La rentabilidad de los micro-influencers para incrementar las ventas

Se podría pensar que cualquier creador de contenido es un influencer, sin embargo, no es así, los canales que usan para compartir y el impacto que tienen en la audiencia, es lo que define la diferencia en cómo se transmite el mensaje y el resultado ya sea favorable o no, que puede tener en un estrategia.

Por un lado, los Blogger basan su contenido en la escritura, en un sitio web donde publican textos referentes a un tema, similar a un medio de comunicación, pero con mayores libertades editoriales y estilos que pueden ir desde informativo,  literario hasta anecdótico. Mientras que los micro-influencers se enfocan en crear contenido audiovisual que se reproduzca en redes sociales como Twitter, Instagram, YouTube, TikTok, Snapchat, DRIM y Twitch.

El punto clave es cuál de los dos puede tener mayor injerencia en las personas, que las motive a realizar la compra o a consumir el producto o contenido, en primer lugar un influencer es más recordado por un público y es tomado hasta como un líder de opinión que conoce del tema y goza de credibilidad o confianza, así, cuando habla, recomienda o reseña algún producto o servicio, es más memorable que leerlo en un blog donde el autor pocas veces es conocido, o bien, hay pluralidad de voces.

Un blog usualmente cumple la función de informar desde su punto de vista; mientras que el influencer muestra su estilo de vida, el día al día y hasta pueden llegar a marcar tendencias o subirse fácilmente a ellas por la versatilidad que tienen al compartir diferentes aspectos de su vida, incluso, la gente puede llegar a identificarse con ellos.

Pese a que los micro-influencers se centran en un tema y llegan a un nicho particular, tienen mayores líneas de comunicación para compartir contenidos sin estar sujetos a un estilo; caso contrario, los blogs deben centrarse en la escritura, escenario complicado para México, ya que, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2022), el 57% de los encuestados leen páginas de internet, foros o blog y en promedio lo hacen por 48 minutos continuos.

“Estos indicadores reflejan que leer no es un hábito para los mexicanos y es más digerible mirar un contenido corto que retenga su atención y le otorgue lo que necesita en cuestión de segundos. Los micro-influencers poco a poco cobran mayor relevancia en la vida diaria de las personas, ya que sólo están a un click de distancia, los entretiene, informa y pueden acceder a ellos desde prácticamente cualquier lugar”, menciona el cofundador y COO de DRIM, Kirill Pyzhov.

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La audiencia o alcance de estos perfiles es mayor 1,500 personas y son activos en diferentes canales de comunicación, usualmente en más de uno. Dado que están más especializados, es más fácil llegar a una audiencia específica a través de ellos, ya sea en temas de salud, videojuegos, comida, música, maternidad o paternidad o trabajo, el rubro en el que se enfoquen, su opinión cuenta y es valiosa para sus seguidores.

Para las marcas esto es una ventaja, ya que no sólo aseguran que el mensaje llegue de manera inmediata, digerible y rápida a la audiencia de la mano de un referente para ellos, sino que también se monitorean los resultados y, hasta no obtener los deseados, no se lleva a cabo ningún intercambio monetario con ellos, este modelo se conoce como CPA (costo por acción), es decir, influye y vende, además de que interactúa con los followers.

Mientras que un blog, debe ser un contenido más amplio, detallado e informativo lo cual no es negativo, sin embargo, es más alejado por lo que tarda en llegar al objetivo y el costo no es por acción, sino que se paga desde un inicio sin tener resultados garantizados, ya que se basa en un modelo generalmente de costo por impresiones o clicks. Un blogger o un influencer puede tener millones de seguidores y abarcar muchísimos temas, pero por lo mismo el mensaje se pierde, no hay un público específico y enfocado al cuál llegar sino que es algo más general que algunos retomarán, pero la mayoría no, en cambio un micro-influencer se identifica y compenetra con su audiencia, por lo que es escuchado y esto conlleva a lograr los resultados y objetivos planteados por la campaña. 

DRIM es una plataforma que ayuda a las marcas a encontrar al micro-influencer adecuado para sus campañas u objetivos, éstos son guiados por especialistas para crear contenidos de calidad que tengan resultados favorables y no infrinjan ninguna restricción en los diferentes canales para que el contenido no sea censurado o eliminado.

“La guía que ofrecen los especialistas en estrategias de comunicación es fundamental para ambas partes, por un lado, para encontrar al perfil ideal de acuerdo con los intereses y alcance que busca tener alguien con su marca y, por el otro lado, compartir mensajes que sean valiosos para su audiencia y afianzar la confianza con ellos”, puntualiza Pyzhov.