Internet of Things: el último recurso de la CES para darle pelea al Mobile World Congress

Desde hace algunos años, el posicionamiento de la Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas como la feria de tecnología más importante del mundo fue más nostálgico que real. La creciente importancia de otros eventos globales, como el Mobile World Congress de Barcelona y la IFA de Berlín, redujeron la expectativa sobre la CES.

Por ejemplo, en 2013, Samsung, uno de los grandes protagonistas de la escena, presentó en la IFA el combo Note 3 y el smartwatch Gear. En el Congreso de Móviles del año siguiente, mostró en sociedad al Galaxy S5, su smartphone emblema. A esto hay que sumarle que Apple y Google no presentan sus equipos en la feria, sino que cuentan con sus propios eventos. La CES 2014 quedó con menos titulares pomposos y con mayor protagonismo de firmas no tan conocidas.

Pero en 2015, el enfoque cambió. Desde hace unos años, la Internet de las Cosas viene sentando la base teórica de la próxima tendencia. Ya no hay que reducir Internet a un teléfono, una tablet, un televisor o una computadora. Se avecina un aluvión de equipos que sumarán funciones “smart”. Nadie quiere perderse un mercado lleno de innovaciones, con lanzamientos periódicos de equipos que pueden conectarse.

Las tablets y los smartphones se han comoditizado, es un mercado donde es difícil sacar ventajas, donde vale más el ecosistema que el equipo. Google y Apple lo saben bien y dominan desde el sistema operativo. Los fabricantes de equipos están rodeados por las prestaciones de nuevos jugadores provenientes de China, quizás con el mismo temor con el que algunas décadas atrás las automotrices estadounidenses veían la amenaza de sus rivales japonesas. No habrá que esperar mucho para que las ferias asiáticas comiencen a atraer la atención masiva de empresas y consumidores.

[blockquote align=”left”]El mercado de IoT crecerá casi tres veces, generando un mercado de 7,1 billones de dólares.[/blockquote]

 La CES ve en Internet de las Cosas su oportunidad para lograr el lugar de preferencia entre las ferias tecnológicas y su lectura no fue errónea: 900 de sus 3500 expositores se dedicarán al tema, es decir, casi un cuarto del show estará relacionado con IoT. Y la conferencia de apertura estará a cargo de BK Youn, CEO de Samsung, una firma que generó ganancias por debajo de lo esperado debido a una desaceleración del mercado móvil: su market share en el tercer trimestre de 2014 fue de 24,4 por ciento, contra el 32,1% obtenido en igual período de 2013, según números de Gartner. Y siente en aliento en la nuca del gigante asiático, pues entre el tercer y el quinto puesto se ubicaron Huawei, Xiaomi y Lenovo.

La irrupción de la Internet de las Cosas en 2015 no es antojadiza, sino que supone un gran mercado para los próximos años. Según cálculos de la consultora IDC, durante 2013, IoT representó un volumen de 1,9 billones de dólares, donde el 90 por ciento de los equipos conectados correspondieron a países desarrollados. Para 2020, la demanda crecerá casi tres veces, generando un mercado de 7,1 billones de dólares, motorizado por las naciones emergentes. La carrera para crear un mundo inteligente comenzó.

Pero no sólo Samsung estará a cargo de los eventos destacados. También Bryan Krzanich, CEO de Intel tendrá su propia keynote, para lograr que la plataforma X86 perdure también en la era del IoT, mientras que Qualcomm, principal representante de la arquitectura ARM, integrará un panel. Quizás no le importe a esta última, que vienen ganando la batalla silenciosa –a fuerza de buena relación cómputo-consumo energético– por ver quién lidera el mercado de procesadores en tiempos de movilidad.

[blockquote align=”right”]Los gobiernos serán los principales compradores de IoT en los próximos dos años, con una inversión de US$ 1,7 billones.[/blockquote]

Cisco, a través de su CEO, John Chambers, también tendrá su panel y lo tiene bien ganado. La firma de conectividad viene alimentando desde hace unos años el concepto de IoT con un optimismo tal que lo imprimió en una marca registrada: Internet of Everything (IoE), o la Internet de Todo. El último contingente está conformado por las automotrices, con Ford y Mercedes Benz a la cabeza (tienen keynotes propias), pero con un actor “de reparto” de la talla de General Motors.

Esto tampoco es azaroso: una de las principales punta de lanza de la IoT es el desarrollo de ciudades inteligentes (smart cities), por lo que el transporte es un gran modo de comenzar a fundarlas. Así que abundarán los anuncios basados en las soluciones de Apple (CarPlay) y Google (Android Auto). Aunque el mercado grande está fuera del habitáculo: IDC calcula que en los próximos dos años, los gobiernos estarán entre los principales demandantes de estas tecnologías, con una inversión cercana a los 1,7 billones de dólares.

La CES se juega la permanencia en las grandes ligas de las ferias tecnológicas y eligió el tema del momento. Ya no apunta –solo– al consumo, sino a la gran promesa del momento. Restará ver cómo reaccionan las otras ferias durante 2015. Habrá que ver si en el próximo Mobile World Congress sólo se verán dispositivos móviles o si se sumará a la gran tendencia, pues smartphones y wearables serán la “consola” de  las casas inteligentes. Quedan menos esperanzas para la IFA que, a pesar de haber ganado protagonismo, dejó un sabor amargo en los asistentes debido a los problemas de organización. Lo único certero es que 2015 es el año de la Internet de las Cosas.