que vayan surgiendo en un escenario tecnológico cambiante.

Otra de las grandes compras de este año fue la de Western Digital que pagó US$ 19.000 millones por Sandisk, uno de los principales fabricantes de almacenamiento y tarjetas de memoria del mercado global. Con esta adquisición, realizada el mes pasado, la compañía de discos duros – que cerró su año fiscal 2015 con un beneficio neto de US$ 1.465 millones (un 9,4% menos que el ejercicio anterior, y una facturación estable de US$ 15.181 millones), se consolida aún más en el mercado, y permitirá la transformación de parte de su línea de negocio actual en una compañía de soluciones de almacenamiento con la escala global de memoria no volátil (NVM).

Se trata de una nueva operación de compra-venta en el mercado de los chips, una tendencia que está tomando cada vez más fuerza a escala global y que continuará en los próximos años. Para septiembre de este año, en la industria global de semiconductores se habían movilizaron más de US$ 76.000 millones en fusiones y adquisiciones en lo que va de 2015.

Una de las últimas negociaciones relevantes del sector se dio con Toshiba, que vendió su unidad de sensores a Sony por unos US$ 164,68 millones, también el mes pasado. Acá la situación es diferente. Hay dos compañías que se están reestructurando: Toshiba, porque necesita recomponerse luego de un año muy difícil tanto por los números negativos de sus balances como por el escándalo de corrupción que tuvo a varios altos funcionarios como protagonistas. Y Sony, que si bien es un jugador dominante en el mercado de sensores de imagen, quiere seguir expandiéndose en este segmento en el que cuenta con clientes como Xiaomi de China, pero también porque se encuentra en una etapa de reconversión luego de haber experimentado la división de su negocio de sensores de imagen, convirtiéndose en una filial independiente del resto de la compañía bajo el nombre de Sony Semiconductor Solutions.

La fragmentación de las empresas es una cuestión que ya se está volviendo moneda corriente. Cuando empiezan a haber algunos negocios que no son tan rentables como otros en una compañía, se adopta la división en unidades para darle a cada una cierta independencia del resto y así definir cómo será el futuro de las partes: si se continúa con todo el negocio en forma fragmentada, si se sellan alianzas con otras empresas solo con la unidad que sea necesario e incluso hasta vendiendo alguna de esas divisiones, que es lo que también pasó con Toshiba, que decidió la venta de su unidad de sensores solamente.

Telecomunicaciones también se suma a la movida

Si bien ya pasaron varios meses de este acuerdo, no puede quedar afuera de este informe la fusión entre Nokia, que compró a su rival francés Alcatel-Lucent, por US$ 16.000 millones. El resultado de esta unión, que se anunció en abril, fue la construcción de un grupo que ocupará el segundo lugar en el segmento de equipamiento de telecomunicaciones y servicios y que podrá competir en forma directa con Ericsson, quien lidera este mercado en estos momentos. Se estima que la integración de Nokia y Alcatel-Lucent se complete durante 2016.

Ya el año pasado la misma Nokia había vendido su unidad de dispositivos y servicios móviles a Microsoft, obteniendo tras esta negociación US$ 7.500 millones. La razón fue simple: no podía competir en el segmento de los dispositivos móviles con las empresas que estaban dominando la industria.

Desde el punto de vista de los servicios de telecomunicaciones, uno de los negocios que tiene una repercusión directa en América Latina es la compra de DirecTV por parte de AT&T por una suma de US$ 48.500 millones. Entre las dos han generado una megaempresa con una base de 132 millones de usuarios móviles, incluyendo México, 16 millones de clientes de ultra banda ancha (fibra), 26 millones de accesos a TV satelital en Estados Unidos y otros 19 millones en América Latina y el Caribe. Esta negociación, que se concretó en junio, creó un gigante de los servicios de conexión a Internet, entretenimiento y comunicación.