La Industria 4.0 rejuveneció el rostro del fútbol y lo hizo más competitivo

Por: Iván Souza, Country Manager de TIVIT Argentina
Mucho se ha hablado del tema, pero ha habido poca documentación práctica, realmente. A estas alturas, soy testigo de que hay personas que no proyectan la dimensión histórica de los procesos tecnológicos en nuestras sociedades, y que le están dando forma a lo que se conoce como la Cuarta Revolución Industrial. Y debido a esa incapacidad, se ha pasado desapercibido el hecho de que esta transformación tecnológica ha impactado industrias tradicionales como la del fútbol.
Diversos intelectuales han señalado que este estadio de evolución llamado la Cuarta Revolución Industrial -o, la Industria 4.0-, se caracteriza por la implementación de tecnologías semiautomatizadas en la operatividad de diversas industrias, creando así un ecosistema inteligente e interconectado en el que máquinas y humanos trabajan armónica y calculadamente en la producción de bienes y/o servicios.
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En tales circunstancias, se involucran tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) que, debido a sus características inalámbricas, permite una rápida y eficiente monitorización de cualquier área o actividad.
En ese sentido, a pesar de ser una industria tradicional, el fútbol ha sido de los sectores deportivos que más ha implementado soluciones propias de la Cuarta Revolución Industrial en los últimos años. Un ejemplo de lo anterior lo relaté en una columna pasada, al señalar cómo la Inteligencia Artificial potenció una visión más estratégica de los equipos en el terreno de juego, a partir de la analítica prospectiva y prescriptiva.
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No obstante, la cuestión ha ido más allá. Haciendo referencia a la coexistencia armónica entre personas y tecnologías, el IoT ha permitido que en la industria del fútbol se desarrollen soluciones wearables, capaces de monitorear constantemente cuestiones como el ritmo cardiaco de los jugadores, así como medir la fuerza con que patean el balón, la potencia del impacto recibido y los niveles de fatiga.
Lo característico de estas innovaciones ha sido la forma que han tomado para ser más amigables y accesibles; desde relojes con materiales ligeros a prueba de agua y lentes con realidad aumentada, hasta canilleras de fibra de carbono capaces de procesar más de 50.000 datos por sesión de entrenamiento o juego como las HX50.
Al respecto, el involucramiento del IoT en el fútbol, demuestra los efectos globalizantes de la Cuarta Revolución Industrial. De acuerdo con Statista, para el 2025 habrá alrededor de 38.600 millones de dispositivos IoT interconectados en el mundo, y estimo que la industria del fútbol representará una buena porción de esa cifra partiendo de los valiosos beneficios que ha conseguido con esta tecnología hasta ahora.
A partir de lo anterior, con un Industria 4.0 tan vertiginosa y vinculante, en un futuro no muy lejano la realidad del fútbol podría cambiar; ya no solo hablaríamos únicamente de qué tan talentoso puede ser un jugador en la cancha, sino de qué tipo de tecnología lo está apoyando.