La jugada maestra que prepara Trump pone en peligro a los bancos

(Suiza) En el Foro Económico Mundial de Davos, está surgiendo una nueva división en la banca mundial: los bancos que se deleitan con el rompimiento de las normas en Washington y los que se preocupan por quedarse atrás.

Una de las prioridades de Trump, la desregulación financiera, también fue objeto de crítica. El FMI reconoció que, si se gestiona adecuadamente, esta política puede estimular la innovación y la productividad a mediano plazo. Sin embargo, advirtió que una desregulación excesiva podría debilitar las salvaguardias financieras y aumentar las vulnerabilidades del sistema, exponiendo a la economía a ciclos de crisis.

“La expectativa es que EE.UU. se sitúe muy por delante de Europa en términos de menor regulación, y dado que los bancos estadounidenses operan en Europa, eso nos situará en una desventaja competitiva”, declaró Andrea Orcel, director ejecutivo de UniCredit SpA. A la hora de competir en países como Alemania, UniCredit no considera que sus rivales sean los bancos de la región. “Los verdaderos competidores a los que tememos son los bancos estadounidenses”.

El regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos podría desencadenar cambios significativos en el sector financiero, afectando tanto a los bancos norteamericanos como a algunos europeos con operaciones en regiones sensibles, como México y China.

Una de las principales preocupaciones gira en torno a los aranceles que Trump pretende imponer sobre las importaciones provenientes de estos países, política que, además de impactar la economía estadounidense, podría tener efectos colaterales en el sector bancario europeo.

El equipo de Trump está creando un “entorno muy favorable a las empresas”, dijo Mary Erdoes, jefa de la división de gestión de activos y patrimonios de JPMorgan Chase & Co. “Esperemos que eso nos mantenga por delante de otros gobiernos del mundo”.

El posible impulso a los bancos estadounidenses podría ampliar una disparidad con los bancos europeos que ha ido creciendo por más de una década. Ahora preocupa que el estancamiento del crecimiento de la UE lastre aún más las perspectivas de las instituciones financieras de la región.

“No me cabe duda de que Europa necesita una llamada de atención sobre la regulación”, dijo el vicepresidente de BlackRock Inc., Philipp Hildebrand. “Eso no significa que desregules y te prepares para la próxima crisis financiera, pero hay que tener en cuenta la competitividad”.

Según un análisis reciente de Citi, bancos como el español BBVA podrían estar en una posición vulnerable si Trump decide incrementar los aranceles en las relaciones comerciales con México.

Alrededor del 55% de los beneficios de BBVA provienen de su actividad en México, lo que lo deja expuesto a fluctuaciones en la economía mexicana si se implementan medidas proteccionistas en Estados Unidos. 

Uno de los principales focos de atención para los bancos europeos será la aplicación de las normas de capital conocidas como Basilea III. Inicialmente previstas para este año, varias jurisdicciones han empezado a retrasar la fecha de entrada en vigor.

EE.UU. aún no ha anunciado sus planes para adoptar la siguiente fase de la normativa de Basilea, después de que la propuesta de los reguladores del país para 2023 suscitara una intensa oposición por parte del sector bancario. Aunque los organismos de control presentaron una propuesta suavizada a finales del año pasado, no especificaron cuándo se esperaría que los bancos cumplieran las nuevas normas.

Si Trump retoma su enfoque de desregulación, los bancos más pequeños regionales podrían enfrentar nuevamente riesgos financieros, especialmente aquellos que no están sujetos a las mismas pruebas de resistencia que las grandes entidades financieras.  

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