Las dos caras de la Inteligencia Artificial
Ciertamente, la IA actúa como un habilitador y acelerador de procesos que los humanos no podrían hacer por sí solos: predicción de interrupciones y continuidad remota de negocios; optimización de tiempos de gestión; automatización de decisiones inteligentes y procesos; además de un fortalecimiento de la experiencia de clientes y empleados.
Aunque la recomendación de películas, aplicaciones y ropa, basadas en comportamientos de consumo es una arista bien recibida por los usuarios; ¿Qué pasa si la IA es la que define la selección de beneficios estatales o de salud? Es algo más delicado y nos muestra las dos caras de la moneda que tiene cualquier tecnología.
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“Tiene que existir la conciencia de que el ciudadano está inmerso día a día en la IA. Todo lo que nos rodea tiene cierta inteligencia y está conectado a sistemas que usan datos para comprender mejor a los consumidores y ofrecer mejores recomendaciones. Pero ¿qué pasa si el algoritmo decide que no vas a recibir cierto beneficio social? ¿bajo qué parámetros se tomó esa decisión?, ¿sería una decisión justificada para ti?”, explica Andrés Villa, Big Data & Analytics Solutions Specialist de SAS.
El blanco y negro de una comunidad más tecnológica
Sabemos que la tecnología avanza, y con ello la oportunidad y el sinfín de beneficios que puede traer a la sociedad tras su correcta implementación. Cada día el concepto de “ciudades inteligentes” y “ciudadano digital” toma más fuerza en los países, ya que la tecnología seguirá impactando cada aspecto de nuestras vidas.
Según informes publicados en abril 2020, el 59% de la población mundial tiene acceso a internet, con 4.570 millones de usuarios activos, casi un 3% más que en enero de 2019. De esas personas, 4.200 millones están activas en dispositivos móviles.
“A diario las personas generan miles de millones de datos. Hoy, la sociedad vive la mayor parte del tiempo en línea, pero la pandemia aceleró una realidad que estaba a la vuelta de la esquina: teletrabajo, educación remota, telemedicina y ciudades conectadas”, agrega Villa.
Lo cierto es que, debido a la crisis sanitaria, el mundo experimentó un avance de 5 años de adopción digital por parte de consumidores y negocios en un lapso de 8 semanas, de acuerdo a un estudio publicado por Mckinsey.
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La IA nos rodea en las ciudades, incluso está siendo utilizada para fines de seguridad. Muchos aeropuertos tienen soluciones que permiten cruzar las imágenes tomadas en tiempo real con listas negras para filtrar a las personas que ingresan al país. Al mismo tiempo, está ayudando a algunos departamentos de policía en el mundo a identificar crímenes.
Es importante resaltar que este aprendizaje no solo se basa en dar conocimiento a un robot o máquina, sino que les entrega herramientas para que analicen patrones estadísticos y algoritmos complejos para sacar conclusiones de manera autónoma.
Sin embargo, el experto asegura que se debe mirar el otro lado de la tecnología. “Si bien ofrece beneficios, es momento de restringir lo que se hace con ella y parametrizar el uso de los datos y la información que existe. Los gobiernos, empresas y marcas deben entender que no pueden utilizarla sin un consentimiento previo”.
IA: Impactando los negocios
Gracias a su capacidad de encontrar correlaciones en datos, predecir e incluso aprender y generar respuestas, la IA es fundamental para las compañías en esta era digital.
“Por su gran capacidad de procesar datos, estas soluciones representan una ventaja competitiva que, junto a la analítica avanzada, permite a las empresas planificar, anticipar y obtener mejores resultados”, comenta Villa.
A esta transformación vivida en los últimos años, se suma la realidad en pandemia, en la que los niveles de remotización de procesos y de actividades aumentaron para asegurar ciertos niveles de operatividad. Si antes del Covid-19, la explotación de los entornos digitales bordeaba el 40% y el 60% era físico, hoy las cifras oscilan entre 80% digital y 20% físico.
“Este escenario digital actual nos plantea una importante pregunta de negocio ¿qué tantos clientes van a regresar al canal físico? o ¿qué tantos se van a quedar en el digital? Aquí es donde el uso de IA entregará una experiencia de cliente diferente, atractiva y segura”, afirma el experto.
La incipiente pero lenta inversión en Chile
Según un estudio de Techvision de Accenture, las proyecciones de inversión en nuevas tecnologías de ejecutivos chilenos son las más bajas de la región. Pese a las enormes potenciales de IA, IoT, robotización, 5G y realidad aumentada, los ejecutivos aún se mantienen escépticos.
De hecho, entre los entrevistados el 71% de los ejecutivos chilenos espera haber adoptado IA en algún nivel de negocio durante el próximo año, mientras 77% dice lo mismo respecto del 5G; 55% de la realidad aumentada/virtual; 81% de IoT y 66% de robótica.
“Hoy es fundamental entender la importancia de la inversión en tecnología y soluciones de IA. En los últimos años hemos observado un patrón en empresas que tienen alta resistencia al cambio y baja digitalización de procesos, canales y productos. Estas se estancan e incluso desaparecen del panorama. La combinación de tecnologías ayuda a las organizaciones a prepararse para entender las nuevas necesidades del consumidor y crear experiencias memorables. El cliente debe ser la prioridad”, enfatiza Villa.
El futuro de la IA
Atrás quedaron las escenas cinematográficas que nos planteaban avances tecnológicos futuristas. Hoy, la Inteligencia Artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT) y la robótica están transformando el mundo.
La IA revolucionó nuestro presente y continuará desafiando el futuro. “Uno de los principales objetivos que tenemos hoy es preparar tecnológicamente a la próxima generación. Sin duda, la integración de la inteligencia humana con la artificial será más profunda y debe coexistir exitosamente”, señala Villa.
La IA se adaptó en todas sus formas gracias a la transformación digital, que es, sin duda, la base de todo. Y aunque las empresas deben seguir invirtiendo en nuevas tecnologías para potenciar sus modelos de negocios y de operación, es importante fomentar normativas en el uso de la IA.
“Desarrollar leyes para el uso y regulación de la tecnología, así como abrir debates éticos relacionados a la materia para buscar las mejores prácticas, son aspectos necesarios en los próximos años”, sentencia Andrés Villa, Big Data & Analytics Solutions Specialist de SAS.