La supercomputadora más potente del mundo es IBM

(Internacional) Sequoia, con un sistema de 16.32 petaflops que representa un récord mundial, lidera el ranking TOP500 de las supercomputoras más poderosas del mundo. La misma posee un sistema Blue Gene/Q, POWER que en tan sólo cuatro años, es 16 veces superior al ex superordenador más rápido del mundo Roadrunner de 2008, también de IBM.

Esta supercomputadora posee enormes beneficios para quienes tienen que trabajar con grandes conjuntos de datos o necesitan maximizar la potencia de cómputo. Con la eficiencia energética de Blue Gene/Q, la compañía trae al mercado tecnologías innovadoras para una amplia variedad de aplicaciones científicas, tales como la predicción de la trayectoria de los huracanes, efectos del cambio climático en el último siglo, decodificación de secuencias de genes, investigación farmaceútica, evaluación de riesgo financiero con precisión milimétrica y análisis del fondo del océano para detectar petróleo, entre otras.

Por ejemplo, un sistema de 10 petaflops puede ejecutar una simulación de cómo reacciona el corazón humano a una nueva medicina en dos días, en lugar de dos años, como era el caso de un sistema de un solo petaflop. Un sistema de 16 petaflops puede ofrecer una mejora de 40 veces en la predicción de terremotos para contribuir a identificar itinerarios de evacuación segura.

Tres de los primeros cinco puestos son equipos desarrollados por IBM. El tercer puesto es para MIRA, que cuenta con una performance mayor a los 8 petaflops, más de 5 mil millones de horas computacionales estarán disponibles para los investigadores de MIRA cada año y permite desarrollar nuevos materiales para extender la carga de batería de un automóvil eléctrico hasta en 500 millas.

El cuarto puesto del ranking es para SuperMUC, con una performance mayor a los 3 petaflops, se enfría completamente con agua y es 40% más eficiente energéticamente al compararla con máquinas enfriadas con sistemas de aire. La energía que se captura de SuperMUC es utilizada para calefaccionar los edificios del campus de Leibniz Supercomputer Center en Alemania, que permite un ahorro total de U$S 1.25 millones de dólares anuales en energía.